"Complicaciones Y Deseos" (Ruggarol)

Capítulo LXVIII: Mucho Amor en Paris

Karol: Sonó el celular de Rugge, nos separamos. Rugge leyó en la pantalla quien era. Era Agustín. La cara de mi novio era de enojo. Ruggero: - Hola
- Hola hermano, ¿en qué andas?
- En algo que no te tendría ni que contar
- Momento malo para llamar ¿no?
- La verdad que si
- Bueno, perdón no sabia y aparte ¿vos no me pensabas llamar o por lo menos mandarme un mensaje?
- Yo no estoy de vacaciones estoy trabajando y no puedo estar todo el día hablando con vos
- Bueno bueno en vez de pelear contame como les esta yendo en las entrevistas
- Bien, pero después te cuento con detalles
- Bueno, sigan en lo suyo pero no se pasen, chau
- Chau- dije riendo
Corte el teléfono y ella me miró
- ¿De qué te reís?- me pregunta
- De un comentario de Agus
- Ok, ¿te dijo cómo estaban las chicas?
- No le pregunte, pero nosotros ¿en qué estábamos?- dije intimidándola
- Nose- dijo siguiéndome el juego
Dijo y yo la bese, no pude resistir a sus labios, y creo que ella tampoco, porque inmediatamente paso sus manos por mi cuello y yo no puede evitar colocar las mías en su cintura. De a poco ella se acerca mucho más a mi y yo a ella, saco mis manos de su cintura.
Nos separamos unos segundos, nos quedamos mirando y le digo
- ¿Puedo quedarme con vos?
- Obvio que si- responde con una sonrisa
Hago una mirada general al cuarto y veo que hay un espejo, me levanto, le extiendo mi mano y ella la toma, caminamos unos pasos hasta ese espejo, yo la abrazo por atrás rodeando su cintura con mis manos.
- Quiero que siempre recuerdes este día
- Todos los días junto a vos son únicos, cada segundo minuto momento, todo es único junto a vos
- ¿Sabías que te amo mucho?
- No, ¿me lo repetis?- dijo pícara
- Te amo muchísimo
- Te amo hasta el infinito y más allá
No me pude resistir, la besé como nunca, nunca bese a nadie así, pero a ella si. Ella saltó y subió a mis caderas, yo la agarre y camine con ella hasta la cama, la acosté sin separar nuestros labios.
Nos separamos unos segundos y me dice
- Con vos estoy dispuesta a todo
Yo le sonreí, estaba muy feliz por lo que acababa de escuchar, no puedo creer que ella haya dicho eso.
Ella empezó a levantar mi remera, tocó mi abdomen con cierto nerviosismo. Yo levante un poco la de ella, toque su cintura con mis pulgares, su piel es tan suave.
Karol comenzó a levantar mi remera, me separé un poco y deje que ella hiciera lo suyo. Volví a unir nuestros labios, ella recorrió con sus manos mis brazos.
Karol: Quitó mi remera, sentí una corriente eléctrica inexplicable, sus manos tan suaves recorriendo mi cuerpo. Rápidamente busco mi cuello, posicionó su boca sobre mi piel y comenzó a dejar besos, caricias que me hacían generar muchísimas emociones a la vez.
Empezó a quitar más prendas de nuestros cuerpos. Los dos ya estábamos en ropa interior, él me miro buscando mi aprobación, a lo que yo asenti. Quitó la ropa que nos separaba. Ya solo eramos él y yo, capaces de besarnos y acariciarnos mutuamente.
Recorrimos cada parte del cuerpo del otro, hasta que Rugge clavó sus ojos en los míos. Al instante, intérprete su gesto y asenti levemente. Él supo mi respuesta y se hundió en mi. Gemi al sentir como entraba y salía de mi, mientras él dejaba besos suaves en mis labios callando un poco mía gemidos. Con el paso de los minutos lo disfrute cada vez más, me sentía plena, enamorada y entregándome al hombre que ano profundamente.
Ruggero: Tras la última embestida, ambos caímos rendidos uno junto al otro. Tenia la inseguridad de haberla lastimado, pero por su mirada clavada en mi lo dudo.
La notaba totalmente distinta. Una mujer completa, mi mujer maravillas.
- Te amo profundamente- dijo
- Te amo como nunca amé a nadie- respondí
No me resistí y la bese, pero nos pudimos contener a volverlo a hacer.
           A la mañana siguiente
Los rayos del sol fueron entrando por la ventana, sentía un cuerpo al que rodeaba con mis brazos, un pelo con aroma a vainilla cerca de mi nariz y un recuerdo que nunca saldrá de mi mente.
Fui depositando suaves besos por su mejilla, en su cuello. Caricias por sus brazos, abdomen, por su rostro. Ella fue despertando con una sonrisa de oreja a oreja, sus ojitos iluminados y unas mejillas en un tono más rosado de lo normal.
- Buenos días princesa- dije susurrando en su oído
- Buenos días príncipe- respondió
- Me encanta despertar así con vos, te amo
- A mi también me encanta, te amo mucho
- Definitivamente nadie me hizo despertar tan bien como vos- dije
- Sos muy exagerado tampoco hice demasiado
- Que no, hiciste muchísimo
Yo agarre una manta, me tape un poco, tome mi ropa y me fui a cambiar mientras que ella me miraba de arriba a abajo.
Me fui a cambiar al baño, mientras que supongo que ella estaba con su celular. Hice lo más rápido que pude y salí.
Cuando salgo la veo ahí, en la cama, con su cuerpo tapado y mirándome. Me hizo como una seña con su mirada y me acerque a ella.
Me senté a su lado y la bese. En pocas horas extrañaba mucho sus labios. Estuvimos así por unos momentos porque siempre tocaban la puerta y nos interrumpían.
- ¿Quién es?- dijo Karol
- Soy Aldana, Karol levantate es hora de desayunar que esta por llegar tu mamá
- Bueno, en diez minutos bajo, me cambio y voy
- Te espero abajo y también avisale a Ruggero que sigue durmiendo y no se levanta- dijo Aldi y ella me miro
- Tu tranquila, yo le aviso
Karol al terminar me dijo
- Amor la seguimos en otro momento ahora vete necesito cambiarme
- Bueno yo me voy pero me lo debes ehhh
- Te amo Ruggero Pasquarelli
- Te amo Karol Sevilla
Dije y no duramos ni un segundo sin dejar de besarnos.
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