Capítulo 3

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—Dylan, estoy... más bien, estás ensuciando tu ropa— hablo mi madre—, mejor no ayudes en la cocina cariño, ve a cambiarte.

Subí a ducharme y cambiarme. En una hora llegarían los nuevos vecinos y mi mamá me puso a ayudar en la cocina, pero obviamente fracase.
Baje las escaleras y ahí estaba mi madre, con un vestido color celeste, abriéndole la puerta a los vecinos. Y ahí estaba Nathalie. Completamente distinta a la primera semana que la vi. A pesar de traer un vestido de color claro, su mirada reflejaba miedo y timidez. Su sonrisa se veía fingida y me dolía creer que ella estaba así por culpa de las estupideces de mis amigos. Aunque quizá era algo más allá que ellos. Y quería ayudarla, quería saber que era lo que le pasaba. Porqué me llenaba de curiosidad; quería saber que era en lo que pensaba y como se sentía. Pero era demasiado cobarde, y lo único que hice fue bajar y saludar, sonreír y comer, pero jamás charlar con ella.

La familia Johnson era pequeña, al igual que la mía. Estaba el padrastro de Nathalie, Nicholas; era rubio y sus ojos eran verdes y por supuesto demasiado alto, trabaja en una empresa de diseño gráfico y por ello se cambiaron a California. Vanessa es la madre de Nathalie, era igual a ella; la única diferencia era que Nathalie tenía el cabello café castaño y era de piel morena y su madre era de cabello negro y piel blanca. La mamá de Nathalie era ama de casa y cuida a su hijo de dos años Sebastián, que es rubio como su padre Nicholas. Supongo que Nathalie es morena por su padre, que ninguno de mi familia conoce.

En la cena nuestros padres hablaron y yo no podía dejar de mirar a Nathalie, sentía tristeza por ella y de alguna manera me sentía culpable por lo que le pasaba.

Cuando la cena se acabo y la familia Johnson se iba, me armé de valor y le hable a Nathalie.

—Hey Nathalie eh... yo quería agradecerte, por venir a la cena y así— le mostré mi sonrisa más sincera.

—oh bueno, gracias a ustedes por invitarnos— sonrío y camino hasta su casa pero la tome del brazo y la detuve, ella se quejó.

—Lo siento— solté su brazo y lo mire, inmediatamente fruncí el ceño.

Tenía moretones en su brazo derecho, unos verdes y otros morados pero estaban maquillados, por eso en que no los note en la cena.

—¿Quién te hizo eso?— pregunte enojado

—No es nada— hablo nerviosa y se cubro el brazo con su mano derecha.

—¿Cómo que no es nada? ¿Quién te golpea Nathalie?

—Me golpee con la puerta. Además ¿a ti qué te importa? ¿Vas a ir a contarle a tus amigos que me golpee con algo para que se burlen de mí?

—¿Qué? Por supuesto que no, eso fue una estupidez, y Nathalie si me importa, ¿quién fue?

—Me tengo que ir.— dicho eso, corrió hasta su casa.

***

Camine rápidamente hasta mi casillero esperando a que llegara Nathalie pero no lo hizo. En el receso la busque pero no la encontré. Al llegar a casa me senté en la banqueta esperando a que saliera; pero eso nunca pasó.

Me pregunto quién pudo golpearla y por qué, la marca de esos moretones era provocada por alguien. Cuando peleaba así dejaba a mis contrincantes, y debo admitir que así me dejaban algunas veces.

Después de varios intentos de espera decidí ir al parque que estaba a unas cuantas cuadras de casa. Cuando oscureció regrese para la cena y al pasar por la casa de Nathalie escuche a Nicholas gritar. Corrí a casa de los Thompson y de apoco me acerqué a la casa de Nathalie.

—Esa muchacha se está convirtiendo en una zorra, Vanessa entiéndelo.

—Ella no es ninguna zorra Nicholas— dijo Vanessa mientras lloraba.

—¿Qué no es ninguna zorra? ¡El sábado pasado llego borracha y casi semi desnuda! ¡Y ahora le coquetea al vecino! Eso es Vanessa, tu hija es una zorra. Siempre lo ha sido, desde que intento besarme en New York.

—Ya basta Nicholas, no lo recuerdes.

—La metere a un convento de monjas.

—¿Estás loco? Eso jamás, Nathalie no es nada de lo que tú dices, ella está en la adolescencia y...

—Por favor, ya cállate Vanessa, tú ni siquiera estás en la adolescencia y hacías lo mismo hace unos meses, de tal palo tal astilla.

Estaba completamente en shock, ¿Nathalie intentó besar a su padrastro en New York? ¿En serio? ¿Y su mamá?

Camine de nuevo hacia la casa de los Thompson y subí por la pared que estaba frente a la de los Johnson. Por suerte, el cuarto de Nathalie estaba de ese lado y podría ver lo que pasaba. Ella estaba llorando, tirada en el piso recargada en su cama. Su luz estaba apagada y la pequeña luz que me dejaba verla era la que entraba por la puerta. Ella volteó hacia la ventana y era demasiado probable que me haya visto. Entre en pánico y lo único que hice fue aventarme hasta el piso y caer de pecho. Probablemente creía que era Spiderman pero estaba seguro que ni Spiderman tuvo este dolor tan feo.

Rápidamente corrí hasta mi casa, entre y subí a mi recámara. Saque el botiquín que estaba en mi baño y me puse algo para quitar el dolor de pecho que tenía, y de a poco me quede dormido.

Bad ReputationWhere stories live. Discover now