La mañana los sorprendió desnudos y abrazados, la luz de un curioso rayo de sol que se colaba entre medio de las cortinas molestó al rubio, que lentamente abrió los ojos, movió su brazo en busca de sus lentes y una vez puestos la imagen que le devolvió su mirada fue la de Yuu acurrucado en su pecho con su cabello acariciando su frente y un leve suspiro emanando de su boca, Kei se quedó unos minutos contemplándolo era realmente hermoso, sonrío y se acercó al rostro del pelinegro besando tiernamente su boca para despertarlo.
Yuu... -acarició el rostro del pelinegro para despertarlo-
Mmm... un ratito más –el pelinegro se removió apenas sin dar señales de querer levantarse-.
¡Nishinoya-senpai!
Kei levantó un poco más la voz a lo que Yuu respondió sentándose en la cama restregándose los ojos hasta que su cerebro estuvo despabilado y cayó en cuenta de quién estaba a su lado y de que aún continuaba desnudo, automáticamente se tapó su entrepierna con sus manos mientras sus mejillas se tornaban en un rosa más oscuro.
Creo Yuu, que ya he visto eso que tapas y mucho más –Kei sonreía burlón mientras observaba al mayor-.
Si Tsuki pero... -el rubio tenía razón pensó Noya pero aun así sintió pudor-.
Bueno iré a ducharme primero, o tal vez quieres que lo hagamos juntos –si al principio Kei sintió vergüenza, ahora era una nueva versión de él mismo-.
No ve tu primero –el pelinegro no podía creer que había hecho el amor con su kohai, que ahora éste volvía a ser el burlón de siempre y sobre todo que le coqueteara así, eran demasiadas cosas nuevas para él pero aun así su corazón estaba lleno de felicidad por ello no podía parar de sonreír-.
Si iré pero antes –sin preámbulo tomo el rostro del mayor para besarlo de una manera tan delicada y dulce que Noya solo pudo suspirar entre los labios de Kei-. Ahora sí, voy bañarme.
Mientras el rubio se encontraba en el baño, Noya daba vueltas de felicidad en la cama casi parecía un rombo de tanto girar, su cuerpo aun sentía las caricias propiciadas por el menor y la sensación cálida del pecho no se iba, por fin tenía nombre eso que sentía por el rubio sí eso era amor, un amor puro e inocente que brotaba en su pecho y ceñía todo su cuerpo.
Luego de que Kei se duchara y Yuu entrara por su cuenta a bañarse, el rubio se dispuso a hacer el desayuno, era sábado y el entrenamiento de la mañana se había suspendido solo le quedaba ir por la tarde al gimnasio así que tenía toda la mañana para disfrutar a su pequeño senpai, preparo huevos revueltos y un poco de café, el mayor se acercó por atrás para ver que cocinaba llevaba puesto un pantalón deportivo con su torso desnudo, y una toalla al cuello su cabello estaba aún húmedo lo que le daba un aire sensual sin siquiera saberlo, Kei apagó la cocina y giró a ver a su senpai su cuerpo simplemente se movió lo último que supo es que abrazaba la cintura del mayor y su lengua se colaba en el interior de la boca contraria cuando fue que Tsukishima Kei comenzó a ser cariñoso ni él mismo lo supo pero ahí estaba acariciando y abrazando a Noya.
Desayunaron tranquilos hablando y riendo de trivialidades, como Noya no tenía trabajo luego de lavar los platos usados se dispusieron lado a lado en el sofá para ver una película, Kei sostenía al pelinegro sentado en su regazo mientras rodeaba con sus brazos su cintura mientras Noya apoyaba su cabeza en el pecho del más alto con la mirada fija en el televisor frente a ellos.
Así pasaron las horas hasta que llegó el momento de la partida de Kei puesto que tenía entrenamiento; se vistió y deposito un tierno beso en su ahora novio para luego dirigirse a la estación de tren con rumbo a su universidad.
