ELÍZABETH
Aquí estoy. El primer dÍa de clase en el despacho del director. Han llamado a Ian hace cuarenta y cinco minutos, pero sigue sin aparecer. El director está escribiendo en el ordenador mientras que Emma se encuentra en una esquina de la habitación, -lo más lejos posible de mí- hablando con un chico que creo que es su hermano. Sí, pelo rubio, ojos verdes, mirada afilada y rasgos esbeltos. No hay duda de ello.
Jugueteo con un hilo que sobresale de la falda y cambio de postura. El despacho es el típico de los colegios de las películas: estanterías con libros de todo menos divertidos, un escritorio y varias sillas al lado, una montaña de papeles en una esquina de la gran mesa de madera y fotos de antiguos alumnos graduados. Además de las paredes blancas. En resumen, un despacho soso y aburrido.
Todos giramos la cabeza en dirección a la puerta al escuchar a ésta abrirse, e Ian aparece por ella. Lleva el traje con el que ha salido de casa esta mañana y un maletín en la mano.
-Buenos días- saluda con un apretón de manos al señor Gordon y me lanza una mirada de soslayo.
El director cierra la tapa del portátil y carraspea.
-Bueno, ya estamos todos. Sentaos por favor -pide con un gesto. Ian se sienta a mi lado y deja su maletín en el suelo-. Os he llamado porque ha ocurrido un incidente a la hora de la comida. El conserje ha encontrado a estas dos señoritas peleándose en el comedor.
Noto que Ian se tensa al ver al hermano de Emma. Y cómo éste entrecierra los ojos en dirección a mi tutor.
El despacho se queda en silencio. Se puede cortar la tensión con un cuchillo. Después de unos incómodos minutos, Emma habla.
No puedo siquiera mirarla sin tener ganas de apretarle el cuello con su collar de perlas.
-Yo no he hecho nada- su voz chillona hace que se me ponga la piel de gallina-. Ella ha empezado. Yo estaba tranquilamente hablando cuando me dio un puñetazo en la cara, o sea no es mi culpa. Ha sido ella.
Resoplo quitándome un mechón rebelde de la cara. La miro con odio.
-¿Quieres dejar de decir mentiras?- le contesto-. Aunque pongas esa cara de niña buena nadie te va a creer.
-¿Mentiras?- se lleva una mano al pecho, haciéndose la ofendida-. Estoy diciendo la verdad.
Bate las pestañas postizas que lleva en direccion al director.
-Puta zorra- gruño sin poder evitarlo.
Ian me pellizca el brazo con fuerza para que me calle.
Emma abre la boca, indignada. No puede ser más ridícula.
-¿Ha visto cómo me ha llamado, señor director?- me señala con un dedo. Levanto las manos en forma de protesta-. Yo sólo quería ser amable.
Empieza a sollozar. Oh, esta sí que vale para teatro.
-Me cago en tu puta ma...
-Elízabeth- murmura Ian.
Me cruzo de brazos y le miro mal.
Suspira y se pasa la mano por su pelo negro azabache .
-¿Qué? Sólo estoy diciendo la verdad- me encojo de hombros.
-Hundson, cuida a tu niñata -interviene el hermano de Emma-. No voy a consentir que hable así de mi hermana. Ella es un cielo, todos sabemos que no sería capaz ni de matar a una mosca.
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364 días
Romance" Durante trescientos sesenta y cuatro días he querido huir de tus garras, pero me acabo de dar cuenta de que mi lugar está entre tus brazos " Portada hecha por G_LetrasConSentido. ¡Gracias!♡