Capítulo 7

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ELÍZABETH

Algo me moja la cara. Abro los ojos lentamente y me encuentro con el hocico húmedo de Trece.

Le apartó suavemente y vuelvo a cerrar los ojos.

Piii, piii, piii.

Le pego un manotazo al despertador y lo apago. Me tapo con la manta hasta las orejas, y entierro la cabeza en la almohada.

-¡Elízabeth, arriba! -grita Ian desde el pasillo- ¡Hoy es martes!

Suelto un grito de fustración y tiro las sábanas al suelo.

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-Alguien se acostó tarde... -canturrea James, señalando mis ojeras.

Le gruño mientras saco el zumo de naranja de la nevera.

-Y alguien debería estar en la universidad en vez de tocándome las narices - me siento frente a la isla de la cocina y le doy un buen bocado a la tostada.

-Elízabeth -dice Ian desde detrás de su periódico.

Con la boca llena de mermelada y pan, enarco las cejas.

-¿Qué? -me limpio las manos con una servilleta y dejo los platos en el fregadero- Ha empezado él.

Ian suspira y dobla el periódico.

- Tío, ¿Hoy no vas a trabajar? -pregunta James robándome mi vaso de zumo.

Mi tutor niega con la cabeza.

-Me toca por la tarde.

Cuando he salido de mi habitación esta mañana, pensé que era el fin del mundo. Ian no llevaba traje, sino unos vaqueros y una camiseta de manga larga, ha sido muy raro.

-Será mejor que nos vayamos yendo ya -dice James cogiendo sus llaves.

Resoplo mientras cojo la chaqueta del uniforme. Estamos a finales de abril, pero sigue haciendo frío.

-Hasta esta tarde -me despido con un gesto.

Ian asiente con la cabeza, sin decir nada.

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La clase de Química está abarrotada. Hay tres mesas alargadas colocadas en paralelo y separadas por pasillos en los que sólo cabe una persona. Las sillas son banquetas a lo largo de las mesas, de color marrón. Hay telescopios y probetas con líquidos de colores por todos lados, y las paredes están cubiertas por pósters de científicos y de la tabla periódica.

Un escalofrío me recorre la columna. La Química y yo nunca nos hemos llevado bien.

Diviso la melena azul de Jamie y me siento en el hueco que hay detrás suya, que por suerte está vacía.

-¡Hola! -me saluda dándome un abrazo-. ¿Qué tal ayer? ¿Te castigó el director Gordon? ¿Y Emma?

Dejo la mochila en el suelo y saco el libro y un cuaderno.

-Una semana entera limpiando la clase de música -me encojo de hombros-. Pero ha valido la pena. Deberías haberla visto...

-Estás en mi sitio.

Jamie y yo nos damos la vuelta y vemos a Emma.

-¿Tu sitio? -aunque sea más alta y tenga cara de asesina, no me inmuto-. Aquí no veo que ponga tu nombre.

Emma bufa como un gato.

-Me he sentado ahí durante todo el semestre. No es mi culpa que no hayas estado.

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⏰ Última actualización: Jun 11, 2017 ⏰

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