CAPITULO 5. De nuevo en el terminal N°5

43 1 0
                                    

Mensaje: Hola buenos días, Espero que estes bien. Soy V.

5 minutos más tarde...

Mensaje: V, ¿Dónde estás?

Llamando...

- Aló.

-Aló, ¿Dónde estás?

-En el aeropuerto aún, ¿Y tú?

- ¿En serio? que bueno, yo estoy justamente donde nos encontramos la última vez.

-espérame ahí, estoy cerca. 

-esta bien...

Al colgar, comencé a recordar el momento que pasamos en el hotel; momento en el que perdí todos mis sentidos, ¿Quién se imaginaría que algo así podría suceder? Su olor, su cuerpo desnudo, sus labios. Ella era perfecta, y aunque por poco tiempo; fue mía, solo mía. 

-Señorita, buenos días.

-¡Hola! Mientras me abrazaba y besaba. 

Siento como si solo fueron minutos que no te veía.

-Yo sentí que fue una eternidad.

La agarre por la cadera y la acerqué, tomé suavemente su nuca y la besé. La besé como si no existiera nada a nuestro alrededor. Es tan hermoso amar a esta mujer, que todo esto parece un maldito sueño.

-Vamos. Me dice. Vayamos de nuevo a nuestra habitación.

- Ok, vamos.

¿No te parece raro? Digo sin pensar

-¿Qué sucede? 

-He tratado de observar y detallar a las personas que nos rodean, pero no recuerdo haber visto sus caras. Es como si el tiempo para los demás transcurre normalmente, pero para nosotros se haya detenido, o se repitiera.

-¿Por qué lo dices? 

-La primera vez que pasó. Se supone que debía tomar el mismo taxi, pero ese no estaba, así que tuve que tomar otro; y no solo eso, ocurrieron muchas cosas diferentes.

-fue por lo que hice, o lo que hicimos. Virgo, en realidad eso no explica nada.

-Bueno, sin irnos muy lejos, el día que estuvimos en Hyde park tú recibiste una llamada de Daniel, ¿Cierto? pero cuando estuvimos en el hotel, a la misma hora, él no te llamó. Lo que quiero decir es, no es que nosotros estemos atrapados en un bucle o ciclo repetitivo, ni nada por el estilo; ni que para las demás personas los días transcurren normal. Es que quizá ellos viven el mismo día igual que nosotros pero cada día les dan ganas de hacer algo diferente, es como si sintieran que, lo que tenían que hacer ya lo han hecho y deciden hacer algo más

-ya entiendo lo que quieres decir. Ellos, al igual que nosotros repiten el mismo día, pero no las mismas cosas.

-Sí, exacto; puede que solo sean cosas mías, pero es difícil no pensar en todo esto.

A medida que llegamos a la entrada del hotel, noté la presencia de un hombre que nos seguía. Delgado. Su porte, su tamaño me resultaba familiar. No podía distinguirlo por una gorra negra que tapaba su rostro. No fue sino hasta que se acercó a donde estábamos y fue Lis quien se dió cuenta de que era la persona menos esperada de este mundo. 

-¿¡Daniel!?

-¿Puedes explicarme qué mierda haces aquí, y con él? Es que no puedo creer ésta locura.

-daniel. Dice lis. Su voz fue tan aguda y apagada que casi ni se escuchó.

¿Qué hice mal para que andes de puta con cualquiera?

Todo el Tiempo a tu LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora