En el vacío.

Capítulo 12: "Ahora o nunca."

El Loa los miraba atentamente,esperando el momento preciso para abalanzarse hacia los chicos. La tensión aumentaba por segundos en el ambiente, dejando a Jared totalmente inmóvil. 

Jared: ¡¿Corremos?!

Masson: Nos perseguirá, y está claro que corre a más velocidad.

Jared: ¡¿y que mierda hacemos!?! ¡¿Vamos a morir?!

Masson: Jared...-El chico le miró, Masson parecía muy serio- Debe de haber un teléfono en la sala de información.

Jared: ¡¿Que significa eso, Masson?! ¡¿Que vas a hacer tu?!- El Loa dio un paso hacia ellos,girando un poco la cabeza. Jared se dio un susto de muerte- ¡¡Joder!!

Masson: Corre cuando yo te diga.

Jared: ¡¡E-espera!!

Masson: ¡¡¡YA!!!- Se impulsó directo al Loa.

 Jared salió corriendo hacia otro pasillo. Asustado, vio, a cámara lenta mientras corría, cómo el pelirrojo activaba por el aire su anillo y, justo cuando el monstruo abrió su gran boca y comenzó a absorberle los recuerdos, Masson fue capaz de esparcir la sustancia morada y crear así un portal. Lo atravesó y aterrizó justo tras el Loa, dando vueltas por el suelo.

Jared: ¡¡¡¡Vamos, Correeeee!!!!

Masson se levantó patosamente y corrió todo lo que pudo con el aterrador ser justo tras de sí, alejando al Loa de Jared que optó por otro camino que conducía a la sala de información.
Por su camino, el moreno iba escuchando las pisadas del monstruo, que rebotaban en todas las paredes del pabellón. Corriendo a toda velocidad posible, al fín consiguió alcanzar la sala y encerrarse en ella. Rápidamente pudo ver un teléfono fijo colgando de la pared. Lo descolgó y marcó el número de la secretaría del centro. El teléfono hizo sonar un pitido, luego otro, y después tres más. Maldijo la normativa de no móviles que había impuesto la asociación. Si no fueran tan precavidos con el secretismo ahora mismo podrían avisar a sus amigos, pero no les tenían permitido tener el móvil. Tenía que darse prisa. Pensó que ha estas alturas seguramente Masson ya estuviera muerto. Maldijo de nuevo, dando un puñetazo contra la pared. Fue entonces cuando se dio cuenta del gran botón rojo que tenía al lado y el gran letrero de "Sirena de emergencia" que había arriba. Lo pulsó con todas sus fuerzas y salió en busca del pelirrojo.
Todo el pabellón comenzó a emitir luces rojas parpadeantes y una sirena que se escuchaba por todo el recinto. 

Mientras, en el primer pabellón, Clarice se despertó de golpe en su cama. Sola en su cuarto, pues aún no le habían asignado otra compañera. La sirena de emergencia le inquietaba; abrió la puerta de su habitación. Todos sus compañeros andaban por el pasillo, casi todos en pijama y adormecidos. Los entrenadores les dirigían hacia la salida. Clarice se topó con uno de ellos.

Entrenador: Vamos, chica, tenemos que salir de aquí.

Clarice: ¿Que está pasando?

Entrenador: Nadie lo sabe aún. Es necesario que salgas ya, es una orden. -siguió su camino junto al resto.

Clarice pudo ver a Ethan y Kenzo al final del pasillo, cuando ellos pasaron por su lado, ella se puso en la fila junto a los chicos.

Clarice: ¿Sabéis que ocurre? -Clarice pudo ver en sus caras un reflejo de preocupación. - Hablad, por favor... 

Ethan: Cuando nos despertamos en la habitación... Jared y Masson no estaban... que sepamos aún pueden seguir en el pabellón de enfermería.

Clarice: ... -frunció el ceño- No me extrañaría que si hubiera alguna amenaza... Masson no dudaría en intentar exterminarla.

Kenzo: Te refieres a...

Clarice: Un Loa. Él quiere vengar a Alissa... -apretó los puños- hasta el punto de no conocer sus propios límites. 

Ethan: ¿Se estarán enfrentando a uno ellos solos? No se, Clarice... no creo que Jared esté tan loco.

Kenzo: Sin embargo, Masson...

Los tres intercambiaron miradas. Al salir al exterior, junto al resto de compañeros, vigilaron que ningún entrenador les mirara y se escabulleron en dirección a enfermería.

En el último pabellón...

Uma caminaba por los pasillos a toda velocidad, equipándose con armas y varios anillos por el camino. Tras de sí se abrió un portal negro del que salió Neil, que siguió su camino, a la misma velocidad que ella.

Neil: ¿Vas a encargarte tú?

Uma: No me puedo creer que haya permitido que esto ocurra en la asociación. Es imperdonable.

Neil: ¿Como sabes que se trata de un Loa? Quizás sea una broma de mal gusto de un imbecil aburrido.

Uma: Sabes que mis presentimientos nunca fallan, Neil. Hay un Loa en el recinto.

Neil: ¿Y cómo es posible? Que yo sepa es imposible que puedan entrar por el escudo invisible. Lo único que se me ocurre es que dicho Loa ya se encontrara dentro.-Uma se paró en seco, el chico la imitó, mirándola desde atrás- ¿Me equivoco, madre?

Uma: Neil -Se dió la vuelta para mirarle fijamente, muy de cerca. Parecía medir muy bien sus palabras. No podía estar más seria- Más vale que no te metas en esto. No voy a necesitar tu ayuda. -Siguió su camino sóla, dejando a Neil atrás, parado en medio del pasillo.