Treinta vicios

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Ah~ la adolescencia. Esa etapa de la vida dónde descubres la sexualidad y tus hormonas están completamente revolucionadas. Esto le pasó a dos jóvenes, uno de pelo rosa y otro de pelo negro, los cuales no pudieron evitar dejar salir sus hormonas en, al menos, treinta ocasiones.
A continuación, mostraremos treinta escenas diferentes, pero todas con el mismo final: hormonas revolucionadas.



Límite

Gray se pensó que estaba en su límite. Su amante le estaba dando duro. Muy duro. Demasiado. Acariciaba suavemente su próstata, haciendo que todo su cuerpo temblara. Luego su amante se acercó, besándole con pasión y él pensó que ya no podía más.

— ¡Nat-suuu! — Gritó, antes de dejar salir todo hacia su estómago y el estómago del chico de pelo rosa, quien le sonrió de manera pícara, mientras él también se corría, en su interior. Se quedó jadeando. ¡Por Dios! Natsu era una máquina, él ya no podía más, estaba en su límite. Se dejó caer contra el colchón, pero se extrañó de que Natsu no se dignara a salir de él. De pronto, comenzó a mover su miembro una vez más. — ¿Na-Natsu? ¿No estarás pensando en...? —

— Yo decido el límite, mi querido Gray. — Gray estaba a punto de quejarse, cuando notó que su miembro se endurecía otra vez.

...Esta noche iba a ser muy larga...

...Y, en el fondo, Gray se alegraba de ello.




Sumisión

Natsu, a su manera, a pesar de ser un dominante, un hombre, un verdadero seme entre los semes, a veces también era sumiso. Bueno, más bien, Gray había encontrado su punto de sumisión.

— ¡No pienso dejarte ir a dormir con Lyon! —

— Pe-Pero Natsu... Yo realmente quiero verle... Hace mucho que no lo hago.—

— ¡No, no, no! ¡Ese pervertido quiere tu culo! ¡No se hable más! —

Bien, la táctica de dar pena no le había dado resultado. Entonces, se acerca sensualmente.

— Si me dejas ir a verle... Prometo que me dejaré dar. Bien duro. De la manera que sé que te gusta... Natsu-sama.—

—...Puedes ir.—

— Yeih! ¡Lo sabía! ¡Siempre funciona, Natsu-sama! —

— ¡Te odio! —

Sí, Natsu era todo un sumiso a su manera.




Vergüenza

La verdad es que los dos adolescentes admitían que, la manera en que se habían presentado al gremio como pareja, no había sido la mejor. De echo, Gray se replanteó muy seriamente no volver por el gremio al menos en un par de semanas.

...Nunca había pasado tanta vergüenza.

Todo comenzó cuando fue al baño. Bien, hasta aquí todo lógico y normal. Va al baño, y después limpia sus manos. Natsu fue al baño. Bien, todo normal. Pero a Natsu le excitaba todo demasiado. Y, cuando vio a Gray con agua en sus manos y su rostro, de alguna manera, se puso duro. Así que no se lo pensó. Fue directo a por el otro chico, quien le miró extrañado. Y antes de darse cuenta, estaba susurrando su nombre una y otra vez mientras el otro chico le desnudaba.

... Sin darse cuenta que había entrado Elfman en el baño.

Quien había salido realmente blanco. Así que, todos le preguntaron preocupados. Él no tenía fuerza para responder, sólo señaló el baño. Todos se dirigieron hasta allí, curiosos y algo extrañados.

Nunca se esperaron lo que vieron allí.

Gray alzado contra la pared mientras Natsu le metía su miembro una y otra vez. Y los dos intentando aguantar sus gemidos. De pronto, ambos se dieron cuenta que estaban todos mirándoles atentamente. La cara de Gray fue un poema. La del gremio también.

Mientras que Natsu estaba feliz de que los hubieran pillado.

—... Bueno, ahora que nos habéis pillado, que sepáis que... ¡Gray es mío! —

Sí, definitivamente se replanteó no pasarse por el gremio por al menos un par de semanas.




Medicina

Lo bueno de tener pareja es que, cuando estás enfermo, siempre son ellos los que se preocupan por ti. Y eso fue lo que hizo Gray en cuanto se enteró que su chico estaba con gripe.

Fue a su casa, muy preocupado, y se lo encontró temblando en la cama, una imagen demasiado rara para él. Así que, sin pensárselo, se lanzó a abrazarle, para que entrara en calor.

Realmente las hormonas son algo muuuy malo, y más para un dragon slayer. Un abrazo cariñoso acabó con una noche de sexo del duro, porque Gray quiso complacer a su pareja, ya que estaba enfermo.

Al día siguiente, Natsu regresó al gremio. ¡Estaba como una rosa! ~ Aunque se extrañó de no ver a su chico allí.

— Oh, Natsu... Si buscas a Gray, él también se ha puesto enfermo. —

Natsu sonrió. Mala idea tener sexo cuando se tiene la gripe.

En la adolescenciaWhere stories live. Discover now