Chanyeol carraspeo un poco. Deseaba expresar sus sentimientos, pero no sabía cómo hacerlo. Sehun salió del trance en que parecía haberse sumergido y levantó la mirada rápidamente hacia él.
-¿Has oído alguna vez que cuando uno está ahogándose pasa ante sus ojos toda su vida?
- Creo que he leído algo al respecto. O Talvez alguna película.
- ¿Has pensado que eso mismo podría pasarnos a nosotros?
- ¡Espero que no! – exclamo Sehun simulando un escalofrió.
Chanyeol permaneció unos instantes en silencio y después dijo:
- ¿Tú crees que...? No importa, al diablo con ello.
-No, no. Continúa. ¿Si creo qué?
-¿Crees que podríamos pasar el resto de nuestras vidas en esta carretera? la vida que hubiéramos tenido si no... ya sabes.
-Sehun no contesto, se limitó a mirar al frente mientras se encogía de hombros.
Después de un tiempo Daehyun el número 15, se aproximó a la pareja.
-Ese Luhan está pasándolo realmente mal- les informó.
- ¿Sigue sangrando? –preguntó Sehun.
-Daehyun señalo el asfalto-: Miren eso.
Chanyeol vio un reguero de puntos oscuros en el pavimento que empezaba a secarse.
-¿Es sangre?
-Desde luego no es agua –replicó Daehyun.
- ¿Y Luhan? ¿Está asustado? –preguntó Kyungsoo.
-Dice que le importa un bledo –informo Daehyun-. Pero yo si estoy asustado. –Daehyun tenía una mirada sombría-. Estoy asustado por todos nosotros.
Continuaron caminando.
-Mierda- murmuro Chanyeol sin levantar la mirada.
Estaba siguiendo el reguero de sangre de Luhan como si fuera Sherlock Holmes tras el indicio de una pista. El reguero zigzagueaba a uno y otro lado de la línea blanca del asfalto.
-Sehun –dijo Kyungsoo.
Su voz se había suavizado durante el último par de horas.
Chanyeol llegó a la conclusión de que Kyungsoo le agradaba pese a su aspecto de tipo duro. No le gustaba verlo asustado, pero no cabía duda alguna de que lo estaba.
- ¿Qué? –dijo Sehun.
-No se me pasa. Esa sensación de flojedad que te decía no se me pasa.
-Sehun no respondió. La cicatriz en su mejilla se veía muy blanca con el sol poniente.
-Siento como si las piernas fueran a fallarme. Como unos cimientos de mala calidad. Eso no me va a suceder, ¿verdad?
La voz de Kyungsoo era ahora casi un chillido. Sehun siguió sin responder.
Kyungsoo hizo un gesto señalando a uno de los soldados, que le observaba desde el vehículo oruga.
-Llevan casi una hora vigilándome con esa maldita mirada. Creo que tienen un gesto sentido para su trabajo. –volvió a levantar la voz:- Les gusta, ¿verdad?, les gusta su trabajo, ¿no es así? Tengo razón ¿verdad?
Varios Marchadores se volvieron para mirarle, pero apartaron rápidamente la vista. Chanyeol también deseo hacerlo. En la voz de Kyungsoo había una nota de histeria. Los soldados miraron a Kyungsoo con tranquilidad. Chanyeol se preguntó si pronto correrían rumores de Kyungsoo, y no pudo evitar sentir un escalofrió.
A las cuatro y media habían cubierto 48 kilómetros. El sol había casi desaparecido y teñía el horizonte de un rojo sangre y el cielo tenía un tono azul cada vez más oscuro. Chanyeol pensó de nuevo en el hipotético ahogado. Que no era tan hipotético, ni mucho menos. La noche que se aproximaba era como un mar de agua que pronto les cubriría.
Una sensación de pánico le atenazó la garganta. De pronto, tuvo la espantosa seguridad de que estaba presenciando su última puesta de sol, la última luz de su vida. No quería morir, aun tenia cosas pendientes, personas pendientes y aun se encontraba ese asunto con Sehun que no iba a dejar pasar. Quería que el atardecer se prolongara que durara horas y horas, que pudiese permanecer junto a...
-¡Aviso! ¡Aviso, número 7! ¡Tercer aviso, número 7!
Luhan miró alrededor. En sus ojos había una expresión aturdida. El lado derecho de su pantalón tenía una costra de sangre ya seca. Y entonces echó a correr. Se abrió paso entre los Marchadores como un jugador de futbol pateando el balón hacia la portería del equipo contrario.
El vehículo oruga aceleró. Luhan le oyó llegar y corrió aún más aprisa. Corría descontroladamente, cojeando y arrastrando la pierna y, mientras Luhan se lanzaba carretera adelante dejando atrás al grupo de Marchadores, Chanyeol se fijó en las gotas de sangre fresca que saltaban de su pantalón y se quedaban en la carretera.
Nadie dijo una palabra. Se limitaron a escuchar. No hubo ningún sonido durante un largo rato. Un rato increíblemente largo.
Entonces oyeron un disparo, una pausa y un segundo disparo.
-Para asegurarse- murmuro alguien.
Cuando llegaron a lo alto de la subida que Luhan había pasado corriendo desesperado, vieron el vehículo oruga detenido en el arcén a casi un kilómetro de distancia. Una columna de humo anaranjado se alzaba desde su doble tubo de escape. De Luhan no había el menor rastro.
Siguieron caminando y a Chanyeol le pareció que la carretera se había convertido en una perversa sucesión de pendientes en subida, sin las respectivas bajadas. Estaba pensando que, si eso era cierto, dentro de poco todos terminarían sin oxígeno, cuando sus pies tropezaron con un cinturón de Marchador para llevar los alimentos concentrados. Sorprendido levantó la mirada. Era el cinturón de Kyungsoo, quien tenía las manos crispadas en la cintura y una mirada de sorpresa en el rostro.
-Se me ha caído –murmuró-. Quería comer algo y se me ha caído. –Se echó a reír, como si quisiera excusarse por aquella torpeza. Sin embargo su risa se detuvo abruptamente-. Tengo hambre –dijo.
Nadie respondió. Todo el grupo había dejado atrás el cinturón y ya no había manera de recuperarlo.
Chanyeol volvió la vista hacia atrás y contemplo el cinturón de Kyungsoo en el suelo.
-Tengo hambre –repitió Kyungsoo.
-Toma –dijo, mientras le tendía un tubo con queso a Kyungsoo, de lo que le había quedado a él mismo, cuando había merendado.
Kyungsoo no dijo nada, pero se dio cuenta del queso.
-Eres un boy scout... -murmuró Sehun con su habitual sonrisa sesgada.
Las conversaciones fueron apagándose conforme aumentaba la oscuridad al caer la noche. El silencio resultaba opresivo. Las tinieblas cada vez más pronunciadas, la niebla enroscándose en pequeñas masas coaguladas... Por primera vez todo parecía real y absolutamente sobre natural, deseo estar en los brazos de su madre o en los de su hermana Yoora, incluso titubeo unos instantes pensando cómo podrían sentirse los brazos fuertes y varoniles de Sehun rodeándolo, y por instinto volteo a verlo estaba totalmente inmerso en sí mismo y en el camino pensó por un momento Chanyeol. Hasta que noto que el solo se encontraba durmiendo, ¡Que maravilloso era el cuerpo humano!, capaz de hacer cosas asombrosas cuando la vida se pone en riesgo. Sin embargo la mente de Chanyeol se perdió por momentos en los labios de Sehun y como de ellos salía ligeramente el aire cada vez que exhalaba, en como su cabello se movía sobre su frente con cada corriente de aire, se perdió más y más en lo que observaba del muchacho.
De pronto le llego un sentimiento de pánico y se le hizo un nudo en la garganta que le hizo difícil tragar saliva. Unos metros más adelante, alguien sollozaba casi en silencio. No se había dado cuenta de cuándo había empezado aquel sonido. Era como si el sollozo hubiera estado ahí desde siempre.
Fijo de nuevo su vista al frente y se animó a sí mismo. Quedaban 16 kilómetros para Caribou. Allí, por lo menos, habría luces. Al fin y al cabo todo iba bien, ¿no? Estaba vivo y no tenía sentido pensar en el momento en que dejaría de estarlo. Como le había dicho Sehun en algún momento atrás, todo era cuestión de cambiar los horizontes.Pd. Se vienen los capítulos largos y mucho Chanhun
Pd1. Pregunta seria ¿ Les gustaría que hubiese Smut?
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Course |Chanhun|
FanfictionEn una sociedad donde hay un control absoluto por un tirano al que todos conocen como el Comandante existe una vez al año una competencia donde 100 muchachos entre 15-19 años participan 99 mueren y uno vive Sin embargo ¿Que pasar...