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El cielo se ponía cada vez más rojizo demostrando que la tarde estaba cayendo lentamente. Y ahora, tres estudiantes se encontraban caminando para ir al centro de Seúl.

Pero la tercera fue invitada de imprevisto. Y no pudo negarse por cortesía.

– Jin Hyung, recuerda que tienes que comprar esos audífonos. – NamJoon habló chocando su brazo de una manera suave con el de SeokJin.

– Yah, ya lo sé, estuve trabajando por eso. – Jin siguió de largo sin echarle una mirada a NamJoon y mucho menos a mi. Nam, que ahora se encontraba con una pequeña sonrisa me miró y se elevó de hombros. Susurrándome un claro: « – Él aveces es así. – » a lo cual yo solo asentí demostrando comprensión.

Y entonces, en el camino, me dio a por inundar mi cabeza con mis pensamientos. Pues, primero: andaba con dos chicos. Segundo: Ni con la menor idea de que comprarán. Y tercero: El por qué SeokJin dejó que fuera.

No sé a que quiere llegar este hombre, ¿quiere que me aburra y luego me vaya decepcionando a NamJoon?. Pues no.

¿O acaso quiere que muera recordando escenas casi iguales a como estas?. No lo sé. Pero desde ese día solo supe en alejarme de él y el no fiarme más del tal Kim SeokJin.

Sin darme cuenta, ya nos encontrábamos entrando en una tienda que, claramente era un supermercado. Evité hacer una mueca. Ya veía cual sería mi destino y, era el de esperar en la larga fila mientras el par Kim iría a buscar las cosas que comprarían. NamJoon se acercó a mi mientras veía su celular. – Entonces.. JungSu, ¿te molestaría esperar en la fila o prefieres ir a comprar..- –

– ¡Sí, yo compraré las cosas, sé cuales son las de buena marca! – Salté haciéndome un lado de NamJoon. Éste levantó la mirada boca abierto y suspiró. – Bueno, entonces yo iré a hacer la fila, ustedes vayan a comprar. –

Espera, ¿ustedes?. Diablos, se me olvidó que SeokJin estaba con nosotros y.. Ahora tenía que estar con él.

– Hyung te dirá que tienes que buscar, vayan, vayan. – Dijo NamJoon moviendo su mano en seña de que nos adelantáramos.

Ugh, me fuera quedado haciendo la fila.

– Jung, no estaré esperando por ti toda la noche. – Escuché la voz del mayor al otro lado del pasillo. Jin ya se encontraba con una cesta azúl, mirándome fijamente.
Caminé hasta llegar a su lado, y encargarme de buscar los productos que él me dijera. – Bien, escucha con atención, ¿sí?. – Caminábamos por el final del pasillo. -– Sí. – Respondí. – Busca aceite, arroz, pasta, cepillo, cereal, leche, chocolate, pan, mantequilla, carne.. –

- ¿¡QUÉÉ!?. - Me quejé, él hizo una mueca y movió su cabeza dando a entender un: « – Apresúrate. – »

• • •

– Aceite.. Arroz.. – Hablaba conmigo misma mientras agarraba los productos mencionados y los metía en la cesta. Jin me había dicho tantos productos que ya no sabía que agarrar por que no recordaba. Me llevé una mano a la frente suspirando frustrada. Tenía que ir en busca de Jin por decimoquinta vez para preguntarle que más faltaba. Me encaminé en pasar por los otros estantes y ahí el estaba, leyendo la descripción de una lata de frijoles. ¿Quien es él?, ¿mi madre la que siempre lee lo que contiene para evitar a que sus hijos se infecten o algo parecido?.

– SeokJin, necesito que me digas que más falta.. – Me acerqué a él, jalando su camisa levemente. Sentí como se giró bruscamente pero no le di importancia. – Ya tengo aceite, arroz, la leche, el cereal, también el cepi... – me tomó de los brazos, dejándome sin habla. Lo miré sorprendida, ¿qué le había pasado?. ¿Qué hice ahora?.

Dulce odio. « Kim SeokJin » Donde viven las historias. Descúbrelo ahora