Capítulo nueve

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Después de lo que pasó el otro día sólo pude llegar a casa e intentar dormir.

No sé que hacer, en realidad nunca se sabe cuándo pueda llegar la hora de buscar a tu otra mitad. Aunque por otro lado pienso que las personas no tienen la necesidad de tener a alguien para ser feliz, es decir, el ser humano tiene la capacidad de ser feliz por sus propios medios. Las cualidades que poseemos definen nuestro futuro.

Luego pasar un rato pensando cosas al azar, me di la vuelta en la cama y observé el reloj que marcaba las 6:30 am.

-¡Oh no! Voy a llegar tarde. No otra vez...

Fui al instituto luego de completar la rutina diaria, extrañamente Cristopher ya no está. Ha desaparecido.

MARÍA

Vi a lo lejos a Ian y Luke, así que decidí ir hasta ellos para hablarles, se ven idénticos a como Sara los describió. Creí que ya no volverían a este horrible sitio.

Fui tras ellos y llamé su atención haciendo que me observaran.

-¿Ustedes son Ian y Luke?-dije sin previo aviso en tono suave.

Ellos me dirigieron una mirada confundida y Luke se apresuró a hablar.

-Si, lo somos. ¿Y tú eres...?

-Soy María, pero eso no es importante ahora. Ahora lo que importa es esto. Necesito hablarles de Sara.

SARA

Al llegar, María me recibió con una media sonrisa, sé que parece poco, pero viniendo de ella es un mundo. Muy pocas veces sonríe, ella es una persona algo fría.

En realidad el día pasó muy rápido, ya que me la pasé junto a María riendo de cada cosa que veíamos.

Al final del día, después de despedirme de María, me encontré a Colton caminando por la calle.

-¡Sara!-dijo él detrás de mí.

Me detuve y lo miré con algo de vergüenza.

-Sara, sobre lo de anoche. Yo de verdad lo siento.

-No hay problema, Colton, la verdad no pasó nada. Y... Tengo que irme.

--Pero... No te vayas, de verdad necesito hablar contigo.

-De verdad, Colton. Debo irme. Tengo que estudiar para una prueba de matemáticas.

Su rostro cambió a pensativo y luego habló.

-¿Qué te parece si vamos a mi casa y te explico? No me cuesta nada, y además soy mayor que tú. Ya vi eso.

-No lo sé. Me parece mucha molestia-dije dudosa.

-Vamos. Te quiero compensar lo de ayer-dijo en tono de súplica.

-Bien, pero sólo por hoy ¿si?-él sonrió por mi respuesta y nos dirigimos a su casa.

Al llegar él se comportó muy amable, es un muy lindo gesto de su parte haberse ofrecido para explicarme.

Después de pasar un rato explicándome, él se detuvo y me trajo un vaso de agua.

-Gracias por todo, Colton. La verdad no entendía muy bien, no sé que habría hecho sin ti-dije y puse el vaso en una mesilla que estaba cerca del sofá dónde estábamos sentados.

-No hay problema, Sara-me miró a los ojos y se acercó a mí y me besó.

Me sorprendí un poco pero seguí el beso. Al principio era algo tierno, pero luego se fue intensificando.

La vida según SaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora