Serial Killer {Mikayuu} [V. En Español] PAUSADA

11 [TreN]

Yûichirô POV {8 días después}

"Estaba cayendo. No sabía ni cómo, ni dónde, ni cuándo, pero caía... 

Podía ver el cielo y lo que parecía el final de un edificio frente a mí. Logré ver que tres personas se asomaban por el borde, pero eran solo figuras negras. Sin rostro alguno en ninguna de ellas. 

Seguía cayendo. 

Observé mi reflejo en las ventanas del edificio, pero lo único que pude ver fue una sombra. Era como si no fuese yo. La figura se encontraba demasiado borrosa como para verla, pero sí que era algo más grande que mi tamaño.

Continuaba cayendo. 

Así, hasta que finalmente llegué al suelo..."

Me incorporé de golpe con la respiración agitada, notando gotas de sudor frío resbalando por mi frente y espalda. Miré a mi alrededor, agitado, para asegurarme de que continuaba en mi habitación. Y así era, todo seguía en su sitio. Y yo seguía en mi cama.

    Me dejé caer sobre esta, aliviado de que solo se había tratado de un sueño. El sueño que había estado teniendo muy recientemente; caía por un edificio, viendo como tres personas curiosas miraban mientras esto ocurría y, después, me chocaba contra el suelo, despertándome instantáneamente. Era una sensación horrible.

    Observé el reloj de mi mesilla de noche; las 04:39 de la mañana. Suspiré con pesadez mientras bajaba levemente la cabeza. No voy a poder volver a conciliar el sueño, ¿verdad...?, me pregunté a mi mismo mentalmente. 

    Me levanté de la cama y me dirigí al balcón de mi habitación, que había dejado abierto esperando que entrase algo de viento fresco. Salí afuera a tomar el aire, apoyándome con las manos en la barandilla metálica mientras cerraba los ojos. Inspiré el aire, llenando mis pulmones completamente y lo exhalé lentamente para, después, repetir lo mismo varias veces hasta asegurarme de estar completamente relajado. Observé el oscuro cielo, iluminado por las estrellas. Cuando estuve en Yamanashi se podían ver más estrellas y más brillantes. Claro, estábamos en mitad del campo así que no había comparación contra esto.  

    Un suspiro somnoliento escapó de mis labios mientras recordaba los días que estuve con Krul, su hermano y los demás. 

    Mierda... 

    No lo hagas, Yû... 

    Ahora no, consciencia.

    Entré de nuevo en mi habitación y me dirigí al armario. Cogí la camisa blanca de Mikaela –que había estado guardada a parte, en un hueco del armario–, unos vaqueros negros y me quité el pijama para ponerme la ropa. Me puse una deportivas negras y bajé las escaleras en dirección hacia la cocina. Cogí una nota y un bolígrafo y escribí:

"Guren, Shinya, no me han secuestrado. 

Tengo razones para irme de casa. Por favor,

no me busquéis, estaré bien. 

Os quiere, Yû"

    Sabía que no sería suficiente para detenerlos, pero debía intentarlo al menos. 

   Dejé la nota en la nevera, sostenida por un pequeño imán y me dirigí hacia la salida de mi casa. Me detuve en la puerta y paseé mi mirada una última vez por mi hogar antes de abrir la puerta y salir afuera volviendo a cerrarla detrás de mí.