Tonight ♡ jjk.2

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No era primavera pero sentía todo mi alrededor resplandecer como si de fuertes y sólidos colores se tratase. Tenía una cita con Hyeoyeon, la primera de todas, no es un simulacro.

Se me creaba un vacío en el estomago bastante incómodo pero confortable, mi corazón latía muy rápido cuando pensaba en que esta vez íbamos a hablar, no que solamente yo me dedicara a soltar palabras, estaba inquieto. Incluso, casi iba dando saltos y besando la frente de las personas que pasaban a mi lado en la calle por la felicidad, no cabía en tanta dicha.

Los sonidos estaban fuera de mí, totalmente en segundo plano, ni la multitud quejumbrosa ante mi actitud de niño entusiasmado podía bajarme de aquel trono de gracia, realmente estaba feliz, me sentía de una manera que sabía muy bien, nadie más que Chae Hyoyeon podía hacerme sentir.

Eso era ser muy vulnerable ante su existencia, algo malo, pero se sentía tan bien.

De camino al restaurante decidí intentar sorprenderla con algún regalo, quizás un chocolate o una flor. Pero ahora se me creaba una duda en la cabeza: "¿A ella le gustará?"

Estaba en un pequeño dilema frente a los diferentes tipos de pétalos frente a mi. No sabía si ella era alérgica o no, no sabía si le gustaba el chocolate, tampoco tenía en claro si aceptaría algún peluche, o siquiera si le gustaban los presentes, era triste, no sabía de ella lo suficiente como para saber qué le gustaría, era una pena haber pensado que sí la conocía.

Salí de todas las tiendas de paso con las manos vacías, no llevaría nada, prefería no correr el riesgo con algo así y cagarla, como solía hacerlo, sería mejor algún detalle cómo correr con la cuenta. Eso era más factible.

[🌨]

—Viniste.

Miró de soslayo antes de contestar. Ahora solía mirarme más que hablarme.

—Yo si cumplo con mis palabras.— soltó al viento antes de suspirar de cansancio.

—Aah—... No sabía que decir.— ¿Cómo has es–

—Al grano Jungkook— posó ambas palmas sobre sus mejillas, como solía hacerlo cuando prestaba atención en clase, al parecer muchas de sus costumbres aún no desaparecían— No me interesa saber cómo has estado, tampoco me es grato contarte lo que he pasado y gastar el poco tiempo que te voy a dar.— ¿Poco?— ¿Para qué volviste a mi vida? Y explica rápido, tengo algo que hacer luego.

¿Y nuestra cita?

—Volví para luchar por ti.

—¿Y qué más? Eso no me explica nada.

—Hyoyeon, tengo tantas razones que podría decirte... pero tú haz dicho que no tienes tiempo de escucharme, vete ahora y cuando tengas tiempo podemos volver a hablar.— intenté sonar calmado y decidido, que no se notara mi decepción y tristeza. Hyoyeon me ponía triste.

—Bien— rodó sus ojos. Realmente me estaba doliendo—, dame tu número.

—Eh, si. Digo ¡Sí, sí!

Quizás, solo quizás, si tenía esperanzas.