La cita.

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Estoy listo, parezco oler bien y verme excelente, la estoy viendo justo frente a mí, caminar con sus frágiles tobillos y sus hermosas rodillas, lleva un hermoso vestido y su preciosa sonrisa adornando tal cuadro. Es perfecto.

-Hola, lamento llegar tarde amigo, el tráfico ya sabes.- Dijo ella con su hermosa voz. 

-No es nada Victoria, esperaré lo que sea necesario. 

-Puedes llamarme Vicky si quieres, todos lo hacen. 

-Vicky será entonces, ¿traes tu arco? .Dije.

-Sí aquí está, ¿por qué estás tan elegante? 

-Es sólo que siento que es un día especial.

Sin parecer importarle mi aspecto se puso en pose para tirar la flecha tal y como le enseñé, pero esta vez me puse detrás de ella colocando mis brazos sobre los suyos, mi barbilla en su cuello y mi boca cerca, muy cerca de su oreja. 

Pude sentir como se erizaba mi piel y pude observar como la de ella también y en una milésima de segundo, dije ''te amo'' y la flecha se disparó justo en el blanco.

-¿Qué dijiste?

-Te amo, Victoria, en verdad te amo.

-Eso no es cierto

-¿Y por qué no?

-Apenas me conoces ¿qué rayos te pasa? 

-Llevamos una semana conviviendo y...

-Eso no es ni un poco de tiempo.-Interrumpió Victoria.- Escucha, me tengo que ir.-

Caminó algo nerviosa pero decidí alcanzarla y plantar mis pies frente a ella.

-Espera, no te vayas, te lo suplico.

-No, no puedo.

-Escucha, no soy bueno con esto del amor, soy un novato realmente, creo que lo dije sin pensar lo siento, es que yo... Me atraes mucho y quizás confundí cierto sentimiento.

-Está bien, no hay problema, pero no estoy lista para nada de eso ahora.

-Mira, dame una oportunidad, déjame cortejarte, como en los viejos tiempos, día tras día hasta que tu corazón te diga que sientes algo por mí, si al final del verano no logré un cambio puedes olvidarte de mí para siempre, desapareceré de tu vida, lo juro. Por Zeus. 

Victoria no contestaba, estaba callada y su mirada era de pensar, los segundos parecían minutos y no sabía qué hacer, es como si mi cuerpo se congelara y su respuesta fuera de vida o muerte.

-Está bien.-Dijo.- No es necesario que desaparezcas ni jures nada, pero si no funciona sólo quiero que sigamos siendo buenos amigos ¿correcto? 

-Correcto.

Estaba emocionado por dentro, esta sería mi oportunidad de volver al Olimpo de nuevo. 

La ironía del amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora