INTRUSO.

18. Conociendo a la familia. (Parte dos)

-Relata Nicolás-

Llegamos al cuarto de Jenn y las preguntas no cesaban.

—Así que tienes diesisiete, ¿eh?

Preguntó una rubia muy amable, parece tener quince o catorce.

—Sí, en seis meses cumplo los diesiocho.

Comento.

—¿Sabes que Jenn tiene diésciseis, verdad? Es muy joven.

—Lo sé, pero no es que vaya a embarazarla y huír; tampoco es que nos casaremos o algo así.

Le respondí al rizado llamado Harry.

—¿Entonces no quisieras casarte con mi prima? ¿No es lo suficiente para ti?

Preguntó alzando la voz y yo buscaba las palabras correctas, éste sujeto me llevaba unos diez centímetros y su fuerza no la cuestionaba por lo marcados que estaban sus musculos, aparte no dejaba de inhalar y exhalar humo de su cigarro y yo no es que no fume, claro que lo hago, pero el olor no es de mi agrado, no es la marca que prefiero.

—No, no me refiero a eso. Realmente me gusta pero tengo diesisiete, no sé si me casaré algún día y si lo hago puede que no lo haga con ella o quizá y sí.

—Eso no tiene importancia. Me importa el ahora y si estás dispuesto a vivirlo conmigo, está bien. 

Dice Jenn y pone El Conjuro.Nos acomodamos en la cama, sólo Harry, Jenn y yo; los demás están acostados en la alfombra muy cómodos. Si las miradas de Harry fueran cuchillas yo estuviese totalmente clavado.

Jenn grita y esconde su cabeza en mi hombro, yo beso su frente y ella repite "no me asusté, no me asusté, ¿yo? ¿miedo? nunca." Ella reaccionó a mi beso inesperado y me mira espectante, no sé que ha sido eso, tengo que pensar bien, no quiero que ella sepa que me encanta, aunque se lo he dicho, saber que ella lo note me mata por dentro. Todos sabemos que las palabras no dicen lo mismo que los hechos.

Finalmente se acerca a mí más a mi rostro...diablos, estoy muriendo. Me gusta besarla rápido porque si lo hago lento me convence de que es sentimentalismo y me aterra que ella haga lo que a mis amigos les han hecho. Saben que las aman y te tratan como mierda, ¿es o no es así? Sé que me darán la razón.

Ella se sigue acercando, nuestras narices se rozan...¡diablos! ¡Bésame ya! Yo me quedo inmóvil, aunque me aterra lo lento, me gusta. Se siente real.

Muerde mi labio inferior, pasa su lengua sobre él y me da un cálido beso en aquél sitio que -ahora- lo declaro como propiedad de Jenniffer Calder. ¡Acabo de morir! ¡Jenniffer Calder, acabas de matarme! ¿¡Contenta!? ¡Porque yo sí!

No sonrío, no hago nada, simplemente me trago las mil emociones que ha causado en mí en escasos seis segundos.

La puerta se abre de golpe y ¡Vaya!

—¡Ah! -grita Jenn- ¡Te he extrañado tanto!

Lo abraza con fuerza y él también a ella, le da un beso en la mejilla y ella parece no querer soltarlo. Sería lindo que ella me haga lo mismo si no me llega a ver en casi dos semanas.

—Y yo a ti enana.

Dice Thiago mientras ella se aleja. Ella le hace un espacio a su lado en la cama pero él lo niega y saluda a todos. Harry lo abrazó con euforia, ¡Él sí le agrada! ¿¡Por qué yo no!? Thiago finalmente se sienta en la alfombra y se pone al día en lo que le va de la película, los gemelos, la rubia y el chico de cabello rosa ni siquiera parpadean.