Si supieras...

1.5K 140 223
                                    

Pov Magnus

Desperté cuando intente moverme y no pude debido a que había algo a mi lado, abrí los ojos y lo vi. Alexander estaba aferrado a mi como si fuera un niño de 5 años que abrazaba a su osito de felpa para que lo proteja.

Morí de ternura al tenerlo así, la cabeza me punzaba ligeramente pero apesar que ayer estaba ebrio recordaba todo con nitidez.

Verlo dormir era algo asombroso. Sus párpados se movían un poco y sus pestañas oscuras largas y voluminosas descansaban casi rozando sus magníficos pómulos.

Sus labios estaban entre abiertos y un pequeño hilito de saliva escurría de ellos, simplemente adorable la manera en que Alec se veía dormido.

Su cabello negro como la noche todo revuelto era un poco distinto a como se veía siempre, ahora desarreglado contrastando con la blancura de las almohadas.

De repente abrió sus hermosos ojos azules como él hermoso cielo, parpadeo un poco y se enfoco en mi, en mis ojos, sonrió y se pego mas a mi cuerpo como si buscara calor. Tal vez seguía medio dormido no lo se pero sin duda no espere que hiciera eso. Crei que me lanzaría lejos o algo así.

-Alec...-susurré y él se movió poniendo su pierna sobre las mías, como si no quisiera dejarme ir.

-Mm...-

-Oye....tengo hambre...-

-Y a mi que?- madre que lindo es.

-Pues...tengo hambre y no me dejas ir a comer algo...- Nada me preparo para lo que escucharía.

-Comeme a mi- contesto y su respiración me hizo cosquillas es él cuello ya que ahí estaba apoyada ya su cabeza.

-¿Esta seguro?- pregunte y en asintió.

No desaproveche y emplee mi fuerza para hacerlo girar de manera que quedara debajo de mi sosteniéndome la mirada.

-¿No estas ebrio?- pregunto asustado y sonrojado.

-Nop- conteste sonriendo y su sonrojo aumento de manera muy exagerada.

Puso sus manos en mi pecho y me empujo a un lado para bajarse de golpe de la cama.

-Nada de lo que dije es verdad- dijo respirando con dificultad.

-Ah no? pues parecía pura verdad- conteste divertido y él negó frenéticamente con la cabeza.

-Era...era broma, ¿Tienes hambre? Yo si iré a desayunar- hablo tan rápido y se movió tan rápido que no se dio cuenta de que la puerta que abría era la del closet.

-¿Volveras al closet?- pregunte a punto de reírme.

Él se quedo estático frente a su armario y se metió ¡¡se metió al closet!!

No aguante las carcajadas y me empecé reír ahí sobre la cama retorciéndome como gusano sobre sal.

-Alec ya sal- dije cuando empece a calmarme.

No hubo respuesta por su parte así que me pare frente al closet.

-Si no sales te sacare....no mejor entrare- advertí.

-No...no entramos los dos- respondio nervioso.

-Oh veras que si- fue lo ultimo que dije antes de abrir la puerta y entrar rápidamente. Él soltó un gritito agudo, dentro estaba un poco oscuro a pesar de que ya eran como las 8 am digo él sol ya entraba por la ventana y aquí estaba oscuro.

Aun así podía ver a la perfección a Alexander.

-¿Que pasa cielo? ¿Te asuste?- pregunte fingiendo inocencia y él solo me gruño. Oh no volvemos con él gatio arisco.

Odio es igual a Amor (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora