I. La noticia

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El sonido del "tic-tac" del reloj recorría toda la estancia del jefe de la comisaría, el humo del cigarrillo del hombre de avanzada edad se escapaba por la pequeña obertura de una de las ventanas que dejaba que la luz entrase en el enorme despacho.

El silencio se mezclaba con el humo y la mirada incrédula de un joven de pelo naranja. Sentía que lo que acababa de escuchar debía ser una broma. ¡No podía ser real!

―Jefe Yamamoto, ¿p-por qué tan repentino cambio? ―Preguntaba sin comprender por qué el jefe de comisaría quería trasladarle.

No tenía ningún sentido. Sabía que había comenzado como sustituto, pero se había hecho su lugar. Era un buen trabajador de la Soul Society, era eficiente, era muy bueno en lo que hacía, detenía siempre a los criminales y resolvía los casos de manera eficiente. Además, le pagaban bien, vivía cerca de la comisaría, todos sus amigos y familia estaban allí... ¿¡Qué razón había para moverlo de Karakura a Tokio?!

―La razón es simple Kurosaki ―dijo Yamamoto dando otra calada a su cigarro, dejando que la tensión aumentase en el cuerpo del joven por los instantes de silencio que dejaba su superior. Después de cometer tal acción, con lentitud fue bajando ese bastón lleno de nicotina hasta apagarlo por completo en el cenicero―. Eres un empleado excelente, mereces un trabajo que esté a tu altura. Y en la Soul Society no lo encontrarás... Te quedarás estancado aquí ―, antes de que el chico le interrumpiera, el anciano prosiguió―. Te pagarán el doble que aquí y podrás vivir mejor. Sé que tu familia lo necesita... Y te mandaremos a una oficina de un antiguo trabajador de la Soul Society, no serían solo desconocidos, aunque se que eso no es un empedimiento para ti.

Ante aquella oración, Ichigo enmudeció. Su familia no estaba en su mejor época, y una paga más alta... sería de mucha ayuda.

―Sé que aquí tienes a tu familia y amigos, tu hogar... Realmente lo tienes todo en Karakura, pero deberías considerar seriamente esta propuesta puesto que en una semana se acaba el plazo para que puedas aceptar ―, dijo entrelazando sus dedos para así apoyar su cabeza en la unión de estos.

―Está bien. ―asintió Kurosaki con sus piernas temblando suavemente―. Realmente lo pensaré ―, dijo con un tono monótono y serio. Uno que no le caracterizaba todos los días, pues aquel chico era una caja de sarcasmo, humor y tonterías―. Si me disculpa jefe, debo continuar con algunos informes de casos cerrados ―, e levantó del lugar donde se encontraba sentado, hizo una sutil reverencia y se giró para marcharse, aunque antes de tomar el pomo de la puerta, la voz del mayor le detuvo.

―Si realmente aceptas, aquí tienes el resto de formularios y papeles que te ayudarán a informarte sobre el nuevo trabajo ―el chico le miró de perfil y observó cómo le tendía una carpeta con todo lo referente al trabajo en Tokio, el de ojos ocre después de un silencioso suspiro tomó la carpeta y cuando volvió a despedirse, salió del despacho volviendo a dejarlo en completo silencio― En serio... ¿qué tramará ese hombre para querer que le mande un trabajador tan bueno?

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[...]

― ¡Oye! ¡Traed un extintor! ¡Hay alguien que está echando humo por aquí! ―dijo burlón cierto pelirrojo con coleta, viendo como su amigo se acercaba dando grandes y sonoras zancadas. Casi parecía que el suelo temblaba por ello.

― ¡Cierra el pico piña! ―Gruñó Ichigo pasando por su lado, dándole así un zape en la cabeza al hombre que le sacaba casi una cabeza de altura.

― ¡Joder! ¡¿A qué ha venido eso idiota?! ―Gritó Renji, sobándose la zona afectada donde el chico le había golpeado.

― Te pasa por ser un completo gilipollas ―volvió a gruñir el chico de cabellos anaranjados, y antes de poder sentarse en su sitio el golpeado lo había tomado del cuello de la camisa mientras lo miraba con el ceño fruncido.

Matched With an Idiot «GrimmIchi»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora