Y vendrán cosas peores

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Las cosas habían quedado en claro, ambos habían hablado sobre el asunto durante todo el camino a casa, claro, habían olvidado decirle a los demás que se irían a donde irían, pero ya después los llamarían.

Eso no importaba precisamente ahora. Magnus iba conduciendo atento al camino mientras sujetaba la mano de Alec, ambos perdidos en sus pensamientos pero con una pequeña sonrisa.

Llegaron a un semáforo en rojo, obvio Magnus se detuvo porque lo ultimo que quería era que algún policía lo viera volándose el semáforo en rojo.

Todo se veía aparentemente normal, una pareja en su auto respetando el señalamiento mientras escuchaban All out of love de Air Supply.

El cielo estaba cubierto de sus nubes grises en las cuales se filtraban pequeños rayos de sol que quería traspasar e iluminar Londres.

Se escuchó como se quemaba unos neumáticos al frenar.

Se escuchó como Magnus trataba de poner en marca el auto.

Se escuchó el impacto de dos automóviles chocando.

Después ya no escuchó nada que no fuera el pánico de las personas al rededor al ver el choque.

El auto que apareció de la nada a toda velocidad estaba en mejor condición que el de la pareja.

El humo empezaba a salir del cofre del auto en el que estaban Magnus y Alec.

La gente a su alrededor no sabían, no sabían si arriesgarse a sacarlos teniendo en cuenta que el auto podría explotar en cualquier momento.

-Alguien muévase y marque a una ambulancia y los demás ayudenme!!- grito una muchacha de complexión delgada y muy alta, de cabello castaño y piel ligeramente bronceada, extranjera tal vez.

La gente paso de estar en shook a apresurarse a ayudar a la joven.

Un hombre robusto y alto hizo lo posible por abrir la puerta donde estaba Magnus, pero tenia el seguro automático, iba a ser imposible pues auto ya empieza a sacar flamas del cofre lo que significaba que el cableado eléctrico ya no serviría.

-!No puedo abrir la puerta, esta cerrada!- grito él hombre. Pero en seguida un muchacho llamo su atención, era pelirrojo con anteojos que hacia que sus ojos grises se vieran aun más grandes.

-Pasame algo, rompamos el parabrisas- le dijo él muchacho.

-Pero los vidrios pueden lastimarlos- objeto una señora que marcaba desesperada a los bomberos.

-Muy bien, que preferimos que mueran quemados o que salgan un poco rasguñaditos pero con vida señora- le contesto el muchacho a lo cual la señora asintió, dándose cuenta de que era la única opción.

Él hombre fornido estampó su puño en el centro del parabrisas, logro perforarlo y cuartearlo, con ayuda de todos lograron quitarlo y sacar a Magnus y Alec del auto.

Ambos estaban inconscientes.

Más sin embargo respiraban lo cual era un grato milagro.

Apenas se alejaron lo suficiente del auto con ellos este empezó a sacar las flamas con más intensidad, pero los bomberos aun no aparecían.

En el otro auto, nadie se había percatado que pese a que no había sufrido muchos daños había un hombre de él.

Se apresuraron a ir a ayudarlo pero estaba muy cerca del auto en llamas, apenas se acercaron unos pasos y la camioneta de Magnus estallo llevándose consigo que el otro auto igual lo hiciera debido a la cercanía a la cual estaba.

Odio es igual a Amor (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora