Capítulo 9.

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Es domingo, desperté alrededor de las 11:00 am con una combinación de mal humor y depresión, hoy tengo partido y bueno, algo debo hacer para animarme porque no les puedo quedar mal a mis chicas. En un partido de softbol básicamente lo que más importa es el ánimo que se le ponga al juego, si todas le ponemos con toda al juego, nos irá bien, se gane o se pierda el juego transcurriría con un muy buen ambiente y no se verían tanto errores a diferencia de cuando no existe ningún tipo de ánimo, yo soy una cajita de depresión; en un segundo estoy bien y al otro estoy que me tiro al suelo a llorar, estos problemas emocionales me han llevado a cometer muchísimos errores durante los juegos, y es feo sentir esa presión de cuando cometes un error, todos te caen encima y no debería ser así, si uno está de esa manera es porque algo le pasa, debe de existir más apoyo de parte del equipo, el amor en mi equipo sobra, pero el apoyo y ánimo es poco... es difícil tratar de cambiarlo. Me levanté de la cama, salí de mi cuarto y esperé el almuerzo mientras respondía los mensajes. Como tenía partido le pedí a Tony que fuera a verme, ya que cuando él está juego extremadamente calmada y con mucho ánimo, me va muy bien, me siento bastante bien
—Buenos días amor, hoy tengo partido y quería saber si podrías ir a verme jugar—Le envíe.
—Buen día linda, Voy a preguntar—Me respondió.
— ¿Cómo estás?, ¿Dormiste bien? —
—Sí amor, ¿tú? ¿Cómo te sientes? —
—Estoy bien—Le dije.
—Está bien. Sí puedo ir a tu partido, Jess—
— ¿De verdad?, Hoy si me irá bien entonces—
— ¿Por qué lo dices? —
—Pues es que, cuando vas a mis partidos mantengo mis emociones muy en lo alto, lo que significa que mi mente se puede concentrar con más facilidad y pues, excelente todo. —
—Me alegra que cause cosas positivas en ti—
—Siempre las has causado. —Respondí esto y me levanté a almorzar, tenía muchísima hambre, desde que me desperté no había comido absolutamente nada, ni siquiera un vaso de jugo, pero no era porque no quisiera desayunar o me diera pereza, no, es que si desayuno a esa hora después no me dan ganas de almorzar y pues, la comida es lo único que logra hacerme sentir medio mejor. Terminé de almorzar y fui a alistar las cosas para el partido, coloqué mi botella de agua en el congelador y alisté mi bolso con todo lo que necesitaba; eran la 1:30 pm pasadas y mi partido empezaba a las 3:00 pm, debía estar media hora antes para calentar y hablar sobre lo que se iba a hacer. Me fui bañar y al salir me puse el uniforme del equipo, ya eran las 2:03 pm y tenía que esperar el bus para ir al estadio, así que fui al refrigerador, saqué mi botella de agua, la metí al bolso, me despedí de mis padres y salí de mi casa. Iba caminando hacía la parada y aún me sentía un poco desanimada pero también me llegaba al pensamiento que una vez verlo, me iba a sentir mucho mejor, así que me tranquilicé.

Llegué al estadio, ya había llegado la mayoría y ya estaban calentando, llegué coloqué mis cosas y fui a trotar con las demás; mientras trotaba miraba hacía la entrada a ver si lo veía llegar y nada, ya casi iba a comenzar el partido y nosotras estábamos hablando de las cosas y señas que se iban a utilizar durante el juego. No iba a llegar, y ya comenzaba a deprimirme.

El juego para las demás transcurría con normalidad, mientras yo mantenía un serie de errores que me ponían peor de lo que ya estaba, era mi turno al bate y esperaba por lo menos lograr que entrará la carrera; tenía jugadora en tercera y habían 2 outs, tensión a su máximo límite, dependía de mi esa carrera. Lanzaron el primer strike y es válido ya que se mira de qué forma viene la bola, segunda bola buena y abaniqué el bate,
tenía 3 bolas y 2 strike, la peor situación en la que se puede estar, lanzaron la última bola, strike, me tocó el cátcher con la bola y se hizo oficial el ponche; otro error más. Era la última entrada al campo y ¿Tony?, Tony nunca llegó.

El partido terminó, cogí mis cosas e inmediatamente me fui. No quería hablar con nadie, muchos menos con Tony, me dejó ahí, pasándola sola, ¿dónde quedó el estar siempre para mí?

Llegué a mi casa y meencerré en mi cuarto, revisé el celular *mensajes nuevos*
—Oye, Jessie perdón por no ir, me quedé dormido—Me dijo.
—Perdón, en serio—
—Contesta—
—Cuando desperté ya eran las 5:00 pm, perdón—Siguió insistiendo.
— A ver, ¿qué mierda quiere que le perdone?, no sabe cuánto lo necesité y ustedno estaba, por qué curiosamente cuando realmente lo necesito no está. ¿Por qué?—Respondí.
—Pero amor, son cosas que pasan, ya te pedí perdón—Dijo él.
— ¿Ah sí? ¿Y quieres que con un perdón me contente y se me olvide todo lo quepasó hoy y lo mucho que lo necesité y no estuvo? Pues bueno. —
—Jessie, Dímelo, ¿Te gusta estar conmigo? ¿Te sientes bien? Dímelo, porque sela ha pasado recriminando lo que he hecho contigo y no es nada bueno. —
— ¿De qué me sirve querer estar con usted si no tengo lo que más necesito? —
—Bueno, ahora di lo que sigue, sácalo. —
— ¿Te cuesta corregirlo? ¿Te cuesta mucho? —
—Hago lo posible, siempre es así, todo lo que está a mi alcancé lo hago paraque estés bien, esto se me salía de las manos y me dices todo eso. —
—Pero si ni haz corregido eso. —
— ¿Sabes qué? Me voy. ¿Cómo quieres despedirte? —
— ¿Sabes? No me importa. Haz lo que se te dé la gana, tendré que acostumbrarmea que no estés cuando te necesite y vaya promesas que me has hecho de siempreestar para mí en esos momento, ya no te creo nada, nada. Tú pretendes que yo lodeje pasar así como si nada, y pues no, adiós. —Respondí y apagué el celular.

Desde ese momento ignoré el celular por completo, me puse a ver películas, nisé que habrá respondido ni nada, y la verdad no me importa. Pasó el tiempo y yallevaba viendo unas 3 películas de seguidas, me estaba empezando a dar sueño,así que apagué el televisor, desconecté todo y me fui a dormir.

Te quiero de vueltaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora