Confesiones

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Podían llamarlo torpe o idiota, imbécil o inútil, problemático o demasiado ingenuo , eran cosas que no le importaban nunca pues él sabia como era realmente. Para él no había nada mejor que estar donde estaba, viendo a aquel chico hacer los mejores trazos, dibujándolo, captando su esencia en papel utilizando solo un lápiz, cosa que él por mas que fuera a esos estúpidos cursos nunca lograba.

Ver a Sebastian dibujar era una de sus actividades favoritas. Él muchacho se concentraba a tal grado que se desconectaba del mundo, enfocándose únicamente en lo que hacia, su cabello color ébano que siempre estaba perfectamente peinado se desarreglaba por la constante intromisión de su mano en él debido a la frustración que aveces experimentaba porque su obra no salia como él quería. Sus ojos del mismo color que su cabello se iluminaban como si mil fuegos artificiales explotaran dentro de ellos y esto sucedía cuando al terminar un dibujo este salia tan maravilloso como la palabra misma. Era simplemente hermoso verlo trabajar.

Y también era muy distractivo, pues debido a que toda la atención de Simon estaba puesta en aquel muchacho él primero no se fijaba lo que hacia y su lápiz se movía en su libreta sin sentido dejando una hoja llena de garabatos.

-Señor Lewis....- se escucho decir a Jocelyn, la maestra y encargada de las clases de arte.

-¿Si?- contesto Simon con la mirada perdida.

-Usted viene a mirar al joven Verlac o a descubrir su arte?- pregunto la pelirroja sin dar rodeos al asunto.

Simon abrió su boca para responder a eso pero con la misma la cerro y su rostro se torno carmín.

Jocelyn solo sonrió de lado.

-Deberías acercarte a él Simon, no te va a morder- le dijo y él muchacho de ojos castaños tras él armazón de lentes la miro dudando- no te lo diría si no lo hubiera cachado en mas de una ocasión mirándote...- esto sorprendió inmensamente a Simon y no dudo en sonreír.

-Crees que yo pueda....con él?- pregunto él muchacho y Jocelyn sonrió ampliamente.

-Apuesto a que es mas probable que tengas una cita con el a que logres dibujar una linea recta- Simon solo miro a su maestra y madre de su amiga de manera divertida. Jocelyn siempre lo había visto como un hijo mas, pues aunque Tenia A Jonathan este no era particularmente amoroso con su madre, y siempre la culpaba por la muerte de su padre aunque en él fondo si la quería...pero muy en él fondo.

La pelirroja dejo a Simon y siguio con su trabajo de supervisar los avances de sus alumnos, los mas destacados era Julian, Clary, Sebastian y Helen Blackthorn la media hermana de Julian.

Simon por su parte se puso a pensar....¿como le pediría una cita a Sebastian si nunca se hablaban? No intercambiaban nada mas allá de uno "oye me prestas tu sacapuntas?" "¿Me podrias prestar un lapiz ?" o "wow quedo asombroso" esto siempre lo decía Simon obviamente.

Lewis respiro hondo y se preparo para lo que haría. Se levanto de su asiento y en ese preciso momento tocaron él timbre que anunciaba que su taller había finalizado. Grandiosa suerte tenia él castaño sin duda, pues conforme las personas salían del aula con ellos se iba su valentía.

¿A quien engañaba? Él no podría acercarse a Sebastian sin ridiculizarse.

Suspiro y comenzó a guardar su block de dibujo y sus lapices en su mochila, aquel día Clary no había podido ir con él al taller por lo cual regresaría solo a casa. Se colgó la mochila en él hombro y se encamino a la salida, dio una última mirada al lugar donde Sebastian siempre se sentaba y vio que estaba vacío, Verlac ya se había ido.

Salio del aula con la vista clava da en sus pies, síntio una mirada sobre él pero le dio poca importancia.

Camino rápido por él pasillo hasta llegar a la puerta de salia, puso su mano en la perilla y al momento de girarla alguien grito.

Odio es igual a Amor (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora