Poemas de un alma rota

Desenganchada

Crei haber podido seguir con mi vida,
Que ya no me importabas para nada.
Pense que mi herida ya habia sanado,
Pero solo te olvide por un puto rato.

Que idiota fui.
Idiota por creer que habia escapado de ti.
Eres como una droga que me engatusa con su aroma.
Pero hoy ya termino.
Ese trocito que seguia enganchado ya hoy murio.
Murio hoy al verte en el bar sentado,
Con una chica desconocida de pelo largo.
No quiero admitirlo, pero me di cuenta.
Tu pelo se encontraba mas arreglado.
Camisesta de Levi's y chaqueta de cuero.
Pantalones caquis y los zapatos ni me acuerdo.

Pero el pelo. El pelo era lo importante.
Me di cuenta de que ya no eramos unos niños,
Habiamos ya crecido.
Me di cuenta que despues de tantos veranos
No me pensaste ni una vez.
Ni siquiera me cruce por tu cabeza.
Es patetico todas las noches en vela,
Que pase imaginandome estupidas escenas.

Me irritaba la risita de esa mujer,
Cada vez que la oia deseaba desparecer,
Cada vez que te veia me dolia el alma,
No quiero admitirlo pero de verdad me mataba.
Especialmente esa mirada.
Esa mirada dulce y coqueta.
Esa mirada que miraba solo a ella,
Mientras mandas al resto del mundo a la mierda.
Si, esa mirada que nunca consegui,
Aunque solo tuviera ojos para ti.

Pero no pasa nada, porque ya no soy una niña.
Soy una mujer que sigue con su propia vida.
Y no creas que este poema es un lamento,
No, es un agradecimiento.
Doy gracias a que te vi sentado en el bar,
Porque por fin deshice el hechizo,
Dandome la libertad de llorar,
Para despedirme de ese trocito