Capítulo uno

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NARRADOR OMNISCIENTE

No es muy común que alguien empiece el colegio en Marzo. Pues así pasa con una chica llamada Sara Craddock. Ella es de estatura baja y cabello castaño, parece bastante normal, pero en sus ojos hay algo extraño.

SARA

Llegué a mi nuevo instituto, me sentía algo rara. Todos me observaban, en especial a mis ojos.

Tengo que encontrar mi aula -pensé-.
Pero, antes de que pudiera dar un paso más, sin saber por qué, me quede paralizada, no podía mover ninguna parte de mi cuerpo. Una sensación de cosquilleo recorrió mi espina dorsal y solo pude escuchar lo que a partir de ese día se volvió en rutina.

Tic, tac. Tic, tac. Tic, tac.

El sonido de las agujas de un reloj resonando en mi cabeza.

Uno, dos, tres.

Cuatro, cinco, seis.

Silencio.

De un momento a otro todo volvió a la normalidad. Todo a mi alrededor seguía como si nada hubiese pasado. En mi interior, un sentimiento de pánico me recorría el cuerpo entero.

Con la respiración agitada caminé por todo el instituto sin saber hacia dónde iba, hasta que me tropecé con alguien y, para mi desgracia, casi caigo al suelo, pero él me tomó de la mano y me sostuvo antes de que tocara el suelo.

El tomó mi mano con fuerza hasta que pude ponerme de pie. Bastante cliché a decir verdad, pensé que esto solo ocurría en las películas.

-Gracias-dije algo agitada.

Él me miró y aclaró su garganta.

-¿Estás perdida?- dijo con voz ronca.

-Sí, estoy buscando el aula 421- miré el suelo. Me sentía apenada.

-Ven, te llevaré.

En el camino había un incómodo silencio, ninguno de los dos dijo una palabra. Decidí que no pensaría en lo que minutos antes me había ocurrido. Al menos no por ahora. Es mi primer día. Debo comenzar bien, tal como lo he planeado.

Se me hacía algo extraño el hecho de que el instituto contara con tantas aulas. O quizás solo era yo, impaciente por llegar a mi destino y ponerle fin a esta incómoda situación.

Me quedé tan atrapada en mis pensamientos, que cuando me percaté ya habíamos llegado.

-Aquí es-dijo él en tono frío.

-Suerte, iré a mi aula- finalizó.

Lo miré y me acerqué a él.

-Por cierto, mi nombre es Sara Craddock.

El sonrió levemente y habló.

-Mi nombre es Colton Blame-se dio la vuelta y caminó perdiéndose entre los estudiantes.

Entré al aula y me sentí abrumada debido a que todas las miradas se posaron en mi. El profesor se acercó a donde me encontraba.

-Usted debe ser la señorita Craddock. ¿Llegando tarde el primer día?-dijo en tono frío.

-Lo siento señor...-me miró alzando las cejas.

-Richard-dijo aclarando.

Sentí que el rubor comenzaba a correr por mis mejillas.

-Ve a sentarte-espetó.

Caminé algo apenada hacia una silla al fondo del lugar, me senté y dirigí mi mirada al profesor. El resto de los alumnos hizo lo mismo.

-Muy bien alumnos, hoy seis de Marzo tenemos a una nueva estudiante, su nombre es Sara Craddock-bajé mi cabeza al escuchar eso.

¿Por qué a mi? -pensé-. Realmente odio ser el centro de atención. Prefiero solo colarme entre las personas y que nadie se percate de mi presencia.

Después de ese momento tan incomodo sólo pude estar toda la clase sumida en mis pensamientos. Mientras los minutos pasaban pensaba en todas la cosas raras que había allí.

La clase terminó y yo me levanté de un salto y caminé hacia la puerta.

Cuando salí de el aula encontré con mis ojos a un chico quién, en respuesta, me dedicó una amigable sonrisa.

-Hola-dije algo tímida.

Él rió

-Hola, soy Ian-extendió su mano y me dio un suave apretón-.

Sonreí ante el gesto de amabilidad y finalmente hablé.

-¿Sabes dónde está la cafetería?

-Sí, vamos. Yo te llevaré

En el camino, el se dedico a explicarme todo sobre el instituto y los maestros. Al parecer éste es el instituto más grande el país. Increíble.

Llegamos a la cafetería y él se dirigió a una mesa dónde yacía sentado un chico de cabello castaño y ojos azules.

Ian se sentó al lado del chico, y por mi parte, me senté frente a ellos.

¿Quién es ese chico? -pensé algo confundida-.

Ian notó mi confusión y se aclaró la garganta.

-Él es Luke, mi mejor amigo.

Luego de esa breve presentación, sonrió y dirigió su mirada al chico.

-Hola Luke -sonreí-. Mi nombre es Sara Craddock

La vida según SaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora