Cristalizado (chanbaek)

5. Quinto

La música tenue se mezclaba a la perfección con las conversaciones alegres entre las mesas del restaurante. En una del centro, bastante amplia, se encontraba Jongdae brindando con sus colegas y amigos de la estación de radio por el aniversario de la misma. Sería un viernes lleno de diversión para él.

Estaba en medio de contar un chiste, cuando miró más allá de las  mesas, en el fondo, ¿no era ése el novio de Baekhyun? Pero no estaba acompañado de él. En una mesa para dos, se hallaba animado con una persona muy diferente. Le costó un tanto terminar su broma, distraído por el descubrimiento, y permaneció mucho rato observando para cerciorarse si de verdad sus ojos no se equivocaban.

Claro que no lo hacían, y sintió que una pequeña espina se clavaba en su estómago al ver que ellos se besaban, sin parar de coquetear en ningún momento. Le dolió bastante saber que Chanyeol engañaba tan descaradamente a su amigo.

No sabía de Baekhyun hace meses, no lo había vuelto a hablar siquiera por mensaje desde aquella vez en que fueron a su casa a cocinar. Era bastante extraño, y cada vez que él trataba de llamarlo o enviarle un mensaje, éste respondía cortante excusándose con que estaba ocupado, que no lo llamara más, o simplemente no contestaba, tampoco respondía los mensajes. Presentía que algo raro estaba pasando, porque no recordaba haber hecho nada mal para que se comportara así con él; su amigo nunca había sido así.

Sabía que, a pesar de todo, seguían manteniendo aquella relación y debía decirle lo que había visto -si es que no se había enterado ya por él mismo-. Tenía la esperanza de que ya no siguiera con Chanyeol, y que todo fuese sólo un malentendido,porque de no ser así era muy obvio que Baekhyun se sentiría terrible al saberlo. Se disculpó con que iba al baño por un minuto para abandonar la mesa, y atravesó el gran salón pasando cerca de la pareja adrede, morbo puro. Por suerte, ninguno de los dos se dio cuenta ni de su presencia ni de que los había estado espiando desde hace un rato. Estaban ensimismados el uno con el otro.

Habían pasado cerca de dos semanas desde aquel último incidente. Chanyeol más tarde se había disculpado con Kyungsoo por tratarlo de esa forma en la clínica, argumentando que había tenido una pelea con su padre la noche anterior y por eso sus puños estaban así. El enfermero comprendió, despejando cualquier duda de su relación con su novio, aunque sabía que a veces peleaban, era obvio que no eran la pareja perfecta si uno de los dos había buscado una aventura.

De todas formas, para recompensarlo, fueron a cenar  esa noche, con la promesa de que irían al departamento de Kyungsoo después.

Mientras, Jongdae marcaba el número de Baekhyun con avidez en el tocador, esperando impaciente a que contestara, intentando una y otra vez hasta que por fin escuchó su voz. Sin embargo, sonaba diferente, más triste, deprimido, sin esa chispa alegre a la que estaba acostumbrado.

Definitivamente, algo le había ocurrido.

*

Aquella tarde Chanyeol llegó rápido del trabajo porque  saldría con Kyungsoo en un par de horas y usaría la misma excusa de siempre: turno nocturno. Baekhyun, ingenuo -¡tan ingenuo!- hasta lo ayudó a escoger ropa para que se cambiara. De verdad que no sospechaba nada, y el más alto a menudo se preguntaba si encubría todo muy bien o en verdad su novio era un estúpido con mayúsculas.

—Chanyeol, —le dijo cariñoso, pasando ambos brazos por su cuello después darse un beso tierno y él lo sostuviera por la cintura —sabes que no me agrada que tomes tantos turnos de noche, también necesitas descansar. Podrías dejar a alguien más... —Sentía que todo iba normal esa tarde, él era cariñoso y amable, y eran esas instancias las que  utilizaba para decirle ese tipo de cosas, con cuidado, escogiendo cada palabra con delicadeza.