Tenemos que hablar

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[Pov Hazel]

Abrí los ojos ante el sonido del móvil, el primer pensamiento que tuve fue el de estrellarlo contra el suelo, pero me contuve.

«Tú, bella durmiente, nos vemos en una hora en el McDonald's de la calle Sunset Blvd. Si vienes con mi camiseta te invito ;)»

Hablaba de las calles de Los Ángeles como si yo llevara aquí toda la vida, y la verdad, no tenía ni puta idea pero mi orgullo era demasiado grande como para preguntar, así que decidí buscar la calle desde el teléfono móvil.

«La bella durmiente despierta con un beso, no con un mensaje»

Me levanté de la cama y empecé a vestirme cuando el teléfono sonó de nuevo

«¿Me estás pidiendo que te bese?»

¿No se cansaba de ser tan idiota?

«Perdiste toda oportunidad de pedirte algo así en cuanto dijiste de invitarme a una hamburguesa. Digamos que no es nada romántico»

«Por favor, cualquier cosa a mi lado es romántica»

«Ya salió Míster Ego, piérdete»

«La que se va a perder eres tú. Mis llaves están en la entrada, ven en mi coche»

¿Me estaba vacilando? Coger su coche y perderme por Hollywood no era un buen plan, aunque por lo menos aquel McDonald's quedaba frente Hollywood Hills, así que esperaba no perderme.

«Allí estaré»

Salí de la habitación, me había puesto su camiseta y no por la invitación sino por molestarle, pero me sentía ridícula. En fin, toda la situación era ridícula, no sabía como iba a reaccionar cuando lo tuviese delante, y mucho menos si estaban los demás. Tendríamos que haber hablado antes de hacer nada más. Pensé en enviarle un mensaje y echarme hacia atrás pero no iba a solucionar nada, aquella tarde tendría que verlo de todos modos. Me dirigí hacia la cocina a por un zumo para no irme con el estómago vacío cuando me encontré con una nota de Michael colgada en la nevera.

«Anthony, Hazel siento mucho lo que pasó, creo que no estaba preparado para ver a dos de mis mejores amigos juntos. Hazel cometí el error de ofrecerte mi casa sabiendo lo que sentía por ti, con la esperanza de que pudiera pasar algo entre nosotros. Me equivoqué. Fui un imbécil y espero que algún día puedas perdonarme. Es por eso que he decidido marcharme por una temporada. No quiero interponerme en vuestra relación y sé que si me quedo os causaré problemas»

Me quedé alucinada con aquella nota. No llevaba ni 24h aquí y ya había perdido a mi mejor amigo y lo peor de todo es que lo había perdido por una relación inexistente entre Tony y yo, algo que él había creado en su cabeza. Ya no sabía que hacer pero tampoco me arrepentía de nada. Intenté llamarle para explicarle que entre Tony y yo no había nada, que fue todo fruto de un estúpido calentón pero lo tenia apagado. Estaba claro que no me salía nada bien. Sin darle más vueltas decidí salir ya del piso para no estar culpándome por algo que no había hecho. Bajé hacia el parking y programé el GPS para no perderme y en apenas un cuarto de hora ya estaba allí. Me sorprendió ser la primera en llegar, aunque enseguida llegaron las chicas.

— ¡Despierta que mira que hora es! — dijo Yaiza mientras se acercaba a mí.

— ¿Y Daniela? ¿No viene?

— Se hizo un esguince anoche, ¿no te ha dicho nada Anthony? — contestó María — que por cierto, ¿dónde está? ¿No vino contigo?

— Se fue al rato de llegar a casa y no tengo ni idea de donde está — añadí — solo me dio esta dirección y, ya. — vi como Melissa me miraba de arriba hacia abajo

One In A MillionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora