Capítulo 4.

223 6 0
                                    

Ya sabía de su ensayo, sabía que tenía que irse pero, podía haberme hecho sentir mejor y luego irse, me sentí como una mierda, me sentía tan mal, ¿por qué tenía que sentirme así si se supone que estoy feliz?, Al él volver de su ensayo, la verdad ya estaba extremadamente cabreada, estaba muy enojada, triste, decepcionada, la verdad no sabía cómo reaccionar respecto a eso, en ese momento sólo pensaba en restregarle como me había hecho sentir por lo que hizo, me dolió y mucho, fue realmente horrible.

Tengo un problema con inmediatamente deprimirme cuando no consigo algo que realmente quiero, mis emociones son como un panal de abejas; en un mismo lado pero siempre revoleteando. Precisamente al otro día cumplíamos mes y seguíamos discutiendo, empezó a sacar excusas de que me había avisado con tiempo sobre el ensayo
—Yo sé que tenías ensayo, ¿Por qué usted nunca es culpable de nada?, ¿Qué pretendía hacer?, Ay sí besito y se contenta conmigo, Pues no. —Le dije. Me sentía extremadamente enojada.
-Es algo por lo que es muy posible nos paguen, y sé que te sentías mal, pero no podía ponerme a chatear, sabiendo que ellos vienen desde muy lejos para cumplirme a mí, Yo tenía que cumplir. —Respondió.
— ¿Y antes de eso qué?, pudiste hacerme sentir mejor y no lo hiciste. —Le repliqué.
—Desde acá no se hace nada. —
—Ni besándome ni abrazándome resuelves esto, Eso no sirve. Para mí no, me pone peor. Usted nunca hace nada, usted es perfecto y si siempre será así, yo no quiero estar con usted. —Le dije. Me sentía demasiada enojada, juro que me hierve la sangre.
—Hubieras empezado por ahí. Sabes que siempre hago lo posible, pero las cosas no son suficiente para ti. —
—Ninguna de las veces que lo necesito de verdad no está, ¿Quiere que olvide esto y finja felicidad? —
—No. —
— ¿Entonces? ¿Qué quieres? —
—Claro no, pero debes entender que nada de lo que escriba lo cambiará. Y pones en juego esto, como si fuera de un día para otro, por el hecho que no logré hacerte sentir mejor por acá y más aun sabiendo lo que tenía que hacer después. Todo comenzó porque pude hacer nada para subirle el ánimo, y luego tuve que ensayar, y me encuentro con esto. —
—Todo soy yo, siempre seré yo. Bueno, no me importa. —
—Y si cada cosa mala que haga será de motivo para culpar el rompimiento, algo estamos haciendo mal. —
—Mañana estaré en la avenida, si quieres hablar de esto a carta blanca, me llamas y cuadramos donde vernos, si esto no se arregla mañana, no hay nada. —
—Desde acá no diré nada, esperaré hasta vernos. —
—Ok. —Dije al tope del enojo.
Apagué el celular y lo puse a cargar, me fui a dormir, estaba enojada, muy enojada y triste por cómo estaban las cosas, no quería más esto.

Desperté alrededor de las 10:00 am, encendí el celular y recordé lo que había pasado, volvió la depresión, pero simplemente ya no podía decir nada más, o se arreglaba hoy o no sabía que iba a pasar con nosotros. Me aleje un poco de mis pensamientos y fui a hacer mi almuerzo, al estar listo, comí, me reposé y me fui a bañar, me vestí, lave la loza y caminé hasta la avenida. Había un evento de la ciudad, entonces me la iba a pasar toda la tarde ahí despejándome un poco, mi colegio estaba en unas presentaciones así lo busqué y me quedé con los que conocía de ahí. Cayó la noche, Tony me llamó, quedamos de vernos cerca de donde yo estaba; llegué al lugar, él estaba al otro lado de la calle, así que espere tenerlo frente a frente.
—Hola. —Me dijo.
—Hola. —Le respondí.
—Ahora si hablemos—Dijo Tony.
—Tony, estaba mal, y llegué deprimida del colegio en busca de la persona que amo para poderme sentir mejor y no te encontré, tras de que demoraste en contestar, cuando hablaste no hiciste nada para hacerme sentir mejor y te fuiste, eso me dolió y por eso me puse así. —
—Tengo algo para ti. —Me dijo. Abrió su mochila y sacó un empaque y una hoja de papel y me la entregó. —No la vayas a leer aquí, hazlo cuando llegues a tu casa. —
Me quedé totalmente callada, me sentía como una estúpida pero, ¿qué podía hacer?, lo miré fijamente a los ojos y lo besé. No me gusta estar mal y no podía seguir así.

No me quise quedarmás ahí y me fui caminando con él hacía mi casa, mantuve el silencio, sentía unnudo en la garganta, tenía ganas de llorar, fui muy estúpida, por lo menos mesentía así. Al llegar a la casa, me encerré en mi cuarto, abrí el empaque yhabía un perfume; leí la carta y bueno... terminé llorando, me dolió lo que hice,todo lo que pasó, pero al fin y al cabo, seguía amándolo con las mismas fuerzas.


Te quiero de vueltaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora