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– ¿Fue en el centro?. – Preguntó Taehyung. – No. – Respondí seca.
– ¿En una piscina?. – Volvió con otra pregunta. – No. – dije de nuevo. – ¿En la cocina, en el baño, en el parque? – Tiraba teorías al azar. – ¿¡NO SE CONOCIERON EN LA ESCUELA!?. – Y al fin la pegó, pero yo escupí de nuevo y un simple: « – No. – »

– ¡AGHHHH!, ¿¡Por qué rayos no me dices nadaaa!? – Taehyung se tomó de los pelos casi desesperado, mirándome. Estábamos en camino hacia el colegio, si, todos los días vamos juntos. Tae siempre me pasaba buscando y yo le preparaba su desayuno como recompensa. – Si se conocieron por algo que tiene que ver con comida explotaré.. – Murmuró, yo sólo abrí la vianda que dentro estaba la comida que le había preparado a Kim y tomé un pedazo del pan tostado para comerlo. Taehyung al darse cuenta me quitó la vianda de mis manos y entornó los ojos. Fingí ignorarlo por completo.

– ¿Lo conoces, lo conociste, lo conocerás más?. – Taehyung no se iba a rendir, él seguiría y seguiría, siempre tratará de llegar al fondo de todo, pero, yo no me dejaría por más que él se esfuerce en saber. Seguí caminando por delante del chico. – Si sigues me comeré el pan. – Lo amenacé. – ¡Pues come el paaan!, ¡no me importaaaa!. – Gritó pareciendo un niño pequeño al mover sus brazos hacia el aire. – ¡Yo quiero saber y punto!. – Habló alzando la voz, me detuve y él se acercó hasta estar a mi costado. – ¿Me dirás?, sí, me dirás, me vas a decir, dime, ahora, dime, sí, dime. – No dejaba de fastidiar, me llevé la mano hacia la frente actuando asqueada y le quité la caja a Taehyung, él saltó sorprendido y de allí saqué el pan. Abrió la boca moviendo la cabeza de un lado a otro dando a entender un: « – No lo hagas. – » Pero yo moví la cabeza de arriba hacia abajo para darle entender un: « – Te jodiste. – » Me llevé el pan hacia la boca y lo sostuve de esa manera, pero sin darle aún una mordida. Luego salí disparada como un rayo dejando al castaño allí parado como un poste.

– ¡Eh, mira, JungSuuuuuu! – Taehyung gritó y empezó a correr detrás de mi, yo iba a mil, o eso creía, con un pan en la boca que parecía que no iba a llegar entero a la escuela. Sentí como las zancadas de Tae se aproximaban cada vez más y me limité a correr más rápido.

Pero fue demasiada buena mi "travesura" para ser verdad.

– UGGGH – Ni podía quejarme bien, si abría la boca adiós pan, adiós dignidad, adiós vianda de Tae, adiós Taehyung, adiós gato que pasaba por la acera, adiós vigilante, adiós.. Espera, ya llegué a la escuela.

Mis jadeos me delataban junto al sudor que recorría mi frente, me saqué el pan de la boca y me forcé a darle una mordida. Me encaminé hacia dentro del instituto como una alumna más, común y corriente como los demás.

No había ningún Taehyung a la vista aún, así que supuse que el muy tonto decidió a por rendirse y que de seguro se fue a comprar su desayuno.

Esta vez decidí ir directamente al salón de clases, sin Taehyung, era raro y emocionante ya que era mi primera vez que entraba sola. Al abrir la puerta, lo primero que oí fueron los gritos de las chicas. Ni sé que rayos estaba pasando, pero decidí a por no darle importancia.

Pero al parecer que, cuando no quieres saber nada sobre algo, es cuando sabes más de eso en un momento.

– ¿¡Ya vieron!?, ¿¡lo vieron verdad!?. – Una chica exclamó emocionada, dando saltitos de su asiento. – ¡Sí, estaba muy guaaapo! – Exclamó otra, que se hallaba sentada en la mesa de la anterior.

– Estaba muy sudado!.. – Chilló otra más ocultando su cara con un libro. – ¡Yo me puse roja aaaah! – Y la última del grupo también chilló abanicándose con sus propias manos.

No me digan que están hablando de..

– ¡Tae oppaaaaa~! – Dijeron las cuatro al unísono. Creo que están en el club del coro estudiantil.

Dulce odio. « Kim SeokJin » Donde viven las historias. Descúbrelo ahora