Capítulo 1: "Causas"

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Hace doce años...

Tres niños caminaban por un oscuro bosque, parecían ya cansados y un poco desesperados.

Clarice: Masson... ¿Nos hemos perdido? - preguntó la niña rubia haciendo un esfuerzo en vano porque no le tiemble la voz.

Masson: No, Clarice, estoy seguro de que es por aquí- aunque el niño pelirrojo lo dijo más para autoconvencerse.

Alissa: No tendríamos que haber salido del camino...- Comentó después de que le sonara el estómago.

Clarice: Me muero de frío. – con lágrimas en los ojos.

Masson: Seguro que no tardamos mucho en encontrar el camino.

Clarice no paraba de tiritar, pero un rayo de esperanza se presentó ante sus ojos. Se trataba de un túnel que les refugiaría del frío.

Clarice: ¡Mirad! ¡Podemos descansar allí!

Alissa: ¡Genial!

Alissa sale corriendo junto a Clarice hacia dicho túnel.

Masson: ¡Esperad! ¡Puede que haya alguien allí!!

Alissa: ¿Acaso tienes miedo, cobarde? - enseñándole la lengua, luego sigue a Clarice de nuevo.

Masson: ¿Miedo yo? No digas tonterías... - En ese momento, su orgullo le pudo y, frunciendo el ceño, decidió seguir a las niñas.

Al entrar en el oscuro túnel, se sientan acurrucados apoyándose en la pared opuesta donde azotaba el viento.

Clarice: Espero que nuestros padres vengan a buscarnos...

Masson: No creo que nos encuentren.

Esto desconcertó a Clarice. Alissa le pisó el pie a Masson, provocando así que este soltara una queja.

Alissa: Seguro que dentro de nada estamos de regreso en casa. Confía en mí Clarice.

Clarice refugia su rostro entre los brazos, quería creérselo, pero no podía. De pronto, se pudo escuchar un fuerte golpe desde el fondo del túnel.

Clarice: ¡¿Que ha sido eso?! -Asustada.

Masson: Quizás es un Monstruo que quiere comernos- Metiéndole miedo.

Clarice: ¡que mentiroso! ¡Los monstruos no existen!

Masson: Eso es lo que quieren que pienses para así pillarte por sorpresa y devorarte.

Clarice: ¡¡Cállate!! ¡No inventes!!

Masson: ¿Si estás tan segura de que no existen... porque no lo demuestras adentrándote?

Clarice: ¡Ya verás! ¡Te callaré la boca!

Parecía un poco asustada, pero Masson siempre estaba molestándola, y era algo que no quería seguir consintiendo. Asique, intentando disimular el miedo que tenía encima, se puso en pie y comenzó a caminar hacia el fondo de aquel terrorífico lugar.

Por el camino, con linterna en mano, saltaba a la mínima cada vez que veía algo inusual; primero fue una rata y después una araña enorme. Alissa, que la había seguido sin llamar su atención, consigue acercarse poco a poco y abalanzarse sobre ella. A Clarice le faltó el aire por un instante. Alissa soltó una carcajada al presenciar la reacción de su amiga.

Alissa: No estás obligada a esto, ¿lo sabes no? Está claro que esto te aterra, admítelo.

Clarice: ¡¡Ni hablar!! Masson se va a tragar sus palabras!! - Alissa se ríe.

Alissa: Vale, pero te acompaño, tengo que ser testigo de que realmente vas.

Al llegar al final de aquel profundo túnel, después de un rato caminando, encontraron una imagen que producía un pánico absoluto; Un monstruo, de ceniza y largas garras, absorbía los recuerdos de un hombre que estaba en los huesos. Las dos niñas podían ver las imágenes de la infancia de aquel hombre por el aire, como si se tratara de una película en 3D, hasta llegar a la temible boca de dicho ser. Clarice se quedó paralizada por el miedo. Cuando el monstruo terminó de absorber todos los recuerdos de la víctima, lo cogió con sus garras, atravesándolo con sus uñas y, alzándolo sin ninguna piedad por encima de su rostro, lo dejó caer en su gran boca, devorándolo así. Después, gira lentamente su abstracta cabeza mira atentamente a las niñas. Por suerte, Alissa actúa con rapidez y, cogiendo de la mano a Clarice, la obliga a correr. El monstruo le pisaba los talones, estaban a punto de salir, ya se podía ver con claridad la salida. Masson, que estaba al principio del túnel, vio a Clarice y a Alissa correr hacia él.

Masson: ¡¿Qué pasa?!

Alissa: ¡¡¡Sólo corre!!!

Masson se propuso a enfrentarse al monstruo, pero Alissa le cogió del brazo y los tres niños salieron corriendo. Atravesando el bosque, Masson llevaba en cosqueretas a Clarice, que no podía moverse debido al shock. Se escuchaba como el monstruo se aproximaba a ellos cada vez más. Masson no entendía exactamente de qué escapaban ya que él no había estado presente cuando sus amigas observaron la espantosa imagen.

Masson: ¡¿Esto es una broma?!

Alissa: ¡¿Crees que si lo fuera Clarice estaría así?!

Masson miró hacia atrás, desconcertado, pero no fue capaz de ver nada. Simplemente confió en su amiga. Justo avistaron una carretera; pero, justo antes de llegar, Masson tropezó, cayendo también Clarice al suelo. Fue Alissa la que continuó corriendo hasta llegar a esta, cuando de pronto, un coche se cruzó en su camino y salió despedida por los aires.

Masson se quedó inmóvil tras la escena que acababa de presenciar, mientras que Clarice ni siquiera era consciente de la realidad.

En el vacío.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora