Ese olor, ¿de dónde viene?
Ese olor que me vuelve loca,
tan intenso y excitante,
tan peligroso y dulce,
tan... él.
Cómo tú, de todo el mundo,
puedes hacer que camine con las manos.
Cómo tú, un simple ser,
puedes hacer que la gravedad me clave al suelo.
Cómo tú, que no eres más que un chaval,
puedes ser el dictador de mi alma.
Ese olor que paraliza mi sistema nervioso,
¡es impensable que tu puedas controlarme!
Pero aquí estás dictando lo que debo hacer,
y yo, como una estúpida, sirviendo a vuestra merced.
Ese olor que está hasta en mis huesos
impregnado,
que nada más olerlo me hipnotiza,
y toma el control sobre mi.
A veces me sigue hasta mi cuarto,
y dejo el boli para olerlo,
y cuando sonrío para mí misma,
lloro. Lloro porque sé
que aunque lo huela,
nunca será mío,
y nunca lo tendré a mi lado,
porque eso implica estar contigo,
pero ya se sabe que le pertenece a ella,
y no a mi, ni siquiera a ti, sino a ella.
ESTÁS LEYENDO
Poemas de un alma rota
PoetryPoemas personales deprimentes sobre el desamor, el dolor y la tristeza.