Las cosas van a mejorar

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Pov Magnus

-No- demonios esa contestación sonaba y se repetía en mi cabeza, no podía entender nada. Le acabo de decir a Alexander que estoy enamorado de él y que quiero conocerlo mas y que me dice? No, así de simple, fácil y seco.

-Magnus estas escuchándome?- oh mierda no. Enseguida que él respondió no, mi cerebro se desconecto de todo y se hizo polvito.

-¿Que decías?- pregunte serio. Que sentido tiene ser lindo con él si él me batea.

-Te estaba diciendo, que No hace falta que lo preguntes, claro que quiero salir contigo- por todos los jeans brillantes!!!!

Me habría Lanzado sobre él si pudiera pero no podía moverme por mi estúpida pierna enyesada.

Alec me sonrió por primera vez con una sonrisa total,completa, brillante y llena de sentimiento. Sentí mi corazón saltar y mi cerebro volvió a funcionar de manera ilógica como siempre porque él extendió su mano para tomar la mía pero yo tire de él y cayo sobre mi, no dude en abrazarlo fuertemente.

Él soltó un gritito desprevenido pero después soltó una carcajada.

-Magnus, me acabó de dar cuenta de que no tienes nada de maquillaje ni purpurina en tu cabello..-

-Y me veo horrible lose no me lo recuerdes- dije interrumpiéndolo

Él me sonrió enternecido y acaricio mi mejilla con su pulgar, nuestros rostros estaban muy cerca, él miraba mis ojos y luego mis labios, yo me perdía en sus facciones, sus pestañas negras y tupidas, su cabello que caía por su frente, su nariz, sus pómulos que estaban coloreados por él sonrojo que los invadía.

-No, estas hermoso- dijo como un suspiro sobre mis labios antes de besarlos.

Dios, besar a Alec era como subir al cielo y sentarte en la corte celestial.

Sus besos eran fuego y hielo a la vez. Tenian él poder de llevarme a la locura y calmarme en un instante, en un roce.

Él beso iba tomando intensidad y sembrando descontrol, la estúpida bata de  hospital que traía puesta era tan delgada que era como estar desnudo, podía sentir cada prenda que alec portaba rosar contra mi cuerpo y eso me enloquecía.

La maquina que estaba conectada a mi empezó a sonar como loca y todo porque mi corazón parecía correr un maratón.

Alec se separo de mi sonriendo con burla.

-Si no paramos ahora pensaran que se esta parando él corazón o algo por él estilo- dijo, tenia los ojos oscurecidos y los labios rojos, una hermosa imagen sin duda.

-Lo que se me esta parando es otra cosa- dije yo sin descaro, él se sonrojo y me dio un manotazo en él brazo.

-Calenturiendo idiota-

-Solo contigo- conteste y él sonrió.

Alec estaba sentado en la orilla de la cama, entonces la puerta se abrió y por ella entro mi enfermera, la cual me había dado la revista que no se donde demonios fue a parar.

-Señor Magnus ya firmaron los papeles para él alta- dijo Mary, note como Alec la miraba sorprendido.

-¿Es tu enfermera?- pregunto Incrédul Alexander.

-Si por?-

-Nada...nada- negó con la cabeza Alec y Mary solo sonrió con burla, algo pasaba aquí.

Sin embargo lo deje pasar,ya no tenia caso insistir si Alec no diría nada.

Mary procedió a desconectarme de la ruidosa maquina y me quito la intravenosa.

Odio es igual a Amor (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora