La Diversión Viste De Rojo 👠

Veinte.

// Noa //

La boda, parte 1.

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"Noa... cariño, despierta."

Un brazo tocó su hombro ligeramente y ella gruñó, girando su cuerpo. "¿Qué coño? Déjame dormir, Za..."

Zara se rió, porque aquél despertar era tan típico en Noa... "Me encantaría hacer eso pero tu hermana lleva más de cinco minutos llamando a tu móvil. Deberías..."

"Joder..." Aquello la despertó del todo. "No habrá venido aquí a-"

"Claro, y le he abierto la puerta y le he dicho que no moleste, que estábamos foll-"

"Zara." La advirtió Noa, y Zara se rió de nuevo, dejando un besito en la frente de la chica castaña. "¿Que hora es?"

"Las seis y media. Tu hermana parece estar muy nerviosa, así que..." Y Noa suspiró.

"Me voy a llevar el premio a la peor hermana del mundo. Debería estar con ella, no aquí enredada en la cama contigo."

"Tienes razón, y para que yo diga eso... Buenos dias, preciosa." Se besaron, y Noa sonrió en el beso porque era tan cómodo poder hacer aquello... Zara se levantó, de repente, y Noa alzó una ceja. "No me mires así, yo también debería empezar a arreglarme."

"Vale, pero la puerta está en-"

"OH, le he pillado gusto a eso de saltar balcones." Y Noa se rió. "Te veo dentro de un rato, ¿vale nena?"

"Ten cuidado, Spiderman."

"Lo tendré, Mary Jane."

Noa se rió por la referencia, dejó que su cabeza cayera en la almohada -que todavía olía al acondicionador que la chica rubia usaba- y sonrió.

A ponerse las pilas: tenía que ayudar a Carol.

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"¿DÓNDE DIABLOS ESTABAS Y POR QUÉ NO ESTÁS VESTIDA TODAVÍA?"

Noa suspiró. Cuando era joven tenía la impresión de que cualquier dia su hermana la superaría en dramática y, bueno, el día había llegado.

"Relájate, sólo son las seis y media... Estaba durmiendo."

"Bien por tí, porque yo no he podido dormir UNA MIERDA."

La hermana mayor frunció el ceño y puso sus manos en los hombros de Carol, que bufó. "¿Por qué parece que estés enfadada conmigo? Estoy aquí, para ti, y todo va a salir bien."

"Tiene que salir perfecto. Ya sabes cómo es mamá-"

"Esta es tu boda. La que se tiene que sentir bien con ella eres tú, Caroline. Además, te estás casando con tu novio de toda la vida. Esto ya es más que perfecto, todo el mundo va a vomitar arcoíris de lo perfecto que es."

"¿De verdad lo piensas?"

"Claro que sí..." Las dos hermanas se abrazaron y Noa dejó un beso en su cabeza. "Y ahora, voy a prepararte un baño relajante y vas a tranquilizarte un poco, ¿vale? Nos quedan cuatro horas para la boda, está todo pensado. No te preocupes."

"Eres la mejor."

Y Noa sonrió, mirándola. Su pequeña se casaba, era muy emocionante. Y lo iba a hacer todo perfecto para ella.

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"Wow..."

Caroline echó un vistazo al espejo, dándose la vuelta para apreciar completamente su vestido mientras su hermana cruzaba los brazos sobre su pecho, con una sonrisa orgullosa. "Te ves increíble." Dijo, caminando hacia ella y abriendo una pequeña caja.