Sky quedó devastada, se agachó hasta llegar al suelo tapándose el rostro intentando que Simon no la vea llorar, estaba destruida, la única persona que podría al menos intentar comprenderla ya no lo había hecho. Al menos, sus padres sabrían que estaba viva y con eso estarían "más tranquilos".
Simon la miraba con compasión, sabía que ella se debía sentir sola, se acercó lentamente, la ayudó a levantarse y se apartó un poco, algo incómodo por la situación. Ella inmediatamente recordó el sueño en el que su abuelo se iba y entonces no podía alcanzarlo, se desesperó, llorando aun más. Él tomó una de sus lágrimas y se borró el tatuaje de la invisibilidad, ahora ya no parecería que ella lloraba sola, él le dio un breve abrazo.
-¿Quieres caminar un poco para calmarte? –preguntó de manera tranquila, con su voz ronca y su rostro serio.
Sky sólo asintió con la cabeza débilmente, él esperó a que ella se moviera primero y entonces, ambos comenzaron a caminar rumbo a la playa, ella evitaba el contacto visual y él evitaba tener que decir algo. Simon es una de esas personas que prefieren gastar el tiempo estando en silencio a tu lado para hacerte compañía antes que hablar de la vida entera. Últimamente ella lo había conocido mejor.
Luego de varios minutos caminando lentamente llegaron a la playa, sin hablar se pusieron de acuerdo, acercándose al muelle, el mismo muelle donde Sky había visto a Simon matando a un demonio en forma de hombre pescador. Cuando llegaron, se sentaron en el final de esta estructura con sus pies colgando hacia el mar.
-¿Puedo apoyar mi cabeza en tu hombro? –preguntó al chico, quien la miró de reojo en silencio, sin decir nada, casi sin inmutarse , volvió sus ojos hacia el horizonte, ella tomó eso como un "sí".
Ella puso lentamente su cabeza en el hombro de Simon, quien mantuvo su cabeza derecha, tensa, casi sin moverla, mientras seguía viendo el horizonte, el lejano horizonte, estaba un poco incómodo por tener a Sky tan cerca, él no apreciaba mucho el afecto físico... ellos dos estuvieron así por mucho tiempo, disfrutando de la vista y el silencio, era una sensación de paz. Ahora Sky entendía por qué los artistas del romanticismo buscaban la tranquilidad e inclusive la soledad, uno se siente mejor.
-¿No crees que sea mejor que vayamos al antro? –susurró él, mirándola aún de reojo. El clima parecía avisar que llovería, estaba ahora oscuro el día y con un viento suave pero muy helado.
-Está bien, hace frío – ella quitó su cabeza y luego se pusieron ambos de pie.
-¿Vamos rápido? –preguntó él, con frío también.
-Está bien.
Él tomó su fílix y se dibujó el símbolo de la invisibilidad en la muñeca, al igual que a ella. "Ahora podemos correr" le dijo, mientras guardaba su fílix en el bolsillo. Se echó a correr, y así también lo hizo ella, corrían a la velocidad de la luz probablemente. A los pocos segundos ya estaban en el antro, abriendo la puerta con uno de sus collares. Adentro estaba J.C junto a Jesus, Liam y Eva, al parecer Lizzeth estaba fuera del edificio o quizás en su habitación.
-¿Dónde estaban ustedes? –preguntó Liam alzando una ceja, todos los miraban.
-¡Ya! No los molestes –habló Eva, quien tejía lo que parecía una bufanda de varios colores.
Todos estaban sentados alrededor de la chimenea, Liam estaba con su móvil, J.C resolvía un sudoku, Eva tejía y Jesus le sujetaba el ovillo con el objetivo de que este no se enredara. Ellos lucían como una verdadera familia.
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Cielo mío
ФэнтезиCuando era pequeña, Sky solía sentarse junto a su abuelo a tocar el piano. Luego de la extraña muerte de este y gracias a la aparición de Simon en su vida, descubre que nada es lo que ella pensaba.