14. Trato con mafiosos.

206 7 0
                                    

Hoy morimos,hoy por todos los dioses griegos filosóficos que hoy morimos. Respiro varias veces y agitada tratando de maquinar una salida pero estoy segura de que no la hay. Imaginé toda mi vida en menos de quince segundos. Mis padres,mis amigos,mis alegrías,mis dolores,la primera vez que aprendí a conducir una bicicleta sin ayuda de nadie,el primer diente caído,las fiestas,los funerales,las lágrimas de dolor y alegría. Recordé todo, a las personas que llenaban mi vida de forma positiva y negativa. Extrañaré todo y a todos,incluso hasta a Tiffanie.

— ¿Qué haremos?

Cuestiono y mi corazón va a mil por segundo.

— Nos entregaremos,tú sólo sígueme la corriente y por nada del mundo se te ocurra decir lo contrario a lo que yo diga.

 Tenía miedo,sabía que moriría. Era de esos miedos que no se te van ni aunque te hablen de la forma más pacífica posible. Nicolás besó mi mano y susurró algo que no logré escuchar.

Bajamos del auto y en seguida un hombre apareción por detrás alzándome por la cintura y me tapó el rostro con una bolsa negra. No veía nada pero escuchaba gritos de Nicolás y de otros hombres,comencé a llorar. Me empujaron dentro de un auto y me sostenían de las manos mientras alguien que no podía ver me acariciaba las piernas,me violarían. Comencé a llorar más.

— ¡Para de llorar!

Gritó una voz ronca y yo paré los sollozos.

— ¿Qué haremos con ella? ¿Se la llevaremos al jefe?

Cuestiona el hombre que sostiene fuertemente mis brazos. No quiero morir,no quiero.

— Por supuesto que la llevaremos con el jefe,muchacha,¿Cómo te llamas?

Me preguntan y yo no digo nada,siento una bofetada en el rostro y siento el ardor en mi mejilla de inmediato.

— Jenn.

— ¡Nombre completo y apellido!

Gritan y mi piel se eriza,no sé dónde está Nicolás y seguramente ya es la una de la mañana. Tengo miedo,tengo miedo por todo lo que nos pueden hacer.

— Jenniffer Calder.

—¿Eres la hija de George Calder?

Saben el nombre de mi padre,esto debe ser una jodida pesadilla.

—Sí.

— No la toquen,ni siquiera se atrevan a verla con morbo. Ella es la hija del hombre que tiene el poder de salvar al jefe.

Habla una voz más ronca que las anteriores,parece que es el que manda;trato de ver por la tela negra pero no alcanzo a visualizar nada,espero que no le hagan nada a Nicolás.

El trayecto a no sé dónde no tardó como esperaba,me bajaron del auto y me sostenían del brazo,casi caigo en varias ocaciones ya que no veía. Abrieron una puerta y me empujaron dentro,un aroma a pipa inhundó mis fosas nasales y de repente sacaron el saco negro que cubría mi cabeza.

Una luz penetró mis ojos y había un hombre frente a mí. Lucía de la edad de mi padre,era de ancho medio y no era tan alto,llevaba un traje morado y corbata azul. Parecía un gángster o quizá sí lo era.

— ¿Así que eres una Calder?

Cuestiona exhalando el humo y poniéndolo en mi rostro,desagradable.

— Sí.

—Y dime,¿qué se siente ser mi salvación?

— ¿Su salvación? ¿Por qué yo lo sería? ¿Y por qué conocen a mi padre?—Cuestioné rápidamente— Por favor,no le hagan daño.

INTRUSO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora