La Vuelta Al Mundo

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Me fui tras de ti persiguiendo mi instinto

Cuando había aceptado viajar con Sam, había vivido de las cosas más locas, iniciando por que sin lugar a dudas nuestra opinión difería en ciertos momentos.

*🛫*

Deje mi bolso en la parte trasera del auto y subí de copiloto, sí, copiloto en mi propio auto, Sam había insistido hasta que logró apoderarse del volante. Podía apreciar la emoción en su rostro, tocaba el volante del auto con tanta delicadeza, sintiéndolo entre sus manos y analizándolo.

—. ¿Piensas arrancar algún día o solo apreciarás el volante?—. Le dijo interrumpiendo su pequeño momento íntimo con ella misma.

—. Sabes, si tienes algún problema puedes quedarte—. Me dijo fijando la mirada en mí, levante mis manos en señal de rendirme—. Bien—. Murmuró encendiendo el auto—. Bien—. Repitió, puso el cambio en reversa y antes de arrancar dijo una vez más—. Bien.

—. Bien—. Le dije, mirándola, no arrancaba, solo estaba ahí, mirando el retrovisor—. Te espero.

—. No suelo hacer esto sabes—. Me dijo mirándome directamente a los ojos, me asusté cuando dijo eso.

—. ¿Qué cosa? ¡¿Conducir?!—. Le reclame apuntó de empujarla fuera del auto.

—. Conducir no, idiota—. Me dijo algo fastidiada—. Viajar con alguien—. Me tranquilice, luego la mire extraño.

—. ¿Y tus amigos en Florida?—. Le pregunté confundido.

—. Solo viajó con ellos de vez en cuando, los llamo y les pido un viaje a otra ciudad o algo—. Me explico—. Pero usualmente viajó sola—. Asentí mirando hacia el frente—. Sé que a ti no te importa pero siempre suelo ser yo—. Me dijo, negué rápidamente.

—. No, no lo tomes así, me importa, solo que no se que debo decirte, yo siempre hago lo que mi padre me ordena, así me criaron, es la primera vez que le digo que no y que le miento—. Le dije tomando su rostro entre mi mano y obligándola a mirarme—. Serán nuestras primeras veces en algo—. Bromee.

—. Sí—. Me dijo sin zafarse de mi agarre, continúe con mi mirada sobre ella.

—. Sí—. Repetí viendo sus labios.

Me conocía perfectamente, y a lo largo de mi vida solo me había gustado una persona, Carly, era mi mejor amiga en la preparatoria y yo había estado tras de ella desde la primera vez que la había visto, nunca fuimos novios pero la había besado un par de veces y también había tenido sexo con ella, eso antes que se fuera de viaje con su hermano Spencer, quien sin lugar a dudas era el adulto más divertido del mundo.

Y de las veces que solía hablar con Carly solo un recuerdo albergaba mi mente. El mirar sus labios, solía hacerlo con mucha frecuencia, cuando todo de ella me llamaba y me exigía que la besara, bueno, cuando todo de mi creía eso puesto que Carly no tenía muchas intenciones de besarme en secundaria.

Y ahora estaba yo de nuevo deseando besar a otra chica que apenas y conocía.

—. Ya vámonos—. Me dijo Sam zafándose de mi agarre—. Nos espera un largo camino hasta Florida.

Asentí mirando había adelante, tenía que concentrarme en todos los obstáculos que tendría de ahora en adelante.

—. ¿Pasaremos por alguna tienda?—. Le pregunté mientras conducía, negó.

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