Todo el camino casi como si fuera una imagen fantasmal en el rostro del rubio se dibujaba una sonrisa, llego al gimnasio con esa sonrisa saludando a sus compañeros quienes lo miraban tan extrañados no se creían que fuera él.
Hey Tsukishima ¿te sucede algo? –el setter de su equipo le interrogaba confuso-.
Si estoy más que feliz –el rubio contestaba ensanchando aún más su sonrisa, a lo cual su compañero quedaba aún más confundido-.
Hey Hey Hey –la sonora voz de Bokuto interrumpía en el lugar-.
Bokuto-san creo que algo le sucede a Tsukishima –el mismo chico que anteriormente interrogaba al rubio ahora hablaba con su capitán-.
¿Qué le pasa a Tsuki? –ahora Bokuto era quien miraba al rubio confundido-.
Dios que no me sucedió nada pueden dejar de ser tan molestos y comencemos con la práctica –Kei se tomaba la cabeza en gesto de fastidio-.
Ves no le pasa nada sigue siendo tan simpático como siempre –Bokuto tranquilizaba a todos con eso, pero la verdad era que si había notado algo raro en Kei-.
La práctica pasó sin sobresaltos excepto la buena disposición de Kei algo que sorprendió a todos, ya al terminar cuando se estaban yendo todos fue el capitán quién detuvo al rubio para interrogarlo.
Bien Tsuki me dirás que sucede –Bokuto inspeccionaba con su mirada rapaz el rostro del rubio-.
Nada no pasa nada Bokuto-san.
Tsuki dime algo bueno te paso ¡cuéntame! –ahora el capitán sacudía el cuerpo del rubio en busca de respuesta-.
Y aquí ¿Qué está pasando?
Tanto el rubio como el de hebras bicolor giraron a ver al recién llegado.
Ooh Tetsu ven ayúdame Tsuki no me quiere decir que pasa.
Ya le dije que no pasa nada, Kuroo-san puede sacarme a su pareja de encima debo irme.
¡Pero Tsuki! –Bokuto fingía estar sumamente ofendido tomándose el pecho-. No le dirás a tu capitán que sucede eres mal compañero.
Bokuto-san mi vida privada no tiene que ver con el equipo.
Ooh con que por ahí viene el tema –Kuroo miraba sonriente al rubio- Así que sucedió....
Los tres fueron interrumpidos por una cuarta persona que entró al gimnasio.
Kei vine... -Noya había decidido ir a buscar a su novio a la universidad para ir a comer juntos y ahora se encontraba con la imagen de Bokuto sacudiendo al rubio y Kuroo a su lado haciendo preguntas-. Emm... ¿sucede algo?
Nada –Kei se soltaba del agarre de Bokuto dirigiéndose a su novio-. Linda sorpresa –repitió antes de besarlo-.
Bokuto y Kuroo se quedaron boquiabiertos al ver la escena del rubio besando a Noya aún no se la creían.
Wow wow wow –Bokuto era el primero en decir algo- asique era eso por lo que te veías tan feliz Tsuki.
No sé a qué se refiere Bokuto-san –Kei abrazaba a Noya-. Ahora con su permiso nos retiramos, hasta mañana.
Ambos salieron del gimnasio con Kuroo por detrás de ellos quien detuvo un segundo al rubio.
Me alegro por ti Tsuki –esbozo una sonrisa de lo más sincera-.
Gracias Kuroo-san.
Salieron de la universidad tomados de las manos rumbo al departamento de Noya a pasar otra noche juntos la primera como pareja pero no la última comenzando así a andar su historia de amor.
<<<FIN>>>
Bueno este es el final espero les haya gustado, gracias por leer y nos veremos pronto en otra historia, si quieren pásense por mi perfil tengo otra historia yaoi que si bien no tiene nada que ver con anime espero también la puedan disfrutar, sin mas saludos
SoleNami.
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El Guardián y la Luna
Fiksi PenggemarEl encuentro de Tsukishima con cierto senpai, le traerá nuevas experiencias a este chico tan amargo. Lo impensable surge en una noche de tragos.