Cierro la puerta de mi casillero con un golpe bruto y eso asusta un poco a Justin, pero luego él concentra su mirada nuevamente y trata de mantenerse firme.— ¿En serio quieres venderme esas fotografías? —Pregunto con sarcasmo — ¿Qué clase de persona eres?
—Solo son tres fotografías, cada una a 20 dólares ¡Todos ganamos! —dice él con una sonrisa terriblemente falsa.
—No voy a comprarte nada —le digo, aún sintiendo un poco de miedo de que esta situación se salga de mis manos — ¿Por qué no se las vendes a Spencer? Él tiene dinero de sobra.
—Claro, ya que tú no estás interesado —responde Justin mientras levanta sus hombros con despreocupación y comienza a caminar por mi lado.
Tal vez si no me fuera de este lugar esta situación me importaría mucho más, pero mañana quizás a esta misma hora estaré en casa de mi Padre, con toda la mierda de Thressfield lejos de mi cuerpo.
Cuando las clases terminan, me lanzo mi bolso a la espalda y camino hacia la salida, pero a mitad del pasillo el psicólogo de la escuela se me atraviesa en mi camino y no me deja continuar.
—Quiero pasar —digo con un gesto algo enfadado.
—Primero quiero hablar contigo en mi oficina.
— ¡Dios! ¿Acaso no se rinde en intentar que Chris y yo...?
—Chris no está invitado —me interrumpe él, yo me quedo en silencio para luego solo resignarme, giro mi mirada con frustración y sigo al psicólogo hacia su oficina. Según el reloj esta no es hora para que él me atienda así que esto debe ser algo fuera de su agenda y de su horario laboral — ¿Quieres hablar de lo que sucedió en la fiesta hace unos días? —pregunta él cuando tomamos asiento.
—No —respondo resignado — ¿Para qué?
—Pensé que te haría bien hablar sobre eso.
—Pues... a veces es bueno hablar ciertas cosas y otras veces solo hay que olvidarlas. Y con aquella escena prefiero la segunda opción que he dicho.
—Por supuesto Andrew, pero... ¿Tus padres saben algo sobre lo que ocurrió?
—No —susurro — ¿Va a decirle a Max? Si le dice él le dirá a mi Madre.
— ¿Y por qué no quieres que tus Padres se enteren?
— ¡Porque...! Porque... —pienso detenidamente una respuesta para aquella pregunta y luego me doy cuenta de que no tengo como defenderme.
— ¿Tienes alguien en quien confíes Andrew? —pregunta el psicólogo con un poco más de sutileza esta vez — ¿Alguien a quien le digas todas tus cosas? Tus miedos, sueños, problemas e ideas... ¿Hay alguien? —me quedo en silencio y luego niego con la cabeza.
—No le digo nada a mi Madre porque ella exagera todo y es capaz de encerrarme en un internado si fuera necesario, luego está mi Padre el cual vive a kilómetros de distancia y no es mucho lo que puede hacer estando tan lejos; Y supongo que no hay que nombrar a Chris en esta conversación ya que usted sabe lo pesado que es.
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Decisiones Oscuras
Novela JuvenilEl pueblo de Thressfield es uno de los mas pequeños del país, con apenas 4000 habitantes. Pero aún así, aquel pueblo esconde algo aterrador, el asesino de Cody Wilding se esconde entre aquellos árboles. La madre de Andrew luego de tener una relaci...