Esa noche serÃa el momento, mi gran momento. Él, que hasta más tarde no podÃa ser llamado mi señor, me citó a las 12 de la noche en un lugar muy especial. Un hotel que no se puede considerar tÃpico ni normal. Tampoco es un lugar fácil de encontrar en cualquier población. Yo ya habÃa oÃdo hablar de él y visitado sus alrededores. Aunque nunca antes habÃa estado en su interior. Desde la cima de una pequeña montaña, un pequeño castillo, a lo largo de su historia rodeado de una gran tragedia, alimentándose de grandes secretos que deberán ser callados y que guardará siempre en su interior.
Cuenta la leyenda que un conde vivÃa en ese castillo, alejado de la población, hasta que un dÃa una joven campesina subió a lo alto de la montaña, sentÃa curiosidad por descubrir quién vivÃa allÃ. Aunque ya le habÃan contado ciertas historias sobre aquel Duque. DecÃan que era un hombre tenebroso, oscuro y despiadado. Que se alimentaba de mujeres y niños. Pero ella no creÃa en esas historias, pensaba que podÃa ser un hombre atormentado por su fortuna. Pero nada de lo que le habÃan contado se acercaba si quiera a lo que era ese hombre. El duque la encerró en su pequeño castillo y allà la torturo de formas horribles. Ese hombre era el demonio en persona y nunca más dejó salir a la campesina. Unos cuentan que la violó y la mató. Otros que la torturó hasta que se enamoró de él y no quiso volver a casa. Y otros que vivieron en esa castillo el más puro amor, el que te rasga las entrañas y te hace tanto odiar como amar, un amor BDSM del que una vez que entras ya nunca más quieres salir.
Me sentÃa realmente nerviosa y excitada. No sabÃa lo que me esperaba, sólo sabÃa que lo que fuese, lo deseaba intensamente. Hoy era el dÃa de mi coronación, del inicio de mi reinado como sumisa y sierva del mejor de los amos. El hombre con más poder sobre mi, el hombre con que toda sumisa seguro que ha soñado en algún momento. El hombre al que ya amaba y seguirÃa amando por encima de todo. Me sentÃa fuerte y poderosa, bella y frágil, orgullosa y amada, eufórica y feliz. El espejo reflejaba un rostro de mujer serena, pero mi cuerpo temblaba con más intensidad a medida que pasaban los minutos y se acercaba la hora.
Necesitaba relajarme, asà que me preparé un fabuloso baño. No salàdel agua hasta que sentà que estaba más tranquila. Ya antes habÃa intentado cenar, pero me fue imposible, los nervios no me dejaron comer nada. Por lo que ahora, aunque me sentÃa mucho más calmada no insistÃ. Eran las 10, asà que creà oportuno empezar a prepararme con mimo para el evento. Cada movimiento deberÃa ser pensado en él, por lo que cada paso debÃa ser efectuado en su honor. Me maquillé con gran cuidado, intentando no enmascarar la naturalidad, intentando ser yo, pero remarcando aquello que tiene mayor fuerza en mÃ, mis ojos. Lo conseguÃ, me sentÃa más bella que nunca, me sentÃa una mujer especial, pero sé que no era por el maquillaje, sino por la felicidad que transmitÃa por todo mi ser. Lo cual se podÃa ver reflejado en mi rostro. Sequé el pelo y lo peiné, dejé que él mismo decidiese como querÃa estar y su decisión me pareció algo más que perfecta. Lo cual agradecà ya que en ocasiones es muy rebelde haciendo honor a la caracterÃstica personal de quién lo posee. Empecé a vestirme, él me habÃa pedido asistir vestida de negro, mejor de una pieza, un vestido simple, sencillo y práctico. Para poder ser quitado con facilidad. Todo estaba perfecto y yo lista para salir de casa. Unas gotas de perfume una última respiración profunda a la que acompañó el sonido de un suspiro, el bolso en la mano y cerré la puerta.
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Mi iniciación BDSM
RomanceMi iniciación en el BDSM. Toda historia tiene su principio la mía empezó así, desde siempre me había atraído lo desconocido, el misterio, siempre hambrienta por conocer nuevos mundos y si ellos eran duros, complicados y oscuros mucho mejor. El sexo...