7. Y todo por una botella...

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—¿Dave? —pregunta una voz conocida a mis espaldas. —¿No ibas a quedar con la chica esa?

—Sí, pero hemos decido venir aquí. —contesto, y Mark me mira, confuso, y ansioso por más información. Hace poco que Mia y yo hemos llegado, pues nos ha costado entrar porque no teníamos invitación. Por suerte mi compañera pelirroja y su mal genio han podido con el guardia. Nada más entrar he perdido a Mia entre la multitud, y tampoco he visto a mi hermana.

—¿Cuándo me la presentarás?

—Nunca —respondo, y en ese momento me doy cuenta de que quizá he sido un poco cortante—. Es decir la cosa no ha cuajado. Ella se irá de nuevo a su casa y nosotros nos trasladamos a la residencia en menos de un mes sería imposible.

—¿Imposible por qué? —sigue insistiendo él—. Si los dos queréis, no hay nada imposible.

—A ver, la vida no es como las películas románticas. —mi amigo abre la boca para replicar, pero yo soy más rápido—. Nos conocimos hace como dos semanas. Hemos quedado unas cinco veces.

—Cinco veces que os han bastado a los dos para caer enamorados el uno del otro. Igual resulta que es tu amor verdadero. No la dejes escapar. Además, no veo películas románticas, y lo sabes. Pero sí sé una cosa: esa chica te ha hecho algo, desde que la has conocido has cambiado. Algo tiene que tener para que la prefieras a ella antes que a nosotros —finaliza su discurso sin darme opción a añadir nada más—. Oye, por allí están jugando a la botella. ¿Porqué no vamos?

—Sí, sí, un segundo. ¿Dónde está Alex?¿Ha venido contigo? —pregunto, antes de que se marche.

—Sí pero ahora mismo no sé donde está —Mark se rasca la cabeza, pensativo mientras busca a mi hermana con la mirada. De repente el movimiento de su brazo cesa, y se queda paralizado, mirando algo que yo no alcanzo a ver por culpa de mi baja estatura.

—¿Qué hay?¿Qué pasa?

—Que tu hermana está perdiendo la dignidad por momentos. — el pelirrojo se abre paso entre la gente, enfurecido, y yo lo sigo, aprovechando que él va haciendo camino. Sólo cuando estoy en pleno centro de la pista veo a una chica enfundada en un vestido y sobre unos tacones de vértigo que resulta ser Alex; y, por algún motivo que no logro entender, se está restregando literalmente contra un chico moreno con unos ojos grises que destacan incluso desde mi posición.

—A ver, ¿No se supone que estabais juntos?¿Cuantas copas se habrá bebido para que termine así?— comienzo a regañar a Mark, pero este apenas me hace caso y salta a la pista, despegando a Alex del chico.

—¡Hey, suéltame! —espeta ella, apartando la mano de mi amigo con un brusco manotazo. Luego levanta la vista hacia él—. ¡Mark!¡Déjame!

—No voy a dejar que te restriegues contra ese imbécil. —contraataca él. En cualquier otra situación no hubiera dejado que la tratara así, como si fuera una niña pequeña, pero dadas las circunstancias creo que él único aquí capaz de lidiar con ella en estos momentos es Mark—. Y además, nos han propuesto jugar a la botella. ¿Te apuntas?

—¡Vale! —responde ella, con tanto entusiasmo que apenas la reconozco.

Mark la despega del imbécil con el que estaba bailando, y la lleva junto a un grupo de adolescentes sentados en el suelo, formando un círculo y con una botella vacía en medio. Nos hacemos sitio entre la gente, y nos sentamos. Mia también está sentada, rodeada de dos chicas más, pero cuando intento captar su atención apenas me mira. Pronto aparece el cabecilla del grupo, que nos mira, sonriente:

—¿Todos conocéis las normas, no? —pregunta, echándonos un vistazo. Nosotros asentimos y su sonrisa se ensancha—. Bien. Que comience el juego.

Tuerce su mano y hace girar la botella velozmente durante un buen rato. Al final termina señalando a una chica que está en frente mío, con un pelo rubio claramente teñido y una importante cantidad de sombra de ojos.

—Sophie —la llama el cabecilla—. ¿Verdad o reto?

—Reto.

—Bien. Te reto a besar a Dave Martin por más de 45 segundos —me sobresalto al oír mi nombre, y mi hermana me mira, alarmada. Yo trago saliva, y le dedico una mirada de disculpa a Mia antes que la rubia se me abalance encima para darme un beso. Me quedo estático en el sitio mientras que ella se mueve enérgicamente contra mí. En el interior de mi cabeza voy contando los segundos, y cuando llegamos al cuarenta y seis me encargo de separarme de ella forzosamente. Levanto la vista, y mis compañeros de juego aplauden, contentos por el espectáculo; pero no es eso lo que quiero. Sigo barriendo con los ojos todo a mi alrededor, y no hay rastro de Mia.

Se ha ido.

Llevo más de media hora buscándola, y todavía no la he encontrado. Me duele el cuello de lo mucho que lo estoy estirando para lograr ver entre las cabezas de la gente. De pronto algo choca contra mi pecho y bajo la vista, descubriendo una mata de rizos pelirrojos.

—¿Mia?¿Dónde estabas?

—En ningún sitio —responde ella, brusca, tirándose el pelo por la cara para evitar que la vea. Ese gesto no me pasa desapercibido, y pongo mi mano en su barbilla, obligándola a mirarme. Tiene los ojos recubiertos de sombra negra mezclada con lágrimas, que bajan por sus mejillas dejando un oscuro rastro.

—Has estado llorando.

—Inteligente observación.

—Mia ¿Por qué?¿Ha sido el beso?¿Es eso?

—No

—¿Entonces, qué?

—Me molesta que me haya molestado que te hayas besado con la rubia esa en el estúpido juego de la botella.

Sus palabras crean un trabalenguas en mi cerebro; soy un chico y aunque me cueste reconocerlo, especialmente delante de mi hermana, necesito algo más de tiempo que las mujeres para procesar la información.

—A ver si lo he entendido. Te has molestado por lo del beso. ¿Y que te hayas molestado te ha molestado? —pregunto, sin darme cuenta de lo tonto que debo estar sonando ahora.

—Sí —afirma ella, con una tímida sonrisa por mi cara de confusión.

—Oye era un juego. Sabes cuales son mis sentimientos por ti.

—Sí —repite ella—. Unos sentimientos que nunca has querido aceptar. ¿Tanto te disgusta la idea de haberte enamorado de mí?



Hola, queridos lectores!!! Sí, estoy viva, no he sido abducida por alienígenas ni nada por el estilo... solo he estado un poco atareada, con tantos deberes y exámenes por todos los lados. Es lo que tiene estarse preparando para la universidad.

En fin, después de varios meses, os he podido traer este capítulos, hacía tiempo que lo quería hacer, igual os resulta familiar... ya me diréis porqué ;)

Este capítulo va dedicado a @fille_licorne , muchas gracias por estar ahí apoyándome desde el principio de la novela :D

#TheLOVEofOneOfThem

¡Gracias por todo, chicas!

The Love of One of ThemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora