Capítulo siete

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SARA

Los últimos dos días fueron los mejores de mi vida, tuve muchas aventuras con mi hermano. Pero hoy es lunes y tengo que ir al instituto, por desgracia.

Mi hermano me ofreció acompañarme y no me negué, pues hoy no quería caminar sola. Él hizo un rico desayuno el cuál comí con mucho gusto y luego de eso nos levantamos de la mesa, colocamos los platos en el lava vajillas y salimos de la casa para ir al instituto.

Mientras caminábamos íbamos cantando canciones y riéndonos de lo horrible que cantamos, todo era diversión hasta que llegamos al instituto y tuve que despedirme de él. 

Caminé hasta el aula y por primera vez no había nadie, por fin había llegado temprano. Decidí leer algo mientras esperaba a que la clase comenzara.

Luego de un tiempo leyendo ya estaba muy concentrada en la historia, por lo que no me percaté de que ya había llegado el profesor y todos los de mi clase.

El profesor comenzó a hablar, pero no le presté atención pues recuerdos míos y de mi hermano llegaron a mi cabeza. 

Flashback


Estaba jugando a las escondidas con mi hermano en el patio de nuestra casa, él se colocó de frente a un árbol que estaba allí y comenzó a contar. Yo de inmediato me dirigí a buscar un lugar donde esconderme, cuando de repente veo a un lindo gatito el cual estaba mirándome.

Me pareció tan lindo que fui detrás de él, pero el gatito se asustó y subió arriba del árbol donde mi hermano estaba contando.

Me subí en silencio al árbol para poder atraparlo y jugar con él, pero ya cuándo estaba a punto de alcanzarlo mi hermano terminó de contar. Yo lo miré y él todavía no sabía que estaba allí arriba, pero de un momento a otro el gato saltó hacia mi.

Me asuste tanto que grité haciendo que mi hermano se diera cuenta que yo estaba ahí arriba.

Acto reflejo me hice para atrás, pero por desgracia caí del árbol. Pensé que caería al suelo y me haría daño, pero nunca sentí el golpe. Lo único que sentí fueron unos fuertes brazos los cuáles impidieron mi caída.

Cuando abrí los ojos vi a mi hermano, el cuál me había sostenido antes de caer al suelo. Él tenía una cara de preocupación y con rapidez me preguntó:

—¿Qué hacías ahí arriba? ¡¿Qué no había otro lugar menos peligroso para esconderse?!

—No me estaba escondiendo en el árbol— dije asustada —Estaba intentando atrapar un gatito.

Al decir eso mi hermano me vio confundido y me respondió.

—Allí no hay ningún gato. Tranquila, solo debe ser...— no terminó la oración y sólo me sonrió —Ya, no importa.

Lo miré algo confundida y asustada haciendo que mis ojos empezaran a picar, iba a llorar.

—No llores, tranquila— metió la mano en su bolsillo y sacó un caramelo —Ten, toma éste caramelo para que te sientas mejor— me dio una tranquilizadora mirada —Por suerte estaba aquí para salvarte.

—Lo siento— le dije mientas metía el caramelo en mi boca.

—No te preocupes, estoy para eso, para cuidarte, protegerte y quererte.

Fin flashback

—¡¿Sara?! ¡SARA!— escuché una voz diciendo mi nombre.

Tan pronto como desperté de mi trance vi una mano inquieta moviéndose delante de mi rostro, era ella, María.

—¡Hey! ¿Sara? ¿Qué te pasa?— dijo María mientras me agitaba.

—¿Eh?— dije confundida.

—La clase terminó, Sara— dijo en tono suave —Te estuve observando, pasaste toda la clase en una especie de trance. ¿En qué estabas pensando?

—Eh, bueno, en nada— dije mirando al suelo.

—Bien, si tu lo dices— me tomó del brazo —Ven, vamos a buscar a Ian y a Luke. Tengo algo que hablar con ellos.

Me levanté de mi asiento —Si, vamos a buscarlos, en realidad no los he visto hoy. Los he echado de menos.

—Bien, vamos— me soltó del brazo y caminó delante de mí.

Me levanté y la seguí, como siempre ella fría como el hielo.

Caminamos a la cafetería y, para nuestra mala suerte, no estaban.

Decidimos buscarlos por todo el instituto, pero tampoco hallamos rastro de ellos. Fue como si se los hubiese tragado la tierra.

—¿Y ahora qué?— dije a María algo triste.

Ella notó mi ánimo y se apresuró a hablar —Ven, Sara, vamos a sentarnos en el árbol donde nos conocimos ¿Si?

Asentí y la seguí.

Nos sentamos debajo de aquél gran árbol que fue testigo del comienzo de nuestra amistad. Mientras pensaba un poco noté que ella sospechosamente metió la mano en su bota y sacó algo.

Yo la miré extrañada —¿Qué es eso?

—Solo es algo que alimenta mi alma—  me guiñó el ojo, encendió el cigarrillo e inhaló un poco soltando el humo en mi cara y sonriendo al instante.

Sonreí sintiendo como un leve rubor se posaba en mis mejillas, en ese momento la miré detallando cada pequeña cosa de su rostro.

Ella es muy bonita, su cabello es de tono claro. Su rostro es tan fino y delicado, en verdad es hermosa.

—¿Qué miras?— dijo María extrañada.

—Yo, eh... Nada— miré hacia otro lado.

Cuando María terminó entramos al instituto y ella me dijo que iba a su casa, me despedí y fui al lado contrario.

Todavía no quería ir a mi casa, quería ver si Ian y Luke estaban por algún lado, así que me aventuré por el instituto. Mientras caminaba noté que no había casi nadie, las clases habían terminado y casi todos estaban camino a casa.

Todo iba normal hasta que vi a alguien acercarse a mí, y era...

La vida según SaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora