-distancia-
Connor se encontraba en casa revisando los papeles del caso de Ethan Blake. No había ido a la escuela, ya que estaba cerca de encontrar algo que pudiera ayudar.
-me tengo que ir hijo -se despidió su padre, mientras tomaba las llaves de su auto y salía por la puerta.
-¡Adiós! -gritó el castaño sin despegar la mirada de los papeles.
Poco después de que su padre se fuera, escuchó un ruido en el piso de arriba. Éste se asuntó y tomó lo primero que encontró en la cocina para defenderse y subió las escaleras. Connor había tomado un cucharón de metal para defenderse de quien haya entrado a la casa.
Revisó el cuarto de su padre, pero no había nadie. Siguiendo con la búsqueda del intruso, abrió la puerta de su habitación lentamente.
Al abrir la puerta miró a alguien y pensarlo dos veces corrió y comenzó a golpearlo con el cucharón en la cabeza.
-¡auch! -se quejó una voz muy familiar para el castaño.
-¿Ethan? -preguntó sorprendido.
-¡eso duele idiota! -gritó mientras se acariciaba la cabeza.
-¿que haces aquí? -preguntó Connor sorprendido.
-estaba aburrido -respondió con su voz indiferente. -no puedo a ningún lado, la policía está detrás de mi. Así que tu eres mi único entretenimiento.
-¿eso es sangre? -preguntó Connor apuntando a su camiseta.
-ha si -respondió como si fuera lo más normal del mundo tener sangre en su camiseta. -es de cuando me disparó la policía.
-¿aún no se quita? -preguntó el castaño con náuseas.
-no, pero si es un problema para ti princesa me la quitaré. -replicó Ethan antes de quitarse la camiseta frente al castaño.
Éste no podía despegar la mirada del cuerpo atlético del ojiverde, tenía un gran abdomen marcado.
-puedes usar una de mis camiseta si gustas -dijo Connor titubeante. -O puedes estar sin camisa, como gustes.
Ethan tomó una camiseta del chico, pero ésta le quedaba un poco apretada.
-te ves muy bien -susurró el castaño apenado y con las mejillas rojas como tomates.
-gracias... -respondió Ethan jalando la camiseta para hacerla un poco más grande.
Ethan se sentó en la cama de Connor y se acarició la cabeza de nuevo, aún le dolía el golpe con el cucharón.
-¿estás bien? -preguntó Connor preocupado y un poco apenado.
-sobreviviré -respondió Ethan fulminandolo con la mirada.
-déjame revisarte -insistió el chico castaño, mientras se acercaba.
Connor se acercó e hicieron contacto visual por unos segundos, pero parecían eternos esos segundos. Comenzó a tocarle la cabeza suavemente para medir el dolor.
-¿te duele? -preguntó el castaño mirándolo a los ojos, mientras presionaba el lugar donde lo golpeó.
-¡auch! -se quejó el ojiverde.
-solo es una pequeña contusión -añadió Connor sin dejarlo de ver, esos ojos verdes lo tenían hipnotizado. -eso creo...
-¿eso crees? -preguntó Ethan entre risas mostrando su mejor sonrisa.
-si... No soy doctor -respondió el Connor haciendo una mueca.
Ambos comenzaron a reír y se miraron mutuamente. Cada uno se desnudaba con la mirada. Ethan se acercaba lentamente con temor de ser rechazado, estaba dispuesto a besar al chico que tenia frente a él. Tenía tantas ganas de probar esos delgados labios y descubrir su sabor.
El ojiverde se acercó más y más hasta estar a unos centímetros del rostro de Connor. Desgraciadamente el castaño también tenía miedo por lo que estaba a punto de pasar, también tenía ganas de besarle, pero tenía miedo que fuera un mal entendido y termine golpeándolo, así que cuando sus labios estaban a punto de chocar, éste se retira rápidamente y se levanta.
-amm tengo que seguir con el trabajo -se alejó Connor nervioso. -Puedes quedarte a comer algo.
-será mejor que yo me valla -añadió Ethan cabizbajo y con decepción en su voz. Éste no dijo nada más y salió por la ventana como alma en pena.
Connor bajó al comedor para seguir revisando los archivos del caso de Ethan. Tuvo suerte de que el ojiverde no viera que estaba ayudando en su caso.
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LIBRE [Gay]
Short StoryConnor jamás pensó que se vería envuelto en esa situación; ayudando al famoso convicto Ethan Blake, un chico que asesinó a su hermana a sangre fría, pero no deja de afirmar su inocencia. ¿Por qué Connor accedió a ayudarle? Tal vez fue humildad o qui...