Horas después de tener que soportar la cena tan sumamente aburrida y fingida, Jared se despertó en su cama por el sonido que emitió la puerta principal al cerrarse. Los invitados habían tardado en irse. El chico dio gracias a que no tuvo que soportar por más tiempo a esos pijos, pues con la escusa de que no se sentía bien pudo encerrarse en su cuarto y no tener que ver más el careto de Alex. Jared escuchó a sus padres hablando en el salón. Se levantó de la cama y se dirigió con sigilo hasta las escaleras, donde pudo verlos charlar.
Madre: Que pareja tan encantadora. Se nota que tienen una vida perfecta.
Padre: Dinero, Tiempo para ellos, un hijo perfecto...-Pensó por unos segundos- ¿Porqué Jared no será como él? ¿Crees que hemos echo algo mal?
Madre: Quizás podamos hacer que tome el ejemplo de Alex. Me gustaría poder presumir de él por una vez...
Padre: Como no espabile le va a ir muy mal en la vida.
Madre: Que vergüenza he pasado cuando ha mentido descaradamente para irse a su habitación... Puede que le vaya mejor si lo mandamos al mismo internado al que fue Alex.
Padre: Es demasiado caro... Te recuerdo que ahora mismo no tenemos ahorros. Además, creo que Jared ya es un caso perdido. Nunca será como Alex.
Jared intentó asimilar lo que estaba escuchando. Esas palabras le marcaron para el resto de su vida.
Una noche cualquiera, pasando por el muelle para volver a su casa, con auriculares puestos a todo volumen para evadirse (Normal en él, puesto que odiaba a la humanidad) se topó con un grupo de chicos un poco más mayores que él.
Chico: Eh tú, chaval. -Jared pasó de largo, haciendo como que no le había visto.- ¿Estás pasando de mí?- Jared continuó su camino. El chico y sus amigos cogieron sus bicis y empezaron a perseguirlo.
Chico 2: ¿Que pasa, vas junto a tu mamá? No deberías pasar por aquí, enano, desde ahora este lugar es nuestro.
Chico 3: Mira como huye... vaya cobarde...- Jared se paró en seco y los tres amigos pasaron a dar vueltas a su alrededor.- Parece que alguien se ha ofendido...
Jared: Cabrones...
Chico 1: ¡¿Como has dicho?! -Riéndose de su imprudencia.
Jared: He dicho...-Le miró a los ojos.- que sois unos cabrones insoportables. Estoy harto de que todos aparenten lo que no son; tan solo sois unos cobardes. Es muy fácil atacar en grupo a una sola persona. Y encima menor que vosotros. Eso dice mucho de cómo sois en realidad; putos cobardes.
Chico 2: Niñato... No sabes lo que has dicho.
Jared: Lo sé muy bien. Lo puedo repetir si vuestros pequeños cerebros no lo han captado.
Chico 1: Vaya...parece que nos vamos a divertir, chicos...-Se crujió los dedos.
Jared recibió numerosos puñetazos y patadas de los tres sujetos. Él intentaba liberarse del que le estaba sujetando, pero era imposible. En ese momento se sintió realmente inútil. Desde que escuchó aquella conversación de la boca de sus padres, intentó ser perfecto a toda costa para que ellos pudieran hablar de él tan bien como lo hicieron de Alex. No obstante, mientras recibía un golpe tras otro, parecía que todo su esfuerzo había sido en vano. Ser perfecto requería poder controlar todo tipo de situaciones, y para ello debía de ser fuerte. Entendió que no lo era en absoluto.
Alex: Dejadle en paz.
Los tres chicos dejaron de pegar a Jared para ver a Alex, que acababa de venir.
Chico 1: Otro niñato para divertirnos. Hoy estamos en racha...-Se acercó a Alex para intimidarle, pero él no apartó la mirada, al igual que hizo con Jared cuando lo conoció.
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En el vacío.
SonstigesDos jóvenes, Clarice y Masson, tuvieron un trauma cuando eran niños. Ya de adultos, deciden apuntarse a una asociación secreta,dedicada a salvar a la humanidad de unos monstruos provenientes de otra dimensión. Allí harán nuevas amistades y serán cap...