Capítulo diez

39 4 0
                                    


SARA

Desperté un poco confundida, ya que no recordaba dónde estaba. Es muy desconcertante aparecer en un lugar que no conoces, completamente sola, sin nadie que te proteja, sintiendo la malicia de las personas, viendo la verdadera maldad que hay en el mundo, y sobre todo darte cuente que ese siempre estaré contigo era falso.

Levanté un poco mi cabeza de la cama en dónde estaba, cuando me giré pude darme cuenta de que Colton estaba a mi lado y junto a él todos los moretones de mis piernas y brazos que me hacían recordar todo lo que había pasado.

Mi primer instinto fue levantarme con sigilo buscando algunas de mis pertenencias para cubrirme. Mis manos temblaban, mi respiración se agitaba más con cada segundo que pasaba allí.

Fui a la sala e intenté buscar las llaves de la puerta esperando que Colton no se diera cuenta de mi ausencia, hasta que por fin, allí estaban descansando en el suelo, tan fáciles a mi alcance. Las tomé e intenté abrir con cada una de ellas hasta encontrar la correcta, hasta que por fin escuché el cerrojo abrirse y con el la oportunidad de ser libre.

Sin embargo, como si no hubiese tenido suficiente, al poner un pie fuera de la casa sentÍ un empujón que me sacó del paraíso, Colton estaba tomándome de las piernas intentando llevarme una vez más a la casa, pero en ese momento ya no importaba nada, lo único que quería era huir.

En un ataque de adrenalina logré soltarme de su agarre y corrí fuera de la casa ignorando todo lo que pasaba a mi alrededor.

MARÍA

Después del llamado de Sara sólo pude dormir tranquila pensando que esa llamada había sido una de sus exageraciones habituales, pero en el fondo aún seguía algo abrumada.

Por la mañana decidí ir a dar un paseo disfrutando de la maravillosa libertad que el día me estaba otorgando. Escuchando las aves y sintiendo el aire que azotaba mi rostro. Al fin pude despejar mi mente.

Todo era normal hasta que divisé una figura moviéndose rápidamente en mi dirección, al verla acercarse más paré un seco observando mucho mejor. Pude darme cuenta de que era una figura femenina, la chica parecía distraída, abrumada y sobre todo aterrada.

-Espera...¿no es Sara?-dije abriendo la boca muy sorprendida por su aspecto. Corrí hasta ella y pude escuchar su respiración agitada mientras incontrolables lágrimas caían por su rostro.

-¡Sara!-sólo pude estrecharla protectoramente entre mis brazos. Ella lloraba desconsoladamente y cuando la escuchaba sentía que alguien rompía mi corazón en mil pedazos.

-Tranquila, todo estará bien-dije mientras la guiaba en dirección a mí casa. Mientras yo esté con ella no permitiré que algo malo le pase.

No podía pensar con claridad, tener a Sara en ese estado me duele más de lo que debería, esto me trae vagos recuerdos que me hacen darme cuenta que mi pasado todavía me atormenta cada día.

Sin darme cuenta ya había llegado a mí casa, con mucho cuidado abrí la puerta para no lastimar a Sara. Ya adentro le pedí que se recostara en uno de los sillones.

Ver a una persona que quieres en ese estado es lo más doloroso que puede haber.

- Sara ¿Qué te ocurrió?-con un movimiento rápido me acerqué a ella para intentar calmarla, pero ella fue mas rápida y se alejó de mi.

-No te acerques. Por favor-dijo con lágrimas en los ojos.

- Sara, por favor... ¿Qué te pasó? ¿Quién te hizo esto? Sabes que pase lo que pase puedes confiar en mi.

-Fue él... -en ese momento Sara entró en una especie de estado de shock que no la dejaba formular una oración.

-¿Quién, Sara? Dime... Así juntas encontraremos una solución.

-Fue él... Colton yo... Solo iba... a que me explicara matemáticas y yo nunca pensé que me iba a hacer esto-cuando pronunció la última frase sentí como la furia brotaba dentro de mí haciendo que perdiera la paciencia.

- Sara, ¡¿Qué te ha hecho ese bastardo?!-le pregunto con ira.

-María... él me... me violó-Sara se derrumbó al haber pronunciado aquella frase que le producía repugnancia y un inmenso dolor.

En ese momento ya no pensaba con claridad. Me levanté del sofá, subí hasta mi habitación en busca de aquello que al menos por un momento podía ayudar a olvidar todo mal momento, y por suerte no tardé demasiado en encontrarlo, un porro de marihuana y un encendedor.

Bajé de nuevo y lo encendí.

Sara dirigió su miraba hacia mi algo extrañada.

-¿Qué es eso?

-Es... Algo muy bueno... Y que nos va a ayudar a olvidar lo que pasó.-dije apaciguando mi tono de voz mientras me acercaba a ella.

-¿Lo olvidaré para siempre?-preguntó ella con esperanza.

-No, Sara-dije con pesar-Pero lo olvidarás por unos segundos y te sentirás muy bien, lo prometo.

-Está bien. Confío en ti, María-me acerqué a ella mirándola con una sonrisa tranquilizadora mientras le acercaba el porro.

Lo inhaló y se ahogó con el humo.

Reí por su reacción. -Sara, la primera vez es la más difícil, tómalo con calma ¿si?-Ella asintió y me pasó el porro, rápidamente lo inhalé cerrando los ojos y disfrutando al sentir como el peso de mis hombros se iba.

Luego Sara me pidió de vuelta el porro y lo inhaló. Esta vez no se ahogó, al igual que yo, lo disfrutó.

Pasado un tiempo, Sara y yo comenzamos a reír de todo lo que pasaba a nuestro alrededor, no sé por qué, pero Sara se quitó la camisa. Supongo que por ser su primera vez está algo ansiosa.

-Hace calor aquí, ¿no?

-Si-digo imitando su acción retirando mi camisa y mi short también. Sara se retiró el pantalón y veo uno que otro moretón, pero en ese momento no importaba nada, solo nosotras.

-¿Jugamos?-dice Sara mientras camina tambaleándose hasta el reproductor de música.

-¿A qué jugaremos?-pregunto de forma extrañada.

-Jugamos a la guerra de cojines-tomó un cojín del sofá, me lo arrojó y encendió el reproductor de música. Mientras la melodía recorría la sala le arrojé más cojines. Hacía tiempo que no me divertía así.

Es algo extraño, estamos drogadas y en ropa interior jugando a guerra de almohadas versión cojines, pero... Creo que al menos está olvidando lo que le hizo ese infeliz. De alguna manera al estar con ella me siento completa.

La vida según SaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora