Capitulo Doce

212 19 5
                                    

Nada me pertenece todo es de J.K. Rowling.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Hermione se encontraba despierta desde las cinco de la mañana momento en el que se despertó con el movimiento del cuerpo de Draco que estaba teniendo otra convulsión después de estabilizarlo y darle sus medicinas simplemente no pudo volver a dormirse, se encontraba preocupada ya habían pasado casi cuatro días y Draco aun no recuperaba el conocimiento las veces que despertaba se encontraba delirante y completamente sumergido en algún ataque de pánico había hecho lo que le dijo Snape de darle todas sus medicinas cada ocho horas pero eso no evitaba el echo de que Draco apenas y podía respirar y que su cuerpo siguiera intentando deshacerse de la poción que le provoco todo esto,se sentía inútil e incompetente por no poder ayudar a su amigo en ese momento lo único que podía hacer era leer las bitácoras de pociones de Snape eran parecidas hasta cierto punto al libro del príncipe mestizo pero solo contenían pociones medicinales varias que ya existían y de las cuales mejoro sus propiedades y muchas otras que el mismo creo para ayudar a Draco era simplemente increíble, también pudo encontrar las instrucciones para crear la poción "corpus reanimatus" la que le había ocasionado tanto daño a Draco y realmente no le sorprendía dado que sus ingredientes eran en su mayoría sumamente tóxicos y/o venenosos muchos de ellos utilizados en la magia negra y con los únicos estabilizantes siendo sangre de unicornio y lagrimas de fénix, los únicos dos ingredientes que evitaban que te mataran incluso mas rápido que un "filtro de muertos".

Hermione se encontraba perdida en la lectura de las bitácoras de pociones cuando alguien tocando a la puerta de la habitación de Draco la sobresalto de golpe, la única persona que sabia la contraseña de su sala común era Ginny y no creía que fuera ella dado que apenas iban a dar las siete de la mañana demasiado temprano para una de sus visitas.

—Hermione se que estas ahí, abre la puerta. —dijo la voz tranquila de Sirius.

—Un momento. —dijo una sorprendida Hermione apresurándose a colocar el Glamour en las cicatrices de Draco antes de abrir la puerta al animago.

—Sirius que haces aquí tan temprano, no te esperaba. —dijo Hermione tratando de sonar casual y fallando miserablemente en ello.

—Vine a revisar como se encuentra  Draco. —al ver la cara sorprendida de la chica se apresuro a llenar el silencio. —Lo se todo su madre me lo contó.

Hermione asintiendo a las palabras del animago se quito de la puerta para dejarlo pasar a la habitación donde se encontraba durmiendo Draco en un sueño bastante intranquilo.

—Como se encuentra. —pregunto Sirius acercándose a la cama en donde se encontraba su primo durmiendo.

—Dentro de lo que cabe bien, la fiebre empieza a bajar y parece que su cuerpo ya se ha desecho de toda la poción. —contesto Hermione.

—Que poción. —pregunto Sirius frunciendo el ceño.

Al ver la mueca de confusión del animago Hermione se apresuro a contarle lo de la poción "corpus reanimatus" el para que servia y cuales eran los efectos secundarios, lo que le había dicho Snape de que la poción va causando un daño permanente e irreparable en el cuerpo de Draco y las razones del porque Snape la había creado para empezar.

—Cissy no me comento todo lo que provocaba esa poción. —dijo Sirius con un suspiro resignado.

—Supongo que no te quiso preocupar. —dijo Hermione.

—Y tu como te encuentras te ves cansada. —dijo Sirius observando  a la chica que lucia agotada y con unas ojeras muy pronunciadas.

—Supongo que no he dormido mucho. —contesto la castaña con un encogimiento de hombros resultando importancia al asunto.

Broken ShadowsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora