Capítulo VI: Sabor a veneno

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- Está hecho...

TaeMin despegó los ojos del libro que leía, mirando a MinHo. Había estado echado, literalmente, en el sofá de la sala, pintando el libro con un lápiz brillante para destacar las ideas importantes y así preparar su próximo examen, aprovechando la soledad del departamento luego de que MinHo saliese temprano por la mañana.

Maldita la hora en que se había decidido por llegar de sorpresa.

- ¿Qué es esto? – dijo tomando la carpeta que MinHo le ofrecía mientras le sonreía de forma escalofriante.

- Míralo por ti mismo

Y así lo hizo. TaeMin dejo su libro a un lado y ojeó los papeles y comprendió la sonrisa del moreno.

- Bien, somos dueños de las empresas de nuestros padres, no es nada que no supiera que iba a pasar...

- Sí, pero yo apresuré las gestiones, de no haber sido por mí, quizás todavía no las tendríamos oficialmente en nuestro poder – recalcó MinHo con suficiencia – Ahora podemos hacer la otra parte, lo que habíamos planeado...

- Sí MinHo, bien por nosotros...

MinHo enarcó una ceja, luciendo confundido.

- ¿No dirás nada?

- ¿Pretendes que te agradezca algo que iba a pasar tarde o temprano? – le respondió TaeMin dejando la carpeta a un lado para tomar su libro – ¿Te olvidas que para esto nos casamos?

- Pe-pensé que, bueno...

- Escucha MinHo, nuestros padres nos obligaron a casarnos para librarse de cargos judiciales que ahora caerán en nuestros hombros, no entiendo qué es lo que te tiene tan feliz... ahora, necesito estudiar, ¿Podrías dejarme solo? Yo llegué a la sala primero

Las últimas semanas así era su relación. Después del altercado con MinHo, TaeMin había tomado su distancia. No le había dicho nada a KiBum de la golpiza que su flamante esposo le había propiciado, no quería tener más problemas, pero eso no quitaba el hecho de tuviera que fingir que nada pasaba entre ellos.

Bueno, realmente, no pasaba nada, excepto MinHo queriendo consagrarse con el castaño. '¡Arregla esa mierda ahora MinHo!' le recriminó JongHyun cuando le contó lo que había hecho al golpear a TaeMin. Lo demás fue un palabrerío que MinHo veía venir y simplemente porque sabía que se había equivocado y que todos sus planes estaban en peligro de fracasar.

Cuando se suponía que debía de estar conquistando a TaeMin para así quitarle la empresa de su familia, estaba haciendo todo lo contrario. Pero, para ser sinceros, a MinHo casi ni le importaba aquello, porque compartir el departamento con un TaeMin fantasmal que casi ni veía o que, solo le devolvía miradas de odio y desprecio, ya estaba colmando su paciencia. Eso sin mencionar que el Sr. Park seguía entregándole fotografías de las citas del castaño y JongIn, en donde TaeMin era otro TaeMin. Uno que sonreía, se sonrojaba, parecía feliz y menos desdichado.

Porque sí, ahora sabía el nombre del tipo, de qué familia venía, cuánto ganaban sus padres, qué era lo que estudiaba y bueno, MinHo sabía todo del tipo. Pero aquello no quitaba la culpa que sentía.

- Claro...

MinHo musitó aquellas palabras, tomando la carpeta para irse de ahí. Había una especie de acuerdo 'no dicho' en donde TaeMin siempre evitaba los espacios en donde estaba MinHo y, con el paso de los días, el moreno se empezó a acostumbrar a eso, evitando los lugares del departamento en donde estaba TaeMin simplemente, porque sentía que debía hacerlo.

[ El Contrato ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora