Estaba en un centro comercial muy lujoso, mi madre caminaba frente a mi junto a... ¿La señora Diamond?... Extrañada vi a los lados, un chico rubio caminaba a mi izquierda -¿Hermano?- espera, no tengo hermanos... Sacudí mi cabeza, a mi derecha caminaba una pequeña rubia; su rostro iba bajo así que no la reconocí... Mi madre y la señora Diamond caminaban tranquilamente hablando de negocios –Aburrido- dije bajo –Madre... ¿Puedo ir a ver el patio trasero? Podría ver el Abra Solar de Otero- dije levantando un poco la voz para llamar la atención de las mayores, ellas voltearon y asintieron –Claro, vayan los tres- así que esos dos rubios si iban con nostras, los vi y comencé a caminar a las afueras del centro comercial, salí y en efecto, vi la hermosa fuente que recordaba de pequeña, a estas horas no estaban encendidas las luces pero en las noches se podían ver los movimientos de los chorros de agua acompañados de luces de diferentes colores... Comencé a caminar más lento dirigiéndome al Abra Solar... No sabía porque, pero me gustaba verla, el chico se quedo detrás de mí y la chica comenzó a caminar más rápido, algo llamo mi atención de ella y trate de alcanzarla, ella comenzó a subir unas pequeñas escaleras y ahí la reconocí -¿Peridot?- mi voz se escucho lejana y baja, sin embargo ella se detuvo y volteo a verme, luego al chico y después bajo la mirada triste, sentí un nudo en la garganta, acabe con la distancia que había entre nosotras y torpemente la abrace dejándola en una posición en la que no podía apartarse o corresponderme al abrazo... Suspiro sin levantar la mirada... -¿Puedo?- pregunte casi en un susurro, ella alzo la vista y se volteo quedando frente a mí, tomo mi rostro entre sus manos y asintió –Puedes- me dijo y la abrace mas fuerte mientras ella me daba besos en el rostro... Eran besos tan lentos que podía sentir sus suaves labios separarse de mi piel, besos cálidos que me hicieron temblar, solo trataba de procesar la sensación que sentía pero no habían palabras para definirlo, atine a darle un beso en el cuello y otro en la clavícula, ella estaba un par de escalones más alto que yo y quedábamos casi a la misma altura, aparto mi rostro y con suavidad unió nuestras frentes... Quedamos así unos segundos, vi al chico pasar a nuestro lado, alzar una ceja confuso al vernos y seguir caminando... Peridot al ver esto no sé porque exactamente, sonrió, separo nuestros rostros pero no mucho, aun podíamos sentir la respiración de la otra... Mi vista vagaban de sus ojos a sus labios que se encontraban un poco abiertos, note que la de ella también, acaricio mis mejillas con sus pulgares y nos fuimos acercando lentamente... ¿En serio iba a hacer esto? ¿Iba a besar a esta chica aquí? ¿Ya? ¿En serio estaba pasando?... Cerré los ojos cuando mis labios estaban a punto de tocar los de ella y... Todo quedo oscuro...
...Era un Estúpido sueño...
Desperté agitada... Mi cabello estaba revuelto al igual que mi cama y las sabanas, me senté y toque mis labios -¿Qué... Qué acabo de soñar?- revolví mi cabeza como un perro sacudiéndose -¡Oye! ¡Calma!- me di unas palmadas en el rostro –Solo has hablado con ella por teléfono... Cálmate Lapis Lazuli- me levante obligada, tome mi toalla y me fui al baño, una buena ducha solucionaría todo...A las 11 a.m. estaba bañada, con nueva cara y mucha hambre... Llame a Steven, un viejo amigo con el que estudie en la universidad para ver si quería ir mas tarde al cine, marque y en seguida contesto...
-¡Hola Lapis! ¿Cómo estás?- Steven siempre tan animado
-¿Qué hay Steven? Todo bien, ¿y tú?-
-¡Oh genial! Al fin estoy saliendo con Connie aunque estamos en esa etapa donde sus padres prefieren que salgamos con un chaperón- esto último lo dijo un poco desilusionado
-¡Oh vamos! No lo puedo creer, si Connie acaba de cumplir 18, ya es tiempo de dejarla un poco más libre-
-Opino lo mismo pero la señora y el señor Maheswaran no...-
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¿Qué es lo que siento por ti?
FanfictionConocí a Peridot en un accidente... aunque estabamos en aprietos no podía dejar de pensar en que era muy linda... muchas cosas pasaron ese día y sin darme cuenta nos hicimos amigas; pero yo sentía extraños sentimientos en mi... no se explicarlos, no...