Serial Killer {Mikayuu} [V. En Español] PAUSADA

1 [MisióN]

Lo siento, tenía que actualizar esta historia... Ya no aguantaba más (^-^;)

    ¡Espero que os guste!

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Mikaela POV {6 años antes}

Sangre. Ese líquido que nos circulaba por las venas al ritmo de nuestro corazón manchaba ahora mis manos. Unas gotas de aquel líquido carmesí se escurrían por mi rostro y la mayor parte de mi ropa estaba ensuciada de rojo. Levanté mi mano derecha hasta la altura de mis ojos firmemente y observé el cuchillo que esta sostenía, también bañado por la misma sangre del cuerpo que ahora yacía en el suelo con varias apuñaladas en su estómago. Acerqué el cuchillo hacia mi boca y pasé la lengua por la cuchilla, lamiendo la sangre para después tragarla. Dejé escapar una risa macabra que llenó la habitación. ¿Quién iba a pensar que un crío de 12 años sería capaz de algo así...? 

Yûichirô POV {Actualidad}

- Los asesinatos continúan sobre la ciudad de Tokyo provocando grandes estragos. La gente se preg~... —pero no pude seguir escuchando lo que decía la reportera ya que mi padre apagó la televisión de su oficina.

    - Malditos delincuentes... —murmuró este cruzándose de brazos. Su mirada se dirigió hacia mí con signos de melancolía y anduvo en mi dirección. Extendió sus brazos y me abrazó fuertemente. Yo correspondí al abrazo—. Todo irá bien, ¿me escuchas?

    - Por supuesto que irá bien —respondí separándome de su abrazo. 

    - No actúes por tu cuenta, por favor.

    Asentí serio. Escuchamos los toques de alguien llamando a la puerta de la oficina de mi padre. Miramos hacia la puerta y observamos al albino de ojos azules que se apoyaba en el marco de esta con una sonrisa en el rostro; era mi otro padre, Shinya.

    - Es la hora —dijo. Guren y yo asentimos y salimos de la oficina con Shinya acompañándonos. Hacía unos días, habíamos descubierto donde se escondían los mayores asesinos de todo Tokyo y hoy íbamos a "cazarlos", como le gustaba decir a Shinya. Se alojaban en un hotel abandonado por donde mi padre había registrado varias veces, pero nunca los habían podido atrapar ya que ellos se conocían cada recoveco de aquel lugar. Pero esta vez si que lo conseguiríamos. Íbamos a ir más preparados y con más ayuda. Estaba seguro de que esta vez lo conseguiríamos. Incluso si era la primera vez que mis compañeros y yo íbamos. Los coches de la policía ya nos esperaban abajo. Mis padres y yo nos subimos al mismo de mis compañeros Shinoa, Yoichi, Kimizuki y Mitsuba, con Shiya al volante. Cuando ya estuvimos preparados, todos los coches arrancaron sus motores—. ¿Listos? Allá vamos... —animó Shinya mientras comenzaba a conducir. El trayecto estaba haciéndose pesado y largo. Mi pierna derecha no dejaba de tener el tic nervioso de temblar arriba y abajo provocado por el nerviosismo. Se podía sentir... ¡o incluso ver! La tensión que se formaba en el ambiente. Nadie decía nada. Nadie se movía. Parecíamos todos estatuas. Iba a ser un viaje muy largo... Me giré hacia mi mejor amiga y hermana adopriva Shinoa y esta me dedicó una sonrisa dulce. Estaba preocupada y eso no era buena señal. Cerré los ojos e inhalé despacio por la nariz para soltarlo por la boca. Me pregunto si aquellos asesinos sabían si veníamos.

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¡Mierda! Esto no va nada bien..., pensé. De 40 personas que habíamos ido, ya solo quedábamos vivos 27 contándome a mí, a mis padres y a mis amigos. Habían asesinado a casi la mitad y en solo una hora y media. Si seguíamos así nos matarían a todos. ¿¡Cómo podían seis personas crear tantos estragos!? Y para colmo, me había separado de mi escuadrón hacía unos minutos por lo que bagaba solo por el hotel...