Capítulo 7

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—Dylan, Dylan despierta, por favor.

Abrí los ojos de a poco ya que la luz del día me calaba. Nathalie estaba mirándome aterrorizada y totalmente despeinada, lo cual hacia que se viera graciosa.

—¿Qué hora es?— pregunte.

—No lo sé, ambos estamos sin batería y me da miedo bajar y ver a un extraño que nos secuestró o algo así.

—¿Qué nos secuestró?— reí—. Nat, mi prima Valeria nos dio asilo en su casa, ¿no lo recuerdas?

—¿Quién rayos es Valeria?— preguntó confusa y yo me senté en la cama.

—Mi prima— respondí

—¿Crees poder pedirle a tu prima una pastilla para el dolor de cabeza? Me duele demasiado.

—Como no, si tomaste demasiado— susurré aunque seguro ella lo escucho.

—Oh no...

—¿Qué sucede?

—Mi mamá me va a matar, yo estoy hecha una papa de verdad ¿que fue lo qué pasó?— estaba alterada.

—¿No lo recuerdas?

—Si lo recordara todo, en primera no te hubiera preguntado qué pasó.

—Es que no lo sé, tu estabas borracha y no querías que tus padres te descubrieran por...

—¿Te conté algo sobre mis padres?—me interrumpió— ¿Sobre Nicholas?

—No— la mire confundido—. Solo me contaste de David, tu viejo amigo, ¿por qué? ¿Hay algo que tenga que saber?—ella rió sarcásticamente

—Lo único que tienes que saber es que quiero una pastilla.

—Vamos a desayunar.— me levante de la cama.

—O comer.

***

—¿Entonces que vas a hacer Nathalie? ¿Tus padres se van a enojar?— le pregunto Valeria a Nathalie mientras ella se pasaba la segunda pastilla.

—Definitivamente lo harán, solo me estoy preparando mentalmente para lo que pasé.

—¿Qué les vas a decir? ¿Que no llegaste a casa porque estabas borracha a las cinco de la mañana y llegaste a casa de una prima de tu vecino a dormir? Aclarando que dormiste con tu vecino.

—Valeria...

—Está bien Dylan— me miró—. Solo les diré que me quede en casa de la chica que me invitó, ella estaba borracha y sus padres no estaban, necesitaba cuidarla.

—Yo me la creería— dijo Valeria.

—Yo no— ambas me miraron.

—¿Y que va a pasar contigo Dylan?

—Les diré que me quede contigo— conteste muy obvio

—Esos no son buenos argumentos para un chico que llega a su casa a las cinco de la tarde— ella rió.

—Para ser las cinco de la tarde tú deberías estar trabajando.

—Soy una chica de 21 años, no me presiones— sonrió

—¿En que trabajas?— preguntó Nathalie

—Soy fotógrafa.

—La mejor de todas.

—No son tan buenas.— rió

—Muéstramelas.— sonrió Nathalie.

Valeria sonrío de vuelta y nos tomó de la mano a ambos felizmente llevándonos a lo que creo es el sótano. Estaba totalmente oscuro pero cuando Val encendió las luces, fue el lugar con más luz que jamás había conocido.
Había fotografías demasiado hermosas pegadas en la pared, otras en la mesa, esculturas y pinturas. Todo un cuarto de arte.

—Expondré unas cuantas el próximo fin de semana pero aún no estoy segura de cuales.

—¿Cuales tienes en mente?— pregunte

Val recogió una caja roja y la abrió mostrando fotografías perfectas.
Algunas eran sobre paisajes, otras sobre la ciudad, sobre pequeños centros en algún pueblo, personas desconocidas distraídas, parejas felices. Pero creo que esas no eran las que tenía en mente.
Valeria quito estás fotos de la caja y saco un sobre delgado, lo abrió y saco al menos unas siete fotografías. Todas de la misma persona. Todas de un chico.

—¿Quién es él?— fruncí el ceño y Valeria se sonrojó.

—¡wow! Es demasiado guapo— Nathalie tomó cada una de las fotos y las observó bien mientras yo la miraba enojado.

—¿Es tu novio, Val? ¿Desde cuando puedes tener novio?

—Quizá desde mucho antes de que fuera mayor de edad— Nathalie respondió graciosa.

—No le veo la gracia— la mire enojado.

—Número uno: no es mi novio— me miró— y número dos: puedo tener novio desde que se me da la gana.

Nathalie susurró un 'uuuh' que no causó gracia.

—Golpe bajo Dyl— rió.

—No están buenas estas fotos.

—A mí me parecen perfectas, además de que el tipo está para chuparse los dedos.

—Nathalie ¿quieres callarte?— la mire serio.

—Dylan relájate; y lo sé nena, el chico es perfecto, lástima que sea gay.— solté un largo suspiro con sus últimas palabras y comencé a reír.

—Lastima que los guapos sean gays.— comentó Nathalie triste.

—Soy la excepción, no soy gay.

—Ni guapo.

***

—Bien Nathalie, muchísima suerte, si te matan no te preocupes, iré a tu funeral.— ella me miró graciosa y bajó del auto de mi prima y rápidamente entro a la casa.

Arranque el auto de nuevo y conduje a casa de Valeria para poder irme en mi Jeep a casa, sin sospechas de porqué Nathalie llega conmigo.

Al llegar Valeria estaba felizmente recargada en el marco de la puerta principal.

—¿Te acabas de ganar un millón de pesos?— le pregunte sonriendo.

—Ya quisiera— rió—. Nathalie es muy bonita Dyl, ¿te gusta?

—No, es mi nueva vecina.

—¿Qué pasó ayer? O más bien, ¿qué pasó hoy en la madrugada.

—Ya te lo dije Val. Ganamos, fui con mi amor platónico Emily a esa fiesta y me tope a Nathalie, cometí una estupidez y por cosas del destino ambos terminamos en tu casa.

—Bueno, chicuelo, espero y puedas hablar luego con Nathalie y presentarme a Emily, ahora ve a casa y explícale a tus padres porqué desapareciste veinticuatro horas.

Bad ReputationWhere stories live. Discover now