Dulce odio. « Kim SeokJin »

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– ¿Disculpa?. – Hablé, mirando al joven como colocaba todas las carpetas en la mesa. Soltó un suspiro que se sintió horriblemente pesado. Y de nuevo me miró. – Sí, ¿qué haces aquí?, a mi no me ha llegado ninguna información que personas que no forman parte del consejo podrían estar en la sub dirección. – Bufó cruzándose de brazos, y observó ahora al chico que estaba detrás de mí.

– Ahh, pero Tae no forma parte del consejo, ¿entonces por qué todos los días se la pasa aquí?. – Pregunté, sentí como Taehyung y el compañero quien anteriormente revisaba su celular ahora se sobre saltaban, claramente nerviosos o incluso incómodos.

– Taehyung es algo a comparación con una desconocida, lo siento. – Dijo entre dientes, tomó un bolso que se encontraba en unas de las esquinas de la habitación y dió ademán de marcharse, pero antes de irse mencionó: « – Iré a buscar las otras carpetas y a hablar con los demás del consejo. – » Y se fue. Me quedé inmóvil, pero me sentía inquieta y no sabía como reaccionar ante como me había tratado el chico. Me giré hacia los demás y apunté a la puerta donde él había salido. – ¿Vieron!?, ¿qué fue eso!?, ¿quien es él?. –

– Es Kim SeokJin. – Dijo uno de los compañeros de Taehyung. El que tenía el celular.
– Mano derecha del presidente del consejo estudiantil. – Dijo el otro compañero, el que me había hablado anteriormente. Yo abrí la boca dando la propia impresión de: " ¿¡En serio!?. " Y los tres afirmaron con un claro movimiento de cabeza. – ¿Entonces quien es el presidente del consejo estu- –

– Yo. – El de los audífonos no me dejó terminar la pregunta, levantó su mano y se recostó un poco en la mesa del sub director. – Kim NamJoon, presidente del consejo estudiantil, un placer. – al terminar de presentarse, bajó su mano y metió ambas en los bolsillos de su pantalón. – ¡Oh! – Escuché un chillido en mi lado derecho, era el otro que faltaba presentarse. – ¡Yo soy Jung Hoseok!, pre aspirante para ser la mano derecha del presidente el año que viene~! – Brincó Hoseok del mueble, con una sonrisa más brillante que la luz del bombillo de mí cuarto. Admito que no pude evitar sonreír y solo les mostré a ambos una leve reverencia, diciendo que era un placer conocerlos y que fueran buenos al estar conmigo.

– Y tú te llamaaaas..? – Hoseok dio un movimiento con su mano para que hablara. – Ah, mi nombre es Jung JungSu. Un placer a ambos. – NamJoon se adelantó en capturar mi atención moviendo su examen al frente de mi cara

– Es un placer también Jung Jung- –
– ¡Aaah!, ¡tenemos el mismo apellidoooo!, ¡somos hermanoooos! – Gritó Hoseok, colocándose a un lado de mi y tomando mis hombros para luego moverme de un lado a otro al tanto gritaba. Pero no duro mucho su celebración ya que Taehyung lo apartó y me abrazó casi gruñendo. Puse los ojos en blanco y suspiré. Presencié el mismo acto en NamJoon y giré a mirarlo, él me observó y ambos soltamos una pequeña carcajada.

– Creo que nos llevaremos bien, JungSu. – Dijo Nam, yo elevé las esquinas de los labios y abrí la boca para responder. – Yo también lo creo, NamJoon, siento que todo será muy bien entre noso- – Y de repente escuché pasos acercarse cada vez más y más a la habitación.

Era el chico de antes, él al ver que aún seguía ahí soltó algo parecido a un suspiro de un toro enfurecido y dio varias vueltas en el mismo lugar con la intención de evitarme lo mayor posible. Refunfuñaba cosas que casi ni lograba entender y creí que se iba marear de tanto dar vueltas como un loco desesperado. – Ugh, NamJoon, reunión, ahora. – Balbuceó, di varios pasos hacia atrás con un Tae aún aferrado a mi cuerpo y luego sentí la amenaza clavada en mi.

Era SeokJin que ahora calculaba mi expulsión del colegio probablemente, él colocó las carpetas en la mesa del directivo causando un sonido muy fuerte y yo solo me le quede mirando. – Reunión, a-ho-ra. – Repitió sin aún cambiar su mirada, parecía que ni parpadeaba y eso solo me hizo sentir algo, rara. SeokJin suspiró por sexta vez consecutiva y se cruzó de brazos, ví como personas entraban a la oficina logrando llenar la pequeña habitación en instantes. Sentí que me ahogaba. – Oigan, mocosos, ¿qué parte no entienden de reunión?. Solos los del consejo deben estar aquí, así que ahora tienen que retirarse. – Dio un toque de autoridad apuntando la puerta con su dedo. – ¿Qué rayos- – Traté de hablar.