Capítulo 17 - Dame la oportunidad

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Cierro la puerta de mi casillero con un golpe bruto y eso asusta un poco a Justin, pero luego él concentra su mirada nuevamente y trata de mantenerse firme

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Cierro la puerta de mi casillero con un golpe bruto y eso asusta un poco a Justin, pero luego él concentra su mirada nuevamente y trata de mantenerse firme.

— ¿En serio quieres venderme esas fotografías? —Pregunto con sarcasmo — ¿Qué clase de persona eres?

—Solo son tres fotografías, cada una a 20 dólares ¡Todos ganamos! —dice él con una sonrisa terriblemente falsa.

—No voy a comprarte nada —le digo, aún sintiendo un poco de miedo de que esta situación se salga de mis manos — ¿Por qué no se las vendes a Spencer? Él tiene dinero de sobra.

—Claro, ya que tú no estás interesado —responde Justin mientras levanta sus hombros con despreocupación y comienza a caminar por mi lado.

Tal vez si no me fuera de este lugar esta situación me importaría mucho más, pero mañana quizás a esta misma hora estaré en casa de mi Padre, con toda la mierda de Thressfield lejos de mi cuerpo.

Cuando las clases terminan, me lanzo mi bolso a la espalda y camino hacia la salida, pero a mitad del pasillo el psicólogo de la escuela se me atraviesa en mi camino y no me deja continuar.

—Quiero pasar —digo con un gesto algo enfadado.

—Primero quiero hablar contigo en mi oficina.

— ¡Dios! ¿Acaso no se rinde en intentar que Chris y yo...?

—Chris no está invitado —me interrumpe él, yo me quedo en silencio para luego solo resignarme, giro mi mirada con frustración y sigo al psicólogo hacia su oficina. Según el reloj esta no es hora para que él me atienda así que esto debe ser algo fuera de su agenda y de su horario laboral — ¿Quieres hablar de lo que sucedió en la fiesta hace unos días? —pregunta él cuando tomamos asiento.

—No —respondo resignado — ¿Para qué?

—Pensé que te haría bien hablar sobre eso.

—Pues... a veces es bueno hablar ciertas cosas y otras veces solo hay que olvidarlas. Y con aquella escena prefiero la segunda opción que he dicho.

—Por supuesto Andrew, pero... ¿Tus padres saben algo sobre lo que ocurrió?

—No —susurro — ¿Va a decirle a Max? Si le dice él le dirá a mi Madre.

— ¿Y por qué no quieres que tus Padres se enteren?

— ¡Porque...! Porque... —pienso detenidamente una respuesta para aquella pregunta y luego me doy cuenta de que no tengo como defenderme.

— ¿Tienes alguien en quien confíes Andrew? —pregunta el psicólogo con un poco más de sutileza esta vez — ¿Alguien a quien le digas todas tus cosas? Tus miedos, sueños, problemas e ideas... ¿Hay alguien? —me quedo en silencio y luego niego con la cabeza.

—No le digo nada a mi Madre porque ella exagera todo y es capaz de encerrarme en un internado si fuera necesario, luego está mi Padre el cual vive a kilómetros de distancia y no es mucho lo que puede hacer estando tan lejos; Y supongo que no hay que nombrar a Chris en esta conversación ya que usted sabe lo pesado que es.

Decisiones OscurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora