XLII

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28 noviembre 2011

Estaba con mi "papi", así le decía a mi abuelo, y a mi abuela "mami" de hecho, todos los nietos y bisnietos les decíamos así.

-Papi, en Alemania hay un muchacho que me gusta mucho- le dije

-Ay mija, sí me dijo tu mamá, lo que no me gusta es que es de Bayern- dijo bromeando

Mi abuelo era hincha de la Juventus

-Pero, papi, es buen muchacho-

-De eso no tengo duda, y mija, si te gusta ese muchacho, lucha por él, pero date a respetar como tus tías y tu madre. Tráelo aquí para conocerlo- dijo igual con esa sonrisa

-No papi, para que quiere, mis tíos se lo van a agarrar-

A lo que me refería era a que toda mi familia era de beisbolistas, también veían fútbol, pero sus corazones eran para béisbol. Mi "papi" y uno que otro tío también veían fútbol, eso fue, porque 2 sobrinos de mi abuela materna son futbolistas profesionales.

-Lo quiero conocer, para decirle lo buena muchacha que eres, pero creo no será necesario, él se dará cuenta por su cuenta-

-Ay papi- dije suspirando – por cierto, tengo un regalo para usted – dije buscando en mi bolso y sacando una cajita

- ¿Qué es? - me preguntó

-Se acuerda que una vez me dijo 2 de sus sueños en la vida- le dije en forma de pregunta

-Sí- me respondió

-Me dijo de uno el cual ya lo cumplió que, como cualquier fan del béisbol, era visitar el estadio de los Dodgers, el otro, era tener una playera de la Juventus firmada por el mismísimo Gigi Buffon- terminé y le entregué la cajita

Esa cara, nunca la voy a olvidar, casi se le sale una lágrima, y sólo pudo susurra un "gracias"

-¿Cómo la conseguiste? – preguntó

-Bastian es buen amigo de él- le respondí

Memorias ║ Bastian SchweinsteigerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora