Decido ser yo misma, amarme como a nadie, darme satisfacción a mi misma, cuidarme tal y cual como un diamante, respetarme, darme mi lugar por quién soy y no por lo que la demás gente me etiqueta, y no es cuestión de egoísmo, si no de que aquel tiempo que empeñe en gente que en un momento no valoro, lo hubiera empeñado en mi misma, pero el hubiera realmente no existe, lo pasado pasó y ahora solo queda seguir adelante.
Llego el momento de ser yo misma, y demostrar que tanto yo como cualquier persona tenemos el mismo valor, lo que nos identifica es quienes somos y cómo somos, de es manera solo podemos etiquetarnos, nadie más puede hacerlo, pues es como si a una etiqueta de algún producto le ponemos una encima y lo cambia todo.
Y es que muchas veces todo lo que tenemos y podemos dar se lo proporcionamos primero a la gente que nos importa, y no nos damos cuenta pero nuestro error es que no debería ser así, aveces esa personas no lo valoran o simplemente ven por ellos mismos, siempre tenemos que ser nosotros quien nos llenemos de beneficios y satisfacciones antes de darlos a los demás, pues nuestro valor es único y esto no siempre es un error; a nosotros mismos nos hace sentir bien que los demás estén bien, pero no nos damos cuenta que ciertas veces eso que damos, nosotros lo necesitamos.
ESTÁS LEYENDO
PROFUNDO
Kurgu OlmayanVivimos tanto que muchas veces no nos damos cuenta de la magia que la vida nos tiene preparada, pues disfrutamos el momento como si fuese el último. En este libro quise recopilar cada momento de la vida de una manera especial y distinta, dando pie a...
