CAPITULO 3. Hyde Park

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Sentado en la grama, recostado bajo un sauce llorón de tronco robusto y copa globosa, repleto de flores agrupadas como espigas entre ellas. Unas que otras logrando tocar el suelo con ayuda de la brisa, rozándose suavemente, creando un efecto caparazón sobre mí. La luz del sol atraviesa parpadeante a través de las delgadas y flexibles ramas del gran Salix. Me hallaba allí, como todo un bohemio admirando la majestuosidad del lugar, y plasmando en mi mente <<El Estanque de Ninfeas>> de Monet. Pero, solo faltando algo en aquel hermoso lienzo. La perfección hecha mujer, mi querida Lis. Sin que nada más pasara por mi mente, allí se hallaba ella.

Desconocía sobre el extraño deja vu, pero totalmente agradecido por haber tenido este momento a su lado; Ella, por otro lado se encontraba lejos de mí, observando con gracia el lago Serpentine desde el puente que pasa por encima de éste. De vez en cuando intercambiamos miradas. Supongo que también, al igual que yo, se preguntaba qué estaba ocurriendo.

Ambos sonreímos al contacto directo como un par de enamorados. Decido acercarme a ella. Dos ardillas corretearon a mí alrededor, una y otra vez con cada paso que daba, jugueteando mientras acortaba la distancia que había entre nosotros. Al llegar, me acomodé a su lado, recostándome poco a poco hacia ella. Seguía estando allí con su mirada fija en el lago. Yo le observaba, detallando su mirada.

-Es un hermoso lago- acoto sin pensar.

-Sí, mi padre solía traerme a este lugar cuando era niña, me decía que si quería hallar respuestas, aquí las encontraría -

- ¿Te refieres a nosotros, a lo que nos pasa?-

-claro, supongo que debe haber alguna explicación lógica a todo esto. ¿No te parece? -

-No todo en esta vida tiene una explicación, a veces solo debes aprovechar las segundas oportunidades que nos ofrece el destino -

Ella me mira y sonríe, -Aún hueles a vodka-

Ambos reímos al unísono; nos quedamos ahí, jugueteando con nuestras miradas.

Le tomo de las manos. -Lo sientes ¿Verdad? ¿sientes la estática cada vez que nos tocamos? -

Su mirada expresaba asombro -Sí, pensé que solo yo la sentía, que era cosa mía. Pero ya veo que no. Qué cosa más extraña. -

-Sí, un poco, pero, se siente bien -

-Sí, concuerdo contigo-

Nuestras miradas se unen nuevamente, en silencio. Ella toma mi rostro con sus dos manos de una forma muy seductora. Acto seguido, sus labios ya estaban humedeciendo los míos. Yo la abrazo y nos perdemos en un sinfín de besos apasionados, sin que nos importe el resto del mundo. En una toma de aliento ella se muerde los labios tan sutilmente, que busco de volver a besarla, pero me detiene con su delgado y blanco dedo.

-Espera- me dice casi al borde del susurro y con una mirada desbordante de ternura. - ¿Crees que mañana todo lo que sentimos y vivimos hoy se acabará? ¿Crees que esto solo está pasando en algún tipo de sueño y que no recordaremos nada al despertar?-

-No lo sé Lis, para ser sincero, si es un sueño, tengo miedo de despertar y no recordarte. Aunque para mí sería imposible no recordar a la dueña de mis cinco sentidos. Lo único que deseo es que nos olvidemos del mañana. Y aprovechemos el ahora, sino, esta oportunidad que nos brindó la vida habrá sido en vano. -

Sin decir nada, ella vuelve a estallar en mí sus dulces y carnosos labios rosados. Yo la acaricio suavemente, sintiendo el tacto de su delicada piel, rozo con mis dedos los hoyuelos que se encuentran al final de su espalda. Y, poco a poco la presiono más hacia mí para no dejar que el destino se la lleve, para que quede plasmada en mí por el resto de mi vida.

Todo el Tiempo a tu LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora