Los días contiguos al fatídico día en el que se produjo el choque accidental de los labios de la pantera y el veinteañero, el último nombrado fue objeto de burla del de cabellos azules. Este, cada que podía, sacaba el tema. No importaba donde, el estúpido gato – un nuevo apodo patentado por Ichigo – se burlaba de él.
Por ejemplo, en la oficina, donde algunos los miraban como si fueran unos bichos raros, pues no llegaban a comprender a lo que se refería Grimmjow con sus burlas, y otros como Ulquiorra, que simplemente prefería pasar del tema y no hacerle caso a ninguna de las basuras que le rodeaba. En cambio, los que sí entendían ese tipo de burlas, -puesto que el mismo rey pantera se lo había contado a estos-, se reían a carcajada suelta y le seguían el juego, sacando de quicio al pobre chico de cabello naranja.
Y no solo en la oficina, no. También en su jodida casa, el único sitio donde creía que estaba seguro y el cual, el mayor de cabellera azul consiguió convertirlo en otra puta pesadilla al ser su maldito vecino y andar jodiéndole a todas horas. Pero no, no... ahí no acababa la historia. ¡Por igual lo hacía mientras investigaban!
En las calles, mientras perseguían a los sospechosos de sus diferentes investigaciones, en cada-jodido-momento, Grimmjow siempre conseguía burlarse de él y ponerle de los malditos nervios. Fue por eso, que aquel día, Ichigo se despistó y perdió el control de sus emociones. El veinteañero le gritó a Grimmjow para que se callase de una maldita vez y que le dejase en paz, consiguiendo qué, por ello, el sospechoso al que estaban siguiendo se diese cuenta de la presencia de la pasma.
Por ello, no tuvo tiempo de actuar, y pronto, el cañón de la pistola del sospechoso al que perseguían se encontraba entre su ceja y ceja, haciendo que su cuerpo se tensase y no pudiese reaccionar. Pero contrario a él, la pantera sí pudo recomponerse por la sorpresa y consiguió detener al criminal que amenazaba con la vida del policía.
¿Qué fue lo mejor de todo?
¡El muy imbécil no le había leído sus estúpidos derechos mientras lo detenía!
Fue por eso mismo, que nada más llegar, bueno, unos minutos más tarde, tuvieron que soltar al supuesto sospechoso por esa misma razón.
Ante aquella maldita coyuntura que había aprovechado el detenido sonriendo burlonamente a ambos policías. Los compañeros volvieron a pelear y por lo mismo Nelliel intervino en medio de la pelea y Grimmjow obtuvo una herida en su mano por la intervención de la chica, ya que la mujer había puesto una placa de metal entre los dos y la pantera la había golpeado con fuerza. El dúo, después de la pelea, fueron a la enfermería, el menor le curó lo mejor que pudo la herida al más alto, claro, sin que faltasen unos cuantos insultos por parte de ambos, y por suerte, aquel día, Grimmjow no se burló de Ichigo por lo sucedido en el callejón, reconocía que parte de que aquella situación había sido su culpa.
Más tarde, ambos se enteraron de que por haber amenazado contra la vida de un policía, el sospechoso quedó bajo investigación y antes de lo esperado, fue encerrado entre rejas. Al parecer pertenecía a otro caso distinto al que ellos llevaban. Gracias a ese suceso, pudieron detenerle y la investigación de los dos compañeros, por suerte, no fue perjudicada por ello. Incluso a la pantera le felicitaron por conseguir detener a un criminal que no pertenecía a su caso, algo que sin ninguna duda mosqueaba al de pelo naranja, ya que la pantera una vez más, no paró de joderle con ese puto tema, encima de seguir burlándose de Ichigo por el incidente del beso, ahora lo hacía porque gracias a él, habían detenido a alguien relacionado a un caso ajeno.
—Grimmjow, como no te calles de una jodida vez voy a reventarte la puta cara —gruñó exasperado Ichigo, ya harto de estar escuchando una y otra vez a la estúpida pantera burlarse de él. Realmente aquel hombre era extremadamente irritante.
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Matched With an Idiot «GrimmIchi»
RomanceTodo iba bien, trabajaba solo y al cien por cien de mis capacidades. Pero claro, al jefe se le ocurrió la gran idea de emparejarme con uno de los trabajadores más imbéciles que en toda mi vida haya podido conocer. Sí, señoras y señores, ese hombre e